CLARIDADES: Octubre de 1935 Masacre de Río Piedras

 

El 24 de octubre de 1935, a eso de las 11:00am, en la calle Brumbaugh, la Policía insular asesinó a cuatro nacionalistas y un civil en lo que nuestra historia se conoce como la “Masacre de Río Piedras”.

Para comprender este suceso y su desarrollo hay que hacer mención de varios factores. En primer lugar el Presidente del Partido Nacionalista, Don Pedro Albizu Campos, venía de dirigir una huelga de los trabajadores de la caña de Fajardo, la cual se extendió por muchas centrales del país. Los sucesos del 24 de octubre, también se dan poco después de que el Partido Nacionalista hiciera público un plan para matar a la alta dirección del Partido en especial a su presidente. También fue sucedido de una información que el Partido le presentó al país, sobre el intento del doctor Cornelius Rhoads (miembro del Instituto Rockefeller en San Juan) de estar sembrando cáncer en los pacientes para así acabar con los puertorriqueños/as.

Para colmar la copa, el 10 de octubre Albizu Campos dio un mensaje en Maunabo el cual exhortó a los jóvenes a distinguir dentro de la educación universitaria el intento de convertir a los estudiantes en unos cobardes y traidores de la Patria y que los jóvenes debían ser valientes y viriles para defender los intereses patrios

Ante este discurso, 4 estudiantes avalados por la alta jerarquía universitaria intentaron realizar una asamblea el 24 de octubre para declarar a Pedro Albizu Campos “enemigo número 1 de los estudiantes universitarios”. Ante ese intento los nacionalistas estaban en los alrededores de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, pero ