¡Bolívar, presente!

 

Por Marcelo Barros/Especial para En Rojo

Esta semana, el 24 de julio, nos recuerda el  nacimiento de Simón Bolívar en Caracas en 1783. El nació en una familia noble y rica de Venezuela. Perdió a sus padres muy pronto y tuvo como tutor a Simón Rodríguez, un filósofo que defendió la importancia de la educación para la liberación de la sociedad y propuso abrir las escuelas a negros e indígenas. Desde muy joven, Bolívar dedicó su vida à la liberación de Sudamérica. Dijo: «Aunque la guerra es la suma de todos los males, la tiranía es la suma de todas las guerras».  «Juro ante el Dios de mis padres que no dejaré que mi brazo descanse, ni que mi alma descanse, hasta que rompa los grilletes que nos oprimen.»  Con la bandera Libertad o Muerte, hizo marchar a 2.400 hombres a través de las selvas del río Orinoco y luego subió a los Andes por sus caminos helados. Quería liberar a todo el continente del colonialismo y de todo tipo de opresión. La marcha de 5.000 kilómetros a través de los Andes, a una altitud de 4.000 metros, se considera uno de los mayores logros militares de la historia. Su sueño era unificar América Latina. De hecho, logró liberar a seis países. Con los generales San Martín, Sucre y O’Higgins, comandó las luchas de liberación de Ecuador, Chile, Bolivia y Argentina.

A finales del siglo XIX, José Martí escribió: «A principios del siglo (XIX), desde las entrañas hasta las más altas cumbres, América se hizo hombre y fue Simón Bolívar. (…) El fue el líder, como un monte más alto que los otros y brilla eternamente. (…) «El tenía una única motivación: nuestra liberación. Su tierra natal era nuestro continente… Un hombre extraordinario. Vivía como si estuviera entre llamas y lo estaba. Lo que amaba y lo que decía ardía como fuego» (Obras Completas, v. 8, Nuestra América, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1975, pp. 251- 253 y 242 – 243).

En Venezuela, desde el inicio de este siglo, el presidente Hugo Chávez revivió y actualizó el espíritu del bolivarianismo, proponiendo profundizar sus tres propuestas fundamentales: 1 – Integrar todo el continente en una gran patria, con la autonomía de cada país y la solidaridad continental. 2 – Liberar al continente de todo imperialismo y dominación. 3 – Avanzar hacia una justicia socioeconómica y nuevo tipo de socialismo democrático, desde las culturas originales de América Latina.

En los últimos diez años, la guerra y el bloqueo económico promovido por el imperio crea mucho sufrimiento, pero no logra destruir los ideales revolucionarios del pueblo venezolano y la esperanza de todos/as  que luchan pacíficamente por un nuevo mundo posible.

El autor es monje benedictino y ha escrito más de 40 libros.

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