Administrando la dependencia

Por René Marqués Velasco/Especial para CLARIDAD

El gobierno con sus sombrillas tiene una estructura organizacional similar a la divisional, la cual separa el área de planificación de la de ejecución (operacional). En Puerto Rico, la dependencia en recursos externos provoca que se priorice la planificación. Por eso, en tiempos difíciles, se presenta un presupuesto en el que se le reducen fondos al Centro Médico y a la UPR mientras se le aumenta a La Fortaleza, el Departamento de Estado y PRFAA áreas de planificación y cabildeo.

Nuestra economía depende de recursos externos incluyendo: inversión externa, deuda y transferencias federales. El gobierno de Roselló resolvía el problema económico mediante plan, plan, plan. Para atraer inversión externa contaba con el nuevo código de incentivos, para rehabilitar la deuda el plan fiscal junto a la Junta de Control Fiscal y para aumentar las transferencias federales la estadidad y el cabildeo.

Más allá del nivel de planificación debemos ir al nivel operacional donde se desarrollan los recursos y capacidades. Estos deben desarrollarse continuamente ya que sirven de atractivo a las industrias proveyendo mejor infraestructura, destrezas, suplidores, etc. y a la vez sirven para apoyar a la industria local con financiamiento, conocimiento, destrezas, etc.

Pero en nuestro País no se reconoce la importancia de desarrollar los recursos y capacidades. Los políticos, de ambos partidos principales, cosechan recursos que no sembraron ni cultivaron (mediante deuda y transferencias). Por eso, a nivel operacional, lo que hacen es repartir los recursos, mayormente provenientes del exterior, con criterios políticopartidistas. Esto ha servido de caldo de cultivo para una corrupción rampante que ha provocado la indignación del pueblo.

En el Departamento de Educación hay un historial de corrupción (i.e. Fajardo, Keleher (acusada) y desperdicio. Alrededor del 40% del presupuesto se va en contratos. A nivel operacional, en el salón de clases, la política del Departamento de Educación depende de una prueba, sin considerar cuan preparado está el estudiante para la escuela. En el sistema público el 77% de los estudiantes están bajo el nivel de pobreza, la cual crea limitaciones e incide en las oportunidades de obtener una educación adecuada. La intervención a edad temprana mitiga los efectos de la pobreza. En nuestro país, solamente un 34% de la población de 0-5 años tiene experiencias preescolares, correspondiendo al Departamento de Educación ( kínder y prekinder) un 11% del total. Por otro lado, el cambio en metodología de enseñanza depende de maestras innovadoras (i.e. método Montessori). Tampoco hay estrategias para desarrollar destrezas de autorregulación del comportamiento y las emociones. Como sociedad no cuidamos de nuestros niños y pagamos las consecuencias.

La UPR era la única institución con una fórmula para garantizar su desarrollo, por eso todavía tenemos país. Aunque no exenta de la política partidista, la UPR sirvió de herramienta para la movilidad social, produjo conocimiento, profesionales competentes y dio servicios a la comunidad ( incluyendo servicios médicos) lo que la convirtió en el proyecto social más importante. Al presente, está siendo desmantelada por el gobierno y la Junta.

El acceso a infraestructura de primera es un atractivo para las empresas foráneas, sin embargo, aquí su desarrollo no se considera importante. La AEE fue saqueada por políticos de ambos partidos con subsidios a los municipios, corrupción en los contratos y empleos innecesarios lo que la llevó a la ineficiencia operacional y la acumulación de pérdidas. La AEE emitió deuda por $9,000 millones y en lugar de poder invertir en plantas modernas, tuvo que utilizar los fondos para financiar las pérdidas. Por su parte, la AAA durante décadas ha desperdiciado la mitad de su producción. De Carreteras, ni hablar, cada cuatro años se ponen parchos.

En Puerto Rico una banca comercial conservadora limita el acceso al recurso financiero. El Banco de Desarrollo se supone sea una alternativa financiera a la banca comercial favoreciendo empresas que estimulen la economía. Éste, sin embargo, no se comporta como tal. En 2014 el 61% de sus activos estaban en inversiones financieras y solamente 30% estaba en préstamos. En áreas vitales como turismo, agricultura y manufactura tenía solamente el 9% de sus activos.

Las asociaciones de empresarios tampoco hacen su parte (i.e. Centros de adiestramientos especializados) prefiriendo el cabildeo, incluso en Estados Unidos, para obtener beneficios.

Un profesional o una empresa que no desarrolle sus recursos deja de ser competente. La sociedad que no desarrolla sus recursos y capacidades languidece. Urge una nueva cepa de políticos que promueva el desarrollo económico mediante el avance de nuestros recursos y capacidades. Hoy, el término “Puerto Rico se levanta” adquiere un nuevo significado y renace la esperanza.

El autor es profesor retirado de la Universidad de Puerto Rico.

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