Cabo Rojo sin plan de desalojo para tsunami

Por Cándida Cotto/CLARIDAD

ccotto@clarridadpuertorico.com

Si la respuesta de las agencias del gobierno a los eventos sísmicos está entredicho por su ineficacia y falta de planificación, otro ejemplo de ello lo es la ausencia de planificación ante la eventualidad de un tsunami, eventos que están atados a la actividad sísmica. El doctor en Política Pública de Salud, profesor Luis Alberto Alicea, quien vive en el sector Boquerón de Cabo Rojo, narró a CLARIDAD la experiencia de los caborojeños la madrugada del siete de enero que deja en evidencia la necesidad de una mejor planificación e información respecto a estos eventos.

Aun cuando el seis de enero en plena celebración  del Festival de Reyes en el poblado de Boquerón, hubo personas que sintieron el temblor de ese día, para otras pasó desapercibido. Pero cuando se dio el segundo temblor el siete de enero, la gente se montó en sus carros a esa hora para ir a la carretera 100.

El problema básico de lo que pasó ese día. La gente salió, más de mil personas, para la parte alta de la carretera 100 que casualmente tiene un espacio de área verde allí se ubicaron cientos de carros, para mi sorpresa con mucho orden. Lo que sucede es que la alerta de tsunami aunque ya la gente lo entiende y lo sabe, pero hay que dar una información precisa. El primer problema que veo ahí para manejar una de las primeras cosas es el conocimiento de los riesgos”.

Se refiere a que existen mapas precisos que indican las áreas costeras y sectores que son propensos a tsunamis. “Eso es una cosa que no se puede quedar en un mapa, el alcalde (se refiere al alcalde de Cabo Rojo) sabiendo que hay una gran cantidad de personas en toda la costa desde Mayaguez hasta Combate se tienen que poner a disposición esos mapas de que en cada colmado, cada barrio, en cada barra haya un mapa, que cada cual sepa y pueda ver claro si vive o no en una zona de tsunami y segundo cual es la ruta de desalojo”, dijo con énfasis el experto en políticas públicas de salud.

Resaltó que tanto una organización comunitaria y personal del municipio pueden reproducir los mapas adaptados a cada comunidad. “Eso no requiere de grandes fondos, ni de emergencias eso depende de la voluntad del gobierno local poder enlazar grupos comunitarios es suficiente para atender esto de forma eficiente, eso es falta de visión del alcalde”.

Menos mal que no lo hubo (se refiere al tsunami) pero el primer punto donde se falla antes de que llegue el tsunami es el conocimiento de los riesgos y las rutas de escape. Los que están frente al mar es obvio que están en riesgo pero en otros sitios me sorprendió que relativamente lejos del poblado de camino, al poblado de Boquerón es zona de tsunami básicamente porque está al mismo nivel del mar, un poco mas cerca y mas arriba ya no es zona de tsunami. Repito hay que tener conocimiento de los riesgos, hasta dónde llega la zona de tsunami y dos cuáles son las rutas de escape porque el problema es que todo el mundo estaba escapando para el mismo sitio. No se debe echar la culpa a la gente, la gente actuó de una manera racional y en orden”.

Recalcó la necesidad de que haya y se conozca el plan de desalojo porque no todas las áreas son propensas a tsunami. Por ejemplo hay áreas de Combate que no son propensas a tsunami, de camino a la carretera 100 también hay varios sitios que no son propensos a tsunami. “Todo el mundo se congregó en esa área porque no hay un plan de desalojo. De haber ocurrido de verdad un tsunami un montón de gente se hubiese quedado estancada sin necesidad”.

En otro aspecto que señaló se falla es en la falta de un plan de desalojo para actividades públicas multitudinarias.

El aviso o alerta de tsunami indicó es otro ángulo que hay que mejorar. “Se habla de que no hay sirenas, es cierto pero mucha gente llegó por una red informal de avisos, vecinos, familiares que se despertaron unos a otros. Hay que tener claro que  no todo el mundo tiene el alerta de tsunami en los llamados teléfonos inteligentes, hay que buscar que no se descanse solo en eso hay que tener sistemas redundantes de aviso. Una cosa es las sirenas y la otra es asegurar que haya redes informales, para las personas que no tienen teléfonos”.

Más allá de la falta de un plan de desalojo, conocer los sectores susceptibles, y un mejor sistema de aviso el doctor Alicea censuró la política del gobierno de continuar dando permisos para construcciones en la zona marítimo terrestre (ZMT).

La zona de tsunamis va muchísimo mas allá de la ZMT por lo tanto si todavía se dan permisos en esa zona se tiene que pensar que el Plan de Uso de Terrenos debe contemplar construcciones en esas zonas que sean muy selectas una cosa es un permiso para una casa, pero uno para un desarrollo considerable en esas zonas es un disparate y todavía se sigue haciendo”.

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