spot_img

juan-forn

Advertismentspot_img

Nadar de noche

  Era demasiado tarde para estar despierto, especialmente en una casa prestada y a oscuras. Afuera, en el jardín, los grillos convocaban empecinados y furiosos la lluvia, y él se preguntó cómo podían dormir en...

Vas a soñar conmigo

  Cuando el jovencito Saul Bellow leyó por primera vez a Delmore Schwartz, en su cuartito de pensión en Chicago, supo al instante que ésa era la voz que había estado esperando y...

Un pañuelito bordado de blanco

Juan Forn* Maiacovski salía una noche de El Refugio de los Comediantes, del brazo de la hermosa Lili Brik, cuando volvió a su mesa a recoger la carterita que ella había olvidado. Larisa...

Me voy para reunirme contigo

  Lo primero que me atrajo a Charlotte Mew fue la extraordinaria combinación de su nombre y apellido; lo segundo fue la única foto de ella que se conoce, y lo tercero fue...

¿Qué sabemos de Bulgaria? / El pan de la tristeza

  Cuando la revista The Economista publicó hace unos años un lapidario informe sobre la Bulgaria poscomunista, caracterizó a los búlgaros como la gente más triste del mundo. Medio siglo antes, cuando el escritor Georgi...

Un problema que nos aqueja a todos: El mal dormir

  Creo que todos estamos durmiendo mal en estos días: no sólo los que están en cuarentena sino también los afortunados en fase 5. Porque, mal que nos pese, si hay un momento...

Cada libro encuentra su título

  Había una vez un escritor francés que logró volverse italiano. Así quería Stendhal que lo recordaran, aunque muy en privado confesara que cuando necesitaba decirse algo importante a sí mismo se lo...

Juan Forn confiesa por qué le gustan tanto los rusos.

  Por Juan Forn El año 1937 fue fatídico en la URSS: Stalin desató la primera de sus purgas salvajes. El plan era erradicar las excrecencias del pasado. El padrecito Josef no tenía los...

juan-forn

Advertismentspot_img
Traducir»