Casa de los Contrafuertes: Refuerzo para el arte y la cultura

No es casualidad que la arquitectura de la centenaria edificación “La Casa de los Contrafuertes”, enclavada en la plaza San José del Viejo San Juan, haya influenciado la denominación del lugar, pues acorde con la definición de la palabra “contrafuerte”, varios pilares o arcos adosados a los muros refuerzan o sostienen esa construcción.

Tampoco es casualidad que los artistas Charles Juhász-Alvarado y Ana Rosa Rivera hayan querido conservar el nombre original de ese histórico edificio y adjudicárselo al proyecto cultural que emprendieron en 2012. Y es que a partir de ese año ambos gestores reactivaron el espacio –considerado patrimonio histórico y público, y custodiado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña– con la intención de desarrollar un proyecto que invitara a la confluencia de diferentes artes. Es así como la Casa en sí misma conforma un proyecto en el que se solapan o coinciden fotografía, literatura, música, performance, teatro, medioambiente y resistencia.

“Decidimos no quitarle el nombre histórico. Yo creo que muchos de los proyectos que estamos desarrollando aquí tienen que ver con la historia de este lugar. Aquí no venimos a imponer una nueva historia, sino que nuestro contrafuerte es todo ese legado que hace posible esto”, dijo Charles en entrevista con En Rojo.

Para el también profesor en la Escuela de Artes Plásticas y amante del diseño, esta iniciativa es la más importante y la mejor que ha podido desarrollar porque además de administrar la propiedad, ha servido de inspiración para crear algunas de las piezas que estarán exhibidas durante “el tiempo que sea necesario”. Destaca el hecho de que las exposiciones de la Casa, que desde mayo 2017 se ha consolidado como lugar de encuentro cultural, no tienen límite temporal. Aquí, en este centro localizado en la calle San Sebastián, no existe la rigidez de un museo o una galería, sino que importa “que hayan solapes y que cuando estemos juntos nos reforcemos”, manifestó Charles a la vez que reconoció que la libertad que respira el proyecto se debe a que no hay intervenciones administrativas ni de auspiciadores.

La Casa consta de varios puntos angulares: un jardín interior de plantas medicinales y comestibles, un escenario, un camerino, un café, varios salones para exponer, un salón de lectura, un taller de serigrafía y una residencia para artistas. En ese sentido, es un “espacio multidisciplinario, un modelo cooperativo. No es espacio para presentaciones individuales; lo que se presente tiene que concordar con todo lo demás. La idea del espacio es que sea uno colaborativo, en el que confluyamos todos y todas”, continúo el artista.

Al hablar de los orígenes del compromiso de los gestores con la Casa de los Contrafuertes, Charles señaló que todo comenzó en el 2012, cuando lo invitaron a participar en una edición de la Trienal Poligráfica, cuyo tema giraba en torno a artistas que trabajaban de forma colaborativa. En ese momento, propuso hacer algo a nivel de edificio. Solicitó uno en desuso que le permitiera desarrollar sus trabajos e incluir los de otros artistas. Casi orgánicamente, fue armándose un proyecto relacionado a la metáfora de una colmena, que era el pie forzado de la trienal. El artista recordó que aprovechó esa clave para ampliar la idea de que las abejas se conciben como un organismo integral al momento de trabajar en la colmena.

De otro lado, Charles enfatizó que un tema bien importante para la gestación de este espacio es el tiempo. “Hay muchas situaciones que nos aguantan y a mí me gusta ir adelante. Es bien importante para mí el cómo nos movemos en el espacio a través del tiempo”. Continuó explicando que en proyectos como este siempre se espera por permisos y propuestas para actuar, sin embargo “hay que aprovechar que estamos vivos… Me parece que este estancamiento y dilación tienen que ver con el colonialismo. Estamos metidos en un tiempo que no es natural, que no es el nuestro. ¿Cómo bailamos? ¿Cómo jugamos baloncesto con agilidad? Nosotros tenemos unas capacidades de movernos que no son las que se ven en proyectos así”, concluyó.

Énfasis en el Caribe y sus diásporas

Ana Rosa y Charles están concentrados en promover el trabajo colaborativo e interdisciplinario en la Casa y enfatizarlo en el Caribe y sus diásporas. Así que articular un proyecto sobre nuestra relación con Haití fue la respuesta a ese enfoque que pretenden realzar.

Desde el pasado mes de abril, en el segundo piso de la Casa se despliega la exposición “Haití aquí: honneur, respect”, la cual pretende “explorar cómo ha sido nuestra relación con Haití con el objetivo de que mejore, porque es una relación escasa o pobre”, reconoció Charles, quien fungió como curador de la muestra.

En esta exhibición hay trabajos realizados por puertorriqueños que se inspiraron en Haití y de artistas haitianos que estaban en manos puertorriqueñas o en colecciones. Las fotos son de fotoperiodistas puertorriqueños que fueron a reportar el desastre humanitario que dejó en el país hermano el terremoto de 2010.

“A mí me encanta la exposición porque no solamente es un examen, sino que yo quiero y creo que a la larga promueva una mejor relación con Haití. Aquí hay una combinación de fotos “fuertes”, cada uno de los fotógrafos da un relato de las circunstancias en las que se encontraron cuando tiraron la foto”, comentó Charles mientras le ofreció un recorrido a En Rojo.

Después del terremoto, Puerto Rico le devolvió una escuela primaria a Haití gracias al esfuerzo del Comité de Solidaridad con el Pueblo de Haití. En honor a esta encomienda que aún sigue comandando el Comité, la Casa reservó un espacio llamado “El aula”, el cual consta de una maqueta – realizada por Charles – que muestra el proceso de construcción de la escuela Solidarité. “Me parece que tiene que ver con la Casa de los Contrafuertes porque esos fueron unos individuos que se organizaron, consiguieron el dinero y los voluntarios, llevaron los materiales y la escuela está allí y está funcionando”, dijo Charles.

Esta muestra se tiene que observar en conjunto con la que custodia la Fundación Casa Cortés de Viejo San Juan, titulada “Haití aquí: a cuatro tiempos”.

“Construyendo con la historia”

“La idea es que estemos juntos en el proyecto, construyendo con la historia”, comentó el curador de la exposición. En ese sentido, han colaborado y participado en la Casa Petra Bravo, coreógrafa y bailarina que ofreció un taller de verano; Nibia Pastrana Santiago, performera que presentó el proyecto “Condiciones materiales para la ficción y la fatiga”; Mariana Sofía Lima-Espada, joven que exhibió su evento Mama Ángela en homenaje a la poeta Ángela María Dávila; y Teófilo Torres con su monólogo “A mis amigos de la locura”.

Otro ejemplo de colaboración con la Casa de los Contrafuertes es la séptima edición de la exposición “Pequeño formato”, del artista plástico y exprisionero político Elizam Escobar. El pasado jueves 24 se inauguró esta muestra, gestada además por Luis Maysonet y Luis Alonso. En esta edición participaron como invitados los artistas Ana Rosa Rivera y David Rodríguez.

“Que lo estudiantes vengan, crear una alianza con la Escuela de Artes Plásticas, hacer lo máximo para que el lugar se accesible a todo tipo de público, ver cómo los solapes nos refuerzan”, enumeró Charles algunos objetivos del proyecto.

“Contrafuertes es una búsqueda, un centro cultural de arte contemporáneo, un sitio de exploración”, concluyó el entrevistado.

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