CHOCO ORTA: 30 años de sabor y saber.

Giancarlo Vázquez López / En Rojo

Creo que esta fue una entrevista distinta, guiada más bien por aquellos afanes de la adolescencia que un día me hicieron considerar la música como una profesión. Pero, como tantas otras veces, estaba confundido. Hoy, mi guitarra está adornando la sala como un grato recuerdo del pasado. Como un bastidor que conserva un alma vieja en medio de una habitación vacía. Quizás, esa alma vuelva a encarnar alguna día. 

Fue la primera vez que vi a Choco Orta en persona. Luego de presentarme e iniciar la conversación, motivado por conocer la fórmula para abolir el miedo que había aplacado en parte aquellos afanes musicales, no dudé en preguntarle inmediatamente a la veterana artista sobre la fuerza de su proyección en el escenario y como le hacía para imponerse ante el público con tanta agilidad. 

Choco Orta, me respondió con otra pregunta y luego añadió una respuesta simple, recordando la vez en que le comentó a Juan Luis Barry que estaba nerviosa porque tenía una presentación. 

La contestación del legendario músico cubano, con quién la artista tomó clases de piano, fue la anécdota de una ocasión en que la prensa le preguntó a la nadadora y actriz, Esther Williams, si se ponía nerviosa cuando le tocaba actuar o cantar en público a lo que ella respondió que por qué habría de ponerse nerviosa si ella sabía lo que iba a hacer, nervioso se pone el público que no sabe lo que yo voy a hacer.

Las palabras de Williams, evocadas por Barry, se volvieron una máxima en su vida, una marcha a seguir. “30 años después yo sé perfectamente lo que estoy haciendo en una tarima. Puedo colocarme sola en el centro del escenario, levantar los brazos y ahí brotan todos esos años de experiencia. Es una imagen linda, poderosa y bien espiritual”. 

Choco Orta: 30 años repartiendo sabor 

El siguiente tema en nuestro diálogo fue su más reciente producción Choco Orta: 30 años repartiendo sabor, el proceso creativo y los tópicos que caracterizan sus canciones los cuales son variados e hilvanan entre el desamor, la negritud y el feminismo principalmente. 

Una de las canciones de este último disco que más llamó mi atención fue El amor es libre, con Ismael “Maelo” Ruiz. La misma presenta la situación de una pareja heterosexual que luego de 6 años termina su matrimonio luego de que ella le admita a él que le gustan las personas de su mismo sexo. 

“Él le sugiere a ella intentar salvar la relación porque la ama, a lo que ella responde que está chévere pero le deja claro que no puede vivir en esa farsa y él respeta esa decisión diciendo no es preciso que te juzguen por amar una mujer”, abundó la cantante. 

“Como mujer libre pensadora y feminista creo que la equidad debe existir entre los géneros y el respeto a lo que tanto a hombres como a mujeres quieran hacer de sus respectivos cuerpos”, añadió. 

En general, explicó que en el proceso creativo de cada disco, cada tema es único distando de cada producción anterior “le das una fuerza, una esencia, un estudio”. 

Sin embargo, detalló que para la producción de Choco Orta: 30 años repartiendo sabor se ocupó de que fuera un trabajo especial para el agrado y el gusto de la gente. No fue hacer un disco por hacerlo tiene agarre y gusto, también distintos géneros musicales como baladas, salsa y chachachá. 

“Cuando produzco un disco es porque quiero que lo tengas en tu casa, que si te lo regalan no lo tires al zafacón como pasa con tantas otras producciones”, dijo. 

“Todo lo que yo he grabado a mi me gusta, que no cante todas esas canciones es otra cosa… si no lo compuse yo, lo compuso otra persona pero yo lo engroso, lo engalano”, dijo en referencia al proceso de crear el cuerpo de una canción. O como ella bien dice, de crear las inspiraciones, los soneos. 

Animada por las vivencias y todo el aprendizaje que le ha concedido su carrera artística, Choco Orta, decidió producir este disco en agradecimiento al apoyo que ha recibido en sus 30 años de carrera. “Ese ha sido mi norte, ser agradecida”. 

Choco Orta: 30 años repartiendo sabor debutó por vez primera en 2018 y tuvo un éxito rotundo. Cuenta la artista que esto fue razón suficiente para realizar el concierto 30 años y sigo… que produce junto a Antonio “Toño” Muñiz y el director musical Julio Badillo.

Choco, le deja saber a su público que sigue creciendo en todos los aspectos de la vida, tanto en su formación individual y musical, experiencias que quiere compartir el próximo 6 de abril, en el Centro de Bellas Artes en San Juan.

“Yo voy bien pesá para Bellas Artes –y recalca– bien pesá”. 

Artículo anteriorJussie Smollett, la mentira, y la historia real de violencia contra nuestras comunidades
Artículo siguienteA toda costa Vilches y Cardona