Bahía Urbana, no todo lo que brilla es oro

Foto Alina Luciano

CLARIDAD

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Un proyecto ridículo, pasado de moda y con grandes cuestionamientos legales es la apreciación del arquitecto y planificador Pedro Cardona Roig sobre el anunciado proyecto de la nueva Bahía Urbana, en los muelles 6, 7 y 8 de San Juan.

Según presentado por el gobernador, Pedro Pierluisi, la directora del Distrito de Convenciones, Mariela Vallines Fernández, y el director de la Autoridad de Puertos, Joel Pizá Batiz, el proyecto a desarrollar tendrá un conjunto de islas flotantes ubicadas en la zona de la bahía, unas instalaciones deportivas, un anfiteatro al aire libre, un área de restaurantes, un bosque urbano de mil pies cuadrados y una torre de 200 pies de altura con una vista de 360 grados. El desarrollo y la administración del proyecto está en manos de las empresas Brisas Property Management y Caprock Partners mediante un arrendamiento por un término de 20 años, a razón de $100 mil al año y un aumento de un 5 % cada cinco años, además del 3% del ingreso bruto de la empresa.

Cardona Roig apuntó que el proyecto se desarrolla en terrenos públicos y que por lo tanto debió tener un proceso de subasta y no una negociación privada donde se adjudica un contrato a dedo. De hecho, los funcionarios públicos afirmaron en la conferencia de prensa que el proyecto fue uno por petición y que se concibió hace tres años.

Se sabe que desde hace años, la ahora secretaria de la gobernación, Noelia García, ha estado vinculada a este proyecto y que estuvo participando en la negociación, aunque no se sabe en calidad de qué ni en qué posición. “Pero ahora, como secretaria de la gobernación, se dice que tiene vínculos”, afirmó Cardona. Denunció, además, que ha habido conocimiento que desde La Fortaleza se ha estado negociando en privado terrenos públicos que se supone deben ir a subasta.

 

En términos del carácter del proyecto, el arquitecto expuso que sus imágenes son muy lamentables. “Cuando uno lo mira, se da cuenta, primero, que fue preparado por una firma que no conoce el contexto porque hasta en la manera en que se presenta la bahía de San Juan se nota que eliminan la Cordillera Central, eliminan Bayamón, Cataño. Eso me lleva a pensar quiénes son estos señores de Texas que están vinculados a este proyecto y cuál es su trasfondo y experiencias”.

Caprock Partners es una empresa que se dedica al desarrollo de almacenes.“A estas personas es que se les está dando un frente de bahía para que hagan un proyecto. No tienen experiencia en ese tipo de proyecto. Es decir, no hubo subasta, se le otorga a gente sin experiencia y las características del propio proyecto son muy lamentables”, recalcó.

En ese sentido criticó que el proyecto como un parque temático de mala categoría en el casco de San Juan que lo que hará será afectar lo que es el valor de los bienes patrimoniales únicos que tiene San Juan. “De pronto, se hace un desarrollo banal con bohíos, réplicas de estructuras que simulan estructuras del periodo colonial y con unas representaciones de catálogo, una decoración que no tiene nada que ver con nosotros, no tiene que ver con nuestra vegetación autóctona de costa, no resalta nada de lo nuestro. Lo que expone y proyecta es un futuro peor al presente”.

Aparte de eso, observó que está el aspecto de exclusividad, ya que se está diseñado para un público élite que viene a Puerto Rico a tener y que una experiencia exclusiva en sus megayates, en una experiencia desconectada totalmente del país. El arquitecto se refiere al anuncio en que se publicó una subasta para el desarrollo de una marina de megayates.

Cardona Roig comentó que este tipo de proyecto de parques temáticos se dio en los años 90 en distintas ciudades del mundo, pero hoy, en su mayoría, están abandonadas porque no fueron exitosos. Son construidos con material de poca calidad y aunque deslumbran por un breve instante, luego no son exitosos.

Añadió que en este caso se está hablando de crear una experiencia de chinchorreo en la bahía, lo que considera es incoherente si se mira a la luz de dónde deja esto la experiencia de lugares en pueblos que han creado sus nichos de chinchorreo.

Al coincidir con que el proyecto es uno ridículo para la entrada del Viejo San Juan, este planteó que debemos discutir si esa es la línea que debe seguir el VSJ, la de crear un centro de entretenimiento. “El país tiene extraordinarios arquitectos. Estoy seguro que localmente existe suficiente talento como para crear una alternativa a la que se presenta, de muchísimo mayor valor que eso, y por otro lado también hay muchos planificadores extraordinarios”.

De paso, hizo la observación de no estar seguro de que los planes de ordenamiento de San Juan vigentes permitan el desarrollo propuesto. “No los he revisado, pero de mi recuerdo de lo investigado de lo que fue el paseo de Puerta de Tierra, eso que se plantea allí, no estoy seguro de que esté a tono con la planificación vigente”, además de que ya existe el supuesto centro de entretenimiento que se llama Bahía Urbana.

Respecto al proyecto, hizo hincapié en que los frentes de playas urbanas existen en lugares que no tienen playas, pero que Puerto Rico tiene playas en el área urbana, por lo que hacer una réplica de una playa en ese lugar es una ridiculez importada, preparada por una mente extraña a este contexto. De hecho, el Plan de Mitigación Contra Peligros Naturales, Resiliencia, 2020, de la Junta de Planificación para el Municipio de San Juan, dice que San Juan tiene 27 playas en una línea de costa de 3.56 millas.

De igual forma, calificó de ridículo el desarrollo de un bosque urbano en una zona de mil pies cuadrados.

Otro aspecto que trajo a la atención es cuánto el Gobierno está subvencionando ciertos programas turísticos, como puede ser el recién inaugurado Distrito TMobil. Cardona Roig cuestionó si es razonable que el Estado subvencione esta operación. “¿Es eso algo que debemos subvencionar, tenemos que enajenar unos terrenos públicos para un proyecto de entretenimiento en la bahía de San Juan? Yo digo que no, en mi opinión eso no es razonable. No se puede justificar sin una subasta, sin una discusión pública. Tengo la impresión de que, igual que ha sucedido en otros casos, esto va a acabar recibiendo unas subvenciones del Estado y va a ser, nuevamente, algo lamentable”.

 

 

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