Abrir la ONU a toda la humanidad

Especial para En Rojo

El próximo domingo, la Organización de las Naciones Unidas(ONU) recuerda el 24 de octubre de 1945, cuando se proclamó la Carta de las Naciones Unidas. Ahora, 76 años después, la ONU sigue siendo necesaria. Sin embargo, es urgente hacer que la ONU pueda representar a toda la humanidad y no sólo a gobiernos. La paz, la justicia entre los pueblos y el cuidado de la Tierra son asuntos demasiado importantes como para dejarlos sólo en manos de técnicos y gobernantes. Un principio jurídico de la antigüedad decía: «Lo que concierne a todos debe ser tratado por todos». En las últimas décadas, se han hecho varios intentos de caminar en esta dirección. En 1992, mientras la ONU reunía a jefes de Estado en  “Río 92”, movimientos y organizaciones sociales han hecho “La cumbre de los Pueblos». En los fines del siglo XX, en Chiapas, los zapatistas han promovido tres «Encuentros de la Humanidad por la Vida y contra el neoliberalismo». En 2001 se han iniciado los foros sociales mundiales. Aún hoy, ese proceso sigue vivo, aunque requiere constante renovación y adaptación a las nuevas realidades del mundo.

Este 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, 40 líderes de diferentes religiones se reunieron en el Vaticano y lanzaron un llamamiento a la ONU en defensa de la Tierra y para detener el cambio climático. Esta Declaración habla en nombre de las religiones. Sin embargo, si no cambiamos el sistema económico que domina el mundo, en pocas décadas, no habrá salvación para la vida en el planeta. En octubre y noviembre, la ONU celebrará dos conferencias mundiales, una sobre la biodiversidad y otra sobre cambios climáticos. En éstas, los gobiernos podrán aprobar algunas medidas de protección ecológica, siempre que no toquen los intereses y beneficios de la élite financiera internacional. Hoy, las organizaciones que dirigen el destino de la humanidad, más que la ONU, se llaman Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial. Estas organizaciones deciden el destino del mundo. Es necesario cambiar eso.

Los pueblos originarios nos enseñan que el Buen Vivir puede ser paradigma de civilización de paz y justicia para toda la humanidad. La sociedad civil se está movilizando en campañas y luchas en defensa del Agua como bien común de la humanidad y derecho universal de todos los seres vivos. Colectivos como el Ágora de los Habitantes de la Tierra y la Conferencia Internacional de los Pueblos proponen que se desarme el aparato armamentístico que amenaza la Vida en el planeta. Esta lucha pacífica por Paz, justicia y cuidado con la madre Tierra, partiendo de los más pobres corresponde a lo que, en el evangelio, Jesús propone como «vida en plenitud», o vida de calidad (Cf. Jn 10, 10).

El autor monje benedictino y escritor.

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