Adaptación de novelas al cine

 

En Rojo

Cuando terminas de leer una novela que te transporta a otro mundo en una lectura tan intensa que a veces rehúsas llegar a su fin, lo que no quieres hacer es ver una versión fílmica porque puede destruir el mundo imaginario que acabas de crear. Recordemos la novela de Isabel Allende La casa de los espíritus/The House of Spirits(1993). Pero otras veces tenemos recuerdos muy gratos de versiones fílmicas de las novelas gigantescas de Leo Tolstoi, Anna Karenina(desde Greta Garbo hasta Keira Knightley) y La guerra y la paz(desde las extraordinarias versiones rusas hasta la mini serie de 2017) en sus múltiples versiones a través de los años. Los tres filmes que comento son excelentes adaptaciones que, si no han leído los libros, lxs harán ordenarlos para poder saborear desde otra perspectiva estos textos tan reveladores.

Howards End(4 episodios, 2017-18, Prime)

Sin duda, la 1era adaptación de la novela de E. M. Foster de 1992 es una obra de arte en manos del director James Ivory, la guionista Ruth Prawer Jhabvala y los increíbles actores Emma Thompson (quien arrasó todas las premiaciones por Mejor Actora ese año) y Anthony Hopkins. Lo que hace de esta serie igualmente cautivante es la posibilidad de incluir más detalles y profundizar en todos sus personajes como en la novela. Esa es la diferencia de dos horas y media de filme y cuatro horas de extensión de la serie. Aquí el personaje de Henry Wilcox, el patriarca de la familia que ha hecho su dinero en negocios legales y otros turbulentos, lo interpreta Mathew Macfadyen, conocido inicialmente por la serie de BBC “MI-5” y luego por otra serie muy interesante, “Ripper Street”, y el famoso Mr. Darcy en la versión de 2005 de Pride & Prejudice. Macfadyen le da otra interpretación al hacer a su personaje más seguro de sí mismo como hombre de una clase social adinerada cuyas decisiones se cumplen y nunca cuestionan. Cuando alguna mujer, especialmente Margaret (Hayley Atwell) y Helen Schlegel (Philippa Coulthard), ofrece un argumento alterno al suyo, se ve confundido por no entender que esto sea posible bajo los reglamentos aprendidos en su clase social.

Es una novela y serie de época (principios del siglo XX) que cuestiona la división de clases y los roles asignados a hombres y mujeres. Margaret y Helen pueden ser mujeres modernas que deciden no casarse o tener “affairs” (después que no sean muy públicos ni tengan consecuencias como quedar encinta), formar una familia con hermana, hermano y tía, viajar solas o con chaperonas, tener una vida independiente en Londres y ser parte de los círculos culturales y socializar con otras clases que crean afines. Pero esta intersección entre ricos (los Wilcox) y la clase media baja—con educación y destrezas, pero con salarios y viviendas inestables (los Basts), resultará en roces y conflictos casi imposible de remediar.

Normal People(12 episodios, 2020, HULU)

Tanto la novela como la serie nos hace sentir parte de la vida de los jóvenes, Marianne y Connell, desde la 1era página y 1era escena y esto se sostiene a través de las 285 páginas del libro y de cada episodio de media hora. Todas las actuaciones, pero especialmente Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal, le dan una intimidad a sus papeles que nos mantiene ensimismados en los detalles de cómo dos adolescentes sobreviven su transición de escuela superior y universidad dentro del sistema de educación europea. Es genial cómo la autora, la joven irlandesa Sally Rooney, transmite las inseguridades, muchas veces desgarradoras e incomprendidas, de una joven protegida del mundo real por su clase social pero que en la escuela es la que no sabe hacer amistades y de la que todos parecen burlarse por ser tan intelectualoide (siempre leyendo libros en vez de entrar en los chistecitos del grupo). Pero su profundidad de personaje no se circunscribe a la chica Marianne, sino que abarca ese otro mundo aficionado a la masculinidad a través de Connell que quiere pertenecer al grupo, burlarse de lo que todos se burlan, tener sexo y luego reducirlo a chiste al hablar de las chicas, ser aceptado y popular entre su grupo. ¿Cómo lograr esto cuando se tiene una sensibilidad diferente? Aunque Marianne dice no importarle lo que dicen sus compañeras de clase de ella y si los chicos se burlan de ella por su vestimenta y sus actitudes, nadie quiere sentirse solo en una clase graduanda en un pueblo chico.

