Afrofuturismo o cambiar el presente para imaginar un futuro

 

Por Marissel Hernández Romero/Especial para En Rojo

Recuerdo estar hablando con una amiga y colega y mencionar Afrofuturismo. Ella con una risa de incredulidad me pregunta “¿Qué es eso? ¿Negros en el futuro?”.  De primera parecería que era una burla, pensar negros en futuro ¡qué locura! Comprendí que ella, como muchos otros, no entiende o nunca ha escuchado el concepto y que en realidad parece ser algo nuevo, aunque no lo es. Muchas personas lo asocian al éxito taquillero Black Panther estrenado en el 2018, pero desde los años 1950 (quizás antes) han existido producciones culturales y movimientos políticos y sociales que caen dentro de la sombrilla Afrofuturista. 

Pensar el Afrofuturismo fuera del contexto de Afroamericano es inusual. La mayoría de los estudios sobre Afrofuturismo se centran en la producción de EE. UU. e ignoran otras diásporas y comunidades negras y Afrodescendientes. Muchos estudios no toman en consideración las interconexiones sociales, políticas, económicas y culturales con otros países en América Latina, el Caribe, Europa, Asia y el mismo continente africano.  Desde que comencé a estudiar y trabajar el concepto he insistido que es necesario entender el Afrofuturismo en un contexto Transafricanista y Afrodiaspórico considerando todas las comunidades negras y afrodescendientes.

El término Afrofuturismo se le acuña curiosamente a Mark Dery, crítico cultural blanco, quien en su ensayo “Black to the Future” lo define como “ficción especulativa que aborda temas y preocupaciones de los Afroamericanos en el contexto tecnocultural del Siglo 20. Y de una manera más general, Afrofuturismo es una significación Afroamericana de la apropiación de imágenes de tecnología que ayudan a mejora artificialmente el futuro”[1]. Desde entonces muchos académicos, escritores y gestores culturales y políticos negros se han reapropiado del concepto desarrollando múltiples definiciones sobre qué es Afrofuturismo. Entre los trabajo que se destacan está el libro Afrofuturism: The World of Black Sci-Fi and Fantasy Culture (2013) por Ytasha L.Womack, donde la autora define Afrofuturismo como “una intersección de imaginación, tecnología, futuro y liberación” y también el Manifiesto Mudano Afrofuturistaque apareció en 2013 que rechaza la idea del espacio sideral o ciberespacio como lugares inclusivos. Y es que, de qué sirve imaginarse en otros espacios si los prejuicios y discrimen para con las personas negras no se han resuelto. 

Aunque no es hasta el 1994 que se comienza a utilizar el término Afrofuturismo para definir la producción cultural concebida por la población afrodescendiente y negra en Estados Unidos, desde finales de la década de 1950 principios de la década de 1960 ya había manifestaciones Afrofuturistas. Se considera como uno de los pioneros del Afrofuturismo al músico Afro Estadounidense Sun Ra (1914-1993) y su propuesta de Ciencia de los Sonidos. Sun Ra proponía la experimentación de sonidos para provocar una reacción en las personas, obligarlos a mover y así lograr un cambio. Eventualmente se conoció este tipo de música como Space Music.

Sun Ra. Foto tomada de la página openculture.com

También son considerados Afrofuturistas la reconocida escritora Octavia E. Buttler (1947 – 2006), el artista de descendencia haitiana y puertorriqueña Jean Michel Basquiat (1960 – 1988) entre otros. Es común asociar El Afrofuturismo exclusivamente con la ciencia ficción y la ficción especulativa, pero como se puede apreciar con los nombres mencionados, el Afrofuturismo es artísticamente multidimensional en el sentido que puede tomar, y expresarse, por varios medios artísticos.  

