Actuaciones y contratos que deben ser transparentes

Por Cándida Cotto/CLARIDAD

ccotto@claridadpuertorico.com 

La oficial de Prensa de la Fortaleza Dennise Pérez desmintió que pertenezca a la Junta de Directores del National Talent Academy (NTA). A preguntas de CLARIDAD, Pérez contestó por escrito que desde el 2016 no pertenece a su junta.

La NTA, que administra una escuela chárter en Arecibo, ha sido objeto de denuncias por parte de dos comunidades escolares, la Escuela Ecológica de Dorado y otra escuela elemental de Bayamón, por su solicitud de convertirlas en escuelas chárter; pero más aun por la actitud burlona contra los maestros y padres de ambas escuelas por parte de sus principales ejecutivos, la cantante Deddie Romero y el comediante Albert Rodríguez. En la pasada edición del 4 al 16 de abril, en la sección En Rojo, CLARIDAD publicó el artículo La Cantante y el Bufón; la farsa de las escuelas compraditas, en el cual se da cuenta de que Pérez ocupaba el puesto de vicepresidenta de NTA, según figura en el Informe Anual de 2017 de esa organización.

La Oficial de Prensa de Fortaleza adujo que le corresponde a NTA actualizar esa información ante el Departamento de Estado y que había entendido que eso había sido aclarado por ellos: “Mi última participación en una reunión de Junta fue en el 2015, años antes de que se comenzara a discutir públicamente el proyecto de escuelas alianzas”. Añadió que jamás devengó sueldo o cobró dietas por esa participación.

Declaró que el puesto de oficial de Prensa de la Fortaleza es uno de confianza y que desde la misma fecha de su nombramiento en enero de 2019, “no tengo contratos ni en el sector público ni en el privado. Tampoco pertenezco a juntas de organizaciones sin fines de lucro. Trabajo única y exclusivamente para La Fortaleza”.

Por su parte, CLARIDAD consultó a la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) respecto al nombramiento. La oficial de Prensa de OEG Jennifer Rodríguez confirmó que esa oficina no ha recibido ninguna consulta respecto al contrato, ni de parte de Pérez ni de La Fortaleza.

CLARIDAD pudo constatar que, de acuerdo con el Informe de Registro Anual del Departamento de Estado (DE), en el último informe que presentó NTA en el 2017, Dennise Pérez aparece como vicepresidenta. Este mismo cuatro de abril, la NTA solicitó una prórroga para la entrega del informe del 2018, aplazamiento que les fue otorgado. 

El exrepresentante Víctor García San Inocencio, profesor de Derecho y de Administración Pública, sugirió que, por las dudas, la funcionaria debería de hacer una consulta con la OEG; aunque aclaró que no es lo mismo ser contratista que tener un nombramiento de los que requieren aprobación de Cámara y Senado. Según este, no cabe duda de que en los puestos para los que se requiere aprobación legislativa aplican las normas de restricciones contractuales, tanto cuando ocupan el cargo como cuando se van. En el caso de una persona bajo contrato y con una relación con una entidad sin fines de lucro, es mucho más difícil encontrar los elementos de conflictividad, y todo depende de si ese empleado está en un área determinada donde no tiene acceso, ni utiliza, ni tiene que ver con autorizar, ni participar con una gama de asuntos, por lo que no tendría impedimento de tratar con terceros.

García San Inocencio, quien como representante por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) perteneció a la Comisión de Ética de la Cámara durante dos términos, describió que por una vereda poco ortodoxa, no sólo la presente administración, sino también la anterior, empezó una pauta de contratación de funcionarios a quienes sacan de la órbita de lo que debía ser el nombramientos de jefes de agencias con la confirmación de Cámara y Senado, creando una anomalía. Ese fue el caso de la ahora exsecretaria de Educación Julia Keleher, quien fungió como secretaria del DE y de asesora de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF).

“La anomalía es que si de repente eres secretario de educación, pero trabajas y te paga otra entidad, tienes una dualidad que de por sí misma puede ser conflictiva en ese momento. Esa conflictividad, lejos de borrar la apariencia de conflicto, cuando se sale de la posición de secretario, te acompaña porque no puede interpretarse que la ley de Ética Gubernamental fue abolida por ese tipo de contratación que yo llamo no ortodoxa o híbrida”. Expuso que cree que este tipo de nombramiento no es constitucional. 

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