Buscan privatizar la UPR

CLARIDAD

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Los recortes impuestos por la Junta de Control Fiscal (JCF) al presupuesto de la Universidad de Puerto Rico (UPR) están concebidos con todo el propósito de disminuir su capacidad y favorecer a las universidades privadas. Es consenso en la comunidad universitaria, con excepción del ahora destituido presidente de la UPR y de la Junta de Gobierno, que el presupuesto de apenas $501 millones que le ha asignado la Junta no es suficiente para que la Universidad continúe su función como hasta el presente.

Si es evidente que las intenciones de la JCF quedan comprobadas en el presupuesto, vale traer a la atención que también están contenidas en el documento, “UPR Demographic Challenges: Adjusted by the Puerto Rico Fiscal Plan Demographics Projections”, preparado por la firma Advantage Business Counsulting.

El estudio de febrero del 2018, conducido por el demógrafo agrícola Lyman Stone, recibió críticas en su momento por considerar que sus proyecciones demográficas no eran correctas. Aunque los demógrafos en la isla reconocían que había un decrecimiento poblacional para el 2016, 2017 y post María, las de Stone fueron muy controvertidas porque estimaban una baja poblacional de hasta 19.4 % en una década.

La Junta utiliza este estudio y toma como punto de partida la idea de que en el 2020 en la isla habría menos de 3 millones de habitantes para construir un argumento de que por lo tanto a la UPR no se le debe permitir mantener su matrícula. Argumenta que eso tendrá como resultado una caída en la calidad del estudiante que reciba. Además, el documento dice que si se permite que la UPR se mantenga con su presupuesto y 11 recintos las universidades privadas, a las que menciona por su nombre, se verán afectadas por no tener inversiones exitosas. Por lo tanto, el documento sostiene que hay que reducir la UPR para no afectar al sector privado.

Como han denunciado la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) y los representantes estudiantiles, aunque el gobernador le asignó $94 millones, que fue la cantidad que recortó la JCF en el presupuesto del 2021-22, lo cierto es que contrario a lo que ha dicho el expresidente Haddock Acevedo, de que el presupuesto es manejable, ese dinero no lo puede utilizar como quiera porque son fondos federales del American Rescue Plan Act (ARPA), por lo que no son fondos recurrentes. Tampoco la presidencia puede utilizar como quiera los $100 millones del Fondo Dotal ni los fondos de investigación, ni los cerca de $900 millones en fondos externos restrictos.

El Recinto de Ciencias Médicas

A primera vista, el recinto que parece más afectado por los recortes de la JCF es el Recinto de Ciencias Médicas (RCM). Un miembro de ese recinto precisó a CLARIDAD que ni el rector ni la presidencia pueden disponer, por ejemplo, del dinero asignado para suplementar el pago de los 100 empleados del Plan de Práctica para Medicina. Si no hay médicos que supervisen a los estudiantes, no se puede tener un programa de práctica. Ese suplemento que se les da los médicos más allá de la escala básica es para que sea un sueldo no competitivo en el mercado y aceptable para ellos trabajar en la UPR. Aun así el 20 % de lo que se recauda del plan de práctica lo recibe la Universidad.

Aun siendo la universidad del Estado, un graduado en medicina del RCM al terminar tiene una deuda promedio que ronda los $60 y $70 mil. Esto va desde aquellos que sus padres pueden pagar, a estudiantes que lo han tomado todo prestado, que salen con $150 mil de deuda. Con los aumentos decretados por la JCF el costo de estudiar medicina en la UPR ha subido de $12 a $30 mil al año.

Mientras, la pretensión de reducir la matrícula y eliminar recintos incide en la posibilidad de que jóvenes graduados de la UPR puedan entrar al RCM, debido a las limitaciones de los entes acreditadores. Por ejemplo, la Escuela de Medicina está limitada a aceptar estudiantes en proporción a su facultad. El programa de medicina tiene que tener una proporción de entre 5 a 10 estudiantes por profesor, de supervisión directa en los años clínicos. En los años básicos, la proporción está limitada por la acreditación, por lo que no se pueden coger más de 110 estudiantes al año.