He notado que para definir Afrofuturismo muchos lo hacemos desde la experiencia particular. Después de haber estudiado múltiples y variadas definiciones también he desarrollado la mía, desde mi realidad como mujer negra caribeña que especula con un posible futuro. Aunque es cierto que el Afrofuturismo es sobre el uso de tecnología y viajes interespaciales, la realidad es que es mucho más que eso. Para mí Afrofuturismo es sobre destacar héroes y heroínas, reales o ficticios. Propongo que lo entendamos como un movimiento artístico, político, social y cultural, cuyos protagonistas son las personas negras y afrodescendientes. Puede ser visto como una sombrilla teórica que permite otro tipo de acercamiento a la producción cultural (arte, literatura, música, cine, etc.) a la vez que propone otro estilo y filosofía de vida desde una visión de una persona negra. Asimismo, sugiero que el Afrofuturismo invita una revisión del pasado, y con esto no me refiero solo una mirada a la esclavitud sino a un rescate afro-céntrico que va desde luchas por los derechos civiles a un estudio sobre religiones, filósofos, científicos o personas influyentes que han quedado olvidados a través de los años o fueron considerados villanos o traidores. Por eso considero como Afrofuturista a Althea Gibson, primera mujer negra en jugar en el campeonato de Wimbledon en 1951 o Daisy Bates quien ayudó a fundar uno de los primeros periódicos dedicado completamente al Movimiento de Derechos Civiles o personalidades como Malcom X (1925 – 1965) o Muhammad Ali (1946 – 2016) cuyas acciones incomodaron a miles. 

Muhammad Ali. Foto por Stanley Weston/Getty Images tomada de la página biography.com

Y es que sobretodo y lo más importante, el Afrofuturismo piensa e intenta cambiar el presente como lo hicieron ellos en su tiempo. El Afrofuturismo propone otro mundo, no en el espacio sideral, sino aquí en la Tierra considerando la situación actual, preguntándonos ¿dónde estamos los negros y los afrodescendientes?

Puerto Rico también tiene sus Afrofuturistas. Son artistas, performerxs, escritorxs, activistas sociales y políticos y educadores que intentan cambiar nuestro presente, el ahora y lo mundano pensando y creyendo en otro Puerto Rico. Aunque a veces es difícil pensar en el futuro cuando casi diariamente nos levantamos con la noticia de un asesinato o un intento de borrarnos mediante la violencia, estas personas cansadas de la violencia contra las personas negras han desarrollados diversos proyectos desde sus trincheras especulando lo que sería un Puerto Rico o un Mundo sin racismo, más inclusivo, menos violento. En mi artículo “Space Music and Rafael Cortijo:  Restless Sounds of Blackness”[2]propongo a nuestro músico Rafael Cortijo (1928 – 1982) como padre del Afrofuturismo no solo de Puerto Rico, sino que del Caribe pues este fue una de las primeras personas en tener un grupo musical compuesto solo por hombres negros, pero además sacó a la bomba y la plena de los barrios a un escenario internacional. Cortijo abrió las puertas a músicos como William Cepeda o Fabiola Méndez o el grupo Ifé entre muchos otros que experimentan con ritmos e instrumentos tradicionales fusionando con Jazz y otros géneros.

Foto de Ifé por Ricardo Alcaraz Díaz

Asimismo, tenemos el trabajo de La Colectiva Feminista en Construcción, un proyecto político desarrollado desde un feminismo negro que pretende impactar las políticas publicas de la isla. Otros proyectos políticos y sociales que plantean otro Puerto Rico son la Cátedra de Mujeres Ancestrales dirigido por la escritora Yolanda Arroyo Pizarro, el Colectivo Ilé, fundado en 1992, y la Revista Étnica que recién cumple su primer año. 

 Foto de Yolanda Arroyo Pizarro por Ricardo Alcaraz Díaz

Estos tres proyectos aspiran a erradicar el racismo ya sea visibilizando el trabajo de personas negras y/o afrodescendientes o a través del trabajo comunitario. En la performance y teatro están Las Nietas de Nonó, Awilda Sterling Duprey, Modesto Lacén y Javier Cardona entre otros. No olvidemos a Ana Castillo y su proyecto El verbo en la piel, la escritora Mayra Santos Febres, las académicas Marie Ramos Rosado e Yvonne Denis, Edda López y Ana Irma Rivera Lassen en el espacio político, More y Betún de Espicy Nipples y la lista es larga y se extiende. 

 Foto de Awilda Sterling Duprey por Ricardo Alcaraz Díaz

En la actual coyuntura donde estamos conversando y participando activamente por erradicar el racismo adoptar el Afrofuturismo como propuesta de cambio es necesario. Debemos comenzar a reconfigurarnos como pueblo a través de una propuesta que procure igualdad de derechos, humanidad y sobre todo participación equitativa en los espacios.  


[1]Esta y las siguientes citas son traducciones mía “Speculative fiction that treats African-American themes and addresses African-American concerns in the context of twentieth century technoculture – and, more generally, African-American signification that appropriates images of technology and a prosthetically enhanced future[…]” pg. 180

[2]Este artículo está bajo revisión y será publicado pronto.

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