Bergman Island: los fantasmas en nuestro presente

En Rojo

Directora y guionista: Mia Hansen-Løve; cinematógrafo: Denis Lenoir; elenco: Vicky Krieps, Tim Roth, Mia Waskowska, Anders Danielsen Lie, Hampus Nordenson

Descubrí al director sueco Ingmar Bergman gracias a la serie de cine del Programa de Actividades Culturales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Así también descubrí a François Truffaut cuando entré a la sala de cine a ver Jules et Jim, mi primer filme extranjero ya que el cine en inglés era el normal. Ese cine extraño y profundo en sueco, tanto en blanco y negro como a color, con historias del presente y de un pasado desconocido, con ángulos y tomas extrañas, con temas confusos de la sexualidad, las creencias religiosas, los pensamientos y conversaciones no expresadas fue la atracción de The Seventh Seal (1957), The Magician (1958), The Virgin Spring (1960), Through a Glass Darkly (1961), The Silence (1963) y Persona (1966). Eran filmes difíciles que apenas entendíamos, pero que gracias a las notas de cine que recibíamos, podíamos tener debates que duraban días. Como ya la curiosidad me había picado—ya que ver a Bergman no era un placer—luego vi en estreno o en series de cine de la misma UPR, o de Cinearte, o del Instituto de Cultura, o en las rondas que hacía por los cines de arte de Nueva York, los filmes que dejaron una huella en mi memoria: The Passion of Anna (1969), Cries & Whispers (1972), Scenes from a Marriage (1974), Face to Face (1976), Autumn Sonata (1978) y Saraband (2003). Son historias íntimas de mujeres, en pareja con maridos, amantes, padres en extremo patriarcales, entre hermanas, madre e hijas. Ver a Bergman es sencillamente sufrir, pero como todxs somos medio masoquistas, las vemos una segunda vez o recordamos las escenas más impresionantes. Por eso Bergman Island (nominada para Palm d’Or en Cannes este año) es recordar y revivir esas historias que Bergman plasmó en el cine, pero ahora en los lugares donde vivió y filmó gran parte de su obra: Fårö. El filme estuvo en cartelera par de semanas en Fine Arts, pero deben estar pendiente de dónde y cuándo surja para que puedan compartir esta experiencia.

Chris (Vicky Krieps) y Tony (Tim Roth) son una pareja de autores y guionistas que han escogido aislarse en Fårö para inspirarse en este ambiente y a la vez tener espacio amplio y aislado para desarrollar sus ideas. Tony, director veterano reconocido, es el que saca tiempo para dar charlas y participar en encuentros durante su estadía. Mientras tanto, Chris se interesa por los detalles de la vida de Bergman tanto como hombre casado cinco veces con múltiples otras relaciones y padre de nueve hijxs, y como autor que agonizaba sobre cada historia a contar. Aparte de descubrir algo de las vidas de Tony y Chris—al igual que en los filmes de Bergman sólo tenemos acceso a momentos del pasado—nosotrxs lxs espectadorxas exploramos los diferentes espacios que Bergman habitó, los lugares donde filmó, las fotos que tomó o le tomaron, su archivo personal de películas, su biblioteca, su estudio con todo el mobiliario original y el archivo de sus manuscritos. Como si eso fuera poco, también nos integramos a un tour oficial (“Bergman Safari”) con Tony y uno más personal con Chris y Hampus (Hampus Nordenson), un estudiante de cine.

El filme también integra los silencios de los filmes de Bergman. Los diálogos cotidianos entre Chris y Tony son la ventana para imaginar, en este caso, lo que cada uno está escribiendo. Por eso son tan importante los espacios donde escogen escribir, los lugares a los que van en bicicleta, los caminos que descubren en un lugar donde hay que hacer un gran esfuerzo para encontrarse con otra gente. Y a esos lugares más poblados acuden ellos porque Tony va a dar alguna charla de su propio cine, porque hay algún conversatorio sobre Bergman o algún grupo de estudiantes lo quiere conocer y saber sus opiniones sobre cómo es el proceso de escritura y dirección. En todos estos “outings”, Chris es una espectadora ya que es una principiante para ese público, admirador, seguidor y crítico de Bergman. Lo sorprendente de Bergman Island es que es el guión de Chris, que tanto trabajo parece haberle dado, el que vemos como un filme dentro de este encuadre. Y es precisamente esta historia que utiliza la temática de las relaciones entre mujer y hombre y lo incompleto y turbio que siempre son para hacerlo un filme posBergman con visión de mujer.

Chris será la narradora del guión escrito, pero no filmado aún, que se transforma en otro filme que cuenta un encuentro entre dos ex amantes precisamente en este lugar donde Chris y Tony pasan su verano. Amy (Mia Waskowska) y Joseph (Anders Danielsen), a pesar de no haberse visto por muchos años, inmediatamente sienten el mismo atractivo del pasado. No es solamente la parte sexual, sino el pensar en la posibilidad de juntarse nuevamente a pesar de que cada uno tiene su propia relación. Ellxs, al igual que Chris lo hizo con Tony y con Hampus, exploran el mundo de Bergman a través de los lugares donde se hospedan, celebran y acompañan a una amiga mutua en su boda. Y, al igual que en la hermosísima novela y filme, The French Lieutenant’s Woman (autor John Fowles; director Karel Reisz; guionista Harold Pinter; protagonistas Meryl Streep y Jeremy Irons; 1981), se da el tercer nivel de la historia al finalizar la filmación y cada uno regresar a su casa. Hace dos años en celebración del centenario de Bergman, el Film Forum de Nueva York, presentó 45 de sus filmes. Anthony Lane escribió un excelente ensayo en el New Yorker: “The Immortal World of Ingmar Bergman” (febrero 7, 2018) que recomiendo como parte de este viaje a Fårö.

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