Chile: tradición de lucha y democracia

Cuando Gabriel Boric nació, ya habían pasado trece años del golpe de estado militar que derrocó el gobierno democráticamente electo de Salvador Allende y Unidad Popular, y que sumió al pueblo chileno en un horror que duró casi dos décadas. Boric apenas tenía cuatro o cinco años cuando el dictador Augusto Pinochet, principal responsable del horror, fue obligado por la voluntad del pueblo a pasar el mando del Gobierno a una nueva opción de democracia en el 1990.Los militares asesinos habían apostado a hacerse los demócratas promoviendo una consulta del pueblo, y fueron derrotados.

Hoy Gabriel Boric, en una representación amplia de fuerzas de izquierda y progresistas, fue electo como nuevo presidente de Chile, en un histórico proceso que convocó una amplia participación popular, y en el que derrotó en segunda vuelta y por más de diez puntos porcentuales, al candidato de las fuerzas más extremas y recalcitrantes de la derecha chilena.
Al reconocerse su triunfo, el nuevo presidente, de 35 años de edad, prometió trabajar por un nuevo futuro para Chile, principalmente para traer nuevas oportunidades a los sectores marcados por el horror de la dictadura o por la exclusión, la desigualdad y la falta de oportunidades, que han sido consecuencias de las políticas capitalistas, neoliberales y depredadoras, de los gobiernos que han regido el país por los últimos 30 años.
En su saludo inicial, llamó por sus nombres y en sus idiomas, a los grupos indígenas originarios de Chile, por siglos maltratados y marginados. También trazó los lineamientos de una agenda económica y social que persigue incorporar a todos los sectores del país en un proceso para construir una nueva sociedad chilena, a partir de una nueva Constitución, con espacio y oportunidades para todos, todas y todes.
El entusiasmo cunde en Chile y en América Latina ante este resurgir de las fuerzas populares y la esperanza que esto representa para el querido pueblo chileno, tan heroico y solidario. El nuevo mandatario, curtido en las luchas estudiantiles y populares de los últimos años, tiene ante sí una oportunidad histórica única para reivindicar la verdadera trayectoria de su pueblo, que fue abortada por la dictadura, y que ahora resurge con nuevos bríos. Es importante que nunca olvide quiénes son los enemigos y quienes, los amigos del pueblo chileno.
Desde CLARIDAD y Puerto Rico, saludamos el triunfo de Gabriel Boric, heredero de la tradición de lucha y democracia popular que encarnó el siempre amado y respetado presidente mártir, Salvador Allende.
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