Igual la Escuela de Enfermería. Cuando los estudiantes están en la clínica no puede haber más de 12 estudiantes por profesor para supervisar. En la Escuela de Medicina Dental la supervisión es casi de uno a uno, ya que la supervisión es de manera directa. Comparado con otros recintos, el RCM   requiere una proporción de profesor por estudiante que no es la misma que la de estudiante por salón.

A la JCF le puede parecer poco el número de estudiantes que puede recibir la Escuela de Medicina. El número típico de solicitudes que recibe al año son alrededor de 900. De estas, se completan entre 400 a 500 y de ahí se entrevistan entre 160 y 200 para escoger 110. Este año, dijo la fuente, debido a la pandemia, han tenido la dificultad de que los estudiantes se han atrasado en tener acceso a los talleres clínicos para hacer sus prácticas y solo se escogieron 102 estudiantes.

La fuente aseguró que el presupuesto para el RCM no va a dar y que, de hecho, el presupuesto anterior a duras penas daba para manejar los gastos de la UPR. Aunque es cierto que los recortes se han manejado sin despidos, las consecuencias, al menos en el RCM, han sido el que la facultad es una senior en rango y en edad. Esta realidad se refleja en todo el sistema. Ya en el 2015, el 50 % de los que cotizaban en el sistema de retiro de la UPR tenía más de 50 años.

Pese a que la Junta parece estar enfocada en el RCM, el presupuesto consolidado más alto siempre ha sido el del recinto de Río Pierdas, seguido de Mayagüez y después por el RCM. Pero la facultad del RCM que requiere recursos más costos es la Escuela de Medicina, la cual tiene un presupuesto más alto que cualquiera de los recintos subgraduados.

El parecer de la fuente de CLARIDAD es que ninguna de las universidades privadas de medicina que hay en la isla podría ocupar el espacio del RCM debido a la inversión gigantesca que se requiere.

La Universidad de Puerto Rico tiene dinero

 Hay que traer a este análisis el hecho de que la directora de la JCF, Natalie Jaresko el pasado año se atrevió a sugerir que la UPR se fuera en quiebra bajo el Título 3 de PROMESA. No hay por qué dudar de que Jaresko es consciente de que las consecuencias de esta declaración es que, según el reglamento del Departamento de Educación de Estados Unidos, una universidad que se declare en quiebra no puede ser acreditada ni tener ningún tipo de fondos federales.

“Siempre nos ha preocupado la posibilidad de que al no poder ejecutar el plan de debilitar a la UPR, la Junta haga lo que pasó en una universidad de Chicago, que la tiraron a la quiebra y al año la reabrieron con otro nombre y contrataron a los profesores sin plazas permanentes ni beneficios marginales. No había retiro estatal”. Nuestra fuente no descarta que la “sugerencia” de Jaresko fuese un intento de intimidar a los universitarios.

Sin embargo, la realidad también es que la Universidad de Puerto Rico tiene haberes que son codiciados. “Hay entre $1,500 y $4 mil millones que les quieren meter la mano”. Según los estados financieros, se tienen casi $900 millones en activos de propiedades entre los 11 recintos y la colección de arte está valorada en $150 millones. Propiedades como las cuerdas de terrenos que hay detrás del recinto de Río Piedras, el recinto de Aguadilla, al lado del aeropuerto, el recinto de Ponce, que está verja con verja con el centro comercial Plaza del Caribe. “Todos sus terrenos son de alto valor en el mercado”.

Aunque la ley de la UPR dice que solo la Asamblea Legislativa puede autorizar el cierre de recintos y la venta de sus activos, la artimaña autoejecutable es bajar los números de su presupuesto y crear la crisis económica. Todavía quedan $1,600 millones en el fondo de retiro en efectivo. “La Junta   está también detrás de ese en instrumentos de inversión. Y hay un presupuesto de $1,500 millones, que aunque son partidas especiales del Fondo General que llegan a la UPR en propuestas, cuando se suma hay entre $3,500 millones que hay quienes quieren meterle mano”, concluyó.

 

 

 

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