La trama/historia sigue ese forcejeo de sentimientos ocultos y otros manifestados en su último año de estudios en Carricklea y luego en Dublin donde ambos son aceptados en Trinity College. Esos años de estudios y nuevas socializaciones, viajes y novios y novias que añaden experiencias vitales se expresan siempre desde la intimidad, con todas las inseguridades que son parte de la formación de cada unx de nosotrxs.

Patria(8 episodios, 2020, HBOMax; directores Aitor Gabilondo, Félix Viscarret, Oscar Pedraza)

El escritor vasco Fernando Aramburu es el autor de esta excepcional novela publicada en 2016 y receptora del Premio Nacional de Narrativa y Premio de la Crítica de la Asociación Española de Críticos Literarios y Aitor Gabilondo es su guionista. Supe de su existencia cuando Mayra Montero la menciona en una de sus columnas y tengo la suerte de conseguirla precisamente en la estación de tren de Sevilla. Vi el 1er episodio en HBOLatino para luego completarlo tan lento y doloroso como podía en HBOMax. Y como dije de las series anteriores, fue como releer un hermoso libro. En el pequeño pueblo donde todos se conocen y se miden según su identificación con la patria vasca (Euskadi), narra las andanzas, encuentros, celebraciones de dos familias tan compenetradas que en vez de amistades parecen parientes. Hay sus diferencias, pero parecen convivir sin grandes problemas porque todos comparten los mismos deseos para el bien de sus hijos, el sentido de aventura de los hombres de correr bicicleta, el esfuerzo de ambos de proveer para su familia, mientras las mujeres comparten las tareas que esta sociedad conservadora ha trazado a ellas: cocinar, cuidar de la casa, los hijos y la familia y ayudarse en tiempos de crisis. Txato (José Ramón Soroiz) es dueño de una pequeña empresa de camiones y Bittori (Elena Irureta) se encarga de sus dos hijos Xabier (Iñigo Aranbarri) y Nerea (Susana Abaitua). Joxian (Mikel Laskurain) trabaja en una fábrica, mantiene un huerto casero para su satisfacción personal y Miren (Ane Gabarain) se ocupa y preocupa por sus tres hijos: el mayor Joxe Mari (Jon Olivares), Arantxa (Loreto Mauleon) y el menor, Gorka (Eneko Sagardoy). Pero debajo de esta amistad de tantos años, el movimiento de independencia vasca va abriendo una brecha que con el surgimiento de la ETA (Euskadi Ta Askatasuna/País Vasco y Libertad), destrozará los lazos afectivos de estas familias.

El presente de la historia es San Sebastián/Donostia 2011 cuando ETA anuncia el fin de su actividad armada y el pasado escalonado se desarrolla en un pueblo de Guipúzcoa. La normalidad de estas dos familias parece quebrarse al momento en que Txato es denunciado con grafiti en su casa, su negocio y todas las calles como un traidor por no pagar la extorción que le impone la ETA. De pronto, su círculo de amigos desaparece y su mejor amigo no se atreve dirigirle la palabra en público. De pronto, Bittori no consigue que le vendan comestibles en la tienda y Miren le vira la cara. Al principio, sus dos hijos no se enteran porque estudian en San Sebastián. Igualmente, lo que antes era comidilla sobre nacionalismo, ahora se vuelve un pacto de sangre y varios jóvenes, incluyendo a Joxe Mari, son reclutados para llevar a cabo los secuestros y asesinatos marcados por ETA. Y como sucedió en la Guerra Civil Española y el pos franquismo, las rencillas familiares y vecinales se vuelven “políticas” y vengativas. Pero lo maravilloso de esta novela y serie (con un reparto de ensueño) es que también profundiza en las relaciones madre/hija e hijo, los amores conflictivos entre novios y casados, fidelidad y verdades que separan dentro de las familias y, sobre todo, la inmensidad del significado de la palabra perdón.

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