A impulsar el cambio energético a renovables ya

Por Arturo Massol Deyá

Especial para Claridad

Para la comunidad de Adjuntas, contar hoy con cinco colmados energizados con el sol en sus barrios no es tema para cinismos ni palmaditas en la espalda. Representa la reducción de los costos de operación, reducir su riesgo al cierre de operaciones, mantener empleos, una nevera comunitaria y, en una economía que depende del 85% de importaciones, representan la primera línea de defensa de acceso a alimentos en zonas rurales. ¿Qué habría sido en el campo para muchos tras María de no tenerlos? 

Por su parte el barbero Pérez se ahorró $840 por operar 100% con el sol desde marzo del año pasado, no en el 2050. Esa cantidad es el equivalente a una millonada en el bolsillo de cualquiera en Wall Street. Energía como un modelo de activación económica y retención de la riqueza a nivel local.

Si la meta es 100% renovables para el 2050, lo que está sobre la mesa desde el gobierno y los sueños que nos traen de allá no son otra cosa que un duérmete tú. Por eso y mucho más, te invitamos a juntarnos para impulsar el futuro energético nuestro, haciendo aprovechamiento del mejor combustible disponible, el sol. Transición ahora.

Mientras en Santurce y en la Capital pegan un grito en el cielo (o por Feisbuk) cada vez que la energía eléctrica se interrumpe un ratito, la montaña fue la zona más rezagada y olvidada para la restitución del sistema eléctrico tras el paso del Huracán María. Tomó hasta un año en muchos sectores apartados de Adjuntas el regreso del servicio. ¿Cómo gasificar a Puerto Rico corrige esta injusticia? En nada.

Energizar con el sol los colmados, la lechonera, la escuela, los bomberos, la radio, las ferreterías, el cine, la égida, emergencias médicas, la casa agrícola, el barbero y un centenar de hogares con intervenciones de energía solar para su nevera, equipos de salud o su casa entera es una realidad en nuestra comunidad sin transición con gas ni energía nuclear ni ningún otro pretexto que atrase el cambio.

Puerto Rico apenas produce un 2% de su demanda energética con fuentes renovables. Eso es una vergüenza y claramente indica dónde están los vacíos que requieren atención. Los hospitales, las fábricas, los centros comerciales y otros espacios con altas demandas energéticas están energizados. No es como si estuvieran hoy sin servicio y hubiese que construir nuevas centrales de gas para que funcionen. Capacidad instalada en exceso tenemos e incluso cerca de un 40% del reducido consumo diario de la Isla puede generarse con gas, que no es limpio ni barato. ¿Que alguna instalación existente de producción centralizada de energía pueda ser acondicionada para manejar fluctuaciones en demanda eléctrica de manera rápida con tecnología? Claro que sí. 

La ironía es que siempre nos han dicho –para alimentar un sentido de inferioridad– lo pequeño que somos y que no contamos con recursos naturales. Y de pronto, para el tema energético, nos quieren tratar como si fuéramos un continente, como si las distancias de sur a norte fueran mayores que de este a oeste. Para los que se la pasan mirando hacia el norte con mente colonizada, California ni ningún estado o ciudad allá tiene una central de generación de energía en cada esquina.

Un amigo profesor de ingeniera eléctrica del Recinto Universitario de Mayagüez siempre me dice: “No me digas cómo hacerlo. Dime qué quieres que diseñemos y lo hacemos”. Desde Casa Pueblo impulsamos #50conSOL ahora. Eso significa que 50% de la demanda energética pueda generarse en el lugar del consumo, en los techos, sin necesidad de líneas de transmisión ni distribución en ruta a un país 100% renovable. 

¿Por qué primero este paso antes de invertir en gas o nuevas centrales en la AEE? A cualquier persona que está en proceso de transición energética en su hogar se le pide primero evaluar sus cargas y buscar eficiencias antes del cambio. Por ejemplo, se sustituyen las luces tradicionales por unas de LED o se cambia la nevera por una que haga el mismo trabajo pero con menos consumo energético. El país debe hacer lo mismo. Debemos primero reducir las ‘cargas’. Para la AEE, las casas y los negocios son sus ‘cargas’, no importa qué es lo que está consumiendo energía adentro. Entonces, si el 50% de los hogares generasen su energía como primer paso de una verdadera transición, el País estaría en términos prácticos reduciendo sus cargas de la demanda energética total. Necesitaríamos menos unidades operando diurno alcanzando horas pico en horarios nocturnos. La AEE puede adaptarse y producir más en los horarios que haga falta. Con ese panorama, entonces debemos definir a la AEE que necesitamos, no al revés. De hecho, si esto se hiciera realidad, no necesitaríamos el equivalente producido por la carbonera de AES o la central de San Juan.

La transición que necesitamos es facilitar la integración de fuentes renovables sin nuevas penalidades como el escondido impuesto al sol. Al contrario, impulsar es incentivar verdaderas alianzas público-comunitarias. Sí, con la gente. Dirigir la política pública a que más personas puedan acceder al cambio sustantivo que representa la energía renovable. En cinco años, ¿cómo y qué se propone para alcanzar 10% o 20% de generación energética con renovables? Por favor, no responda con “necesitamos nuevas plantas de gas”. ¿Qué unidades existentes de fósiles no harían falta y entrarían en plan de cierre? ¿Qué tal cambiar las líneas de distribución de 4,160 voltios por unas de 13,200 voltios que permitan menos pérdidas y mayor integración de energía distribuida? 

Si la meta es 100% renovables para el 2050, lo que está sobre la mesa desde el gobierno y los sueños que nos traen de allá no son otra cosa que un duérmete tú. Por eso y mucho más, te invitamos a juntarnos para impulsar el futuro energético nuestro, haciendo aprovechamiento del mejor combustible disponible, el sol. Transición ahora. El 21 de abril, por la resurrección del Planeta, por democratizar el sistema energético y por un modelo de activación económica limpio y para todos, encontrémonos en Adjuntas, en la Marcha del Sol.

Este escrito se publica simultáneamente en 80 grados y la Perla del sur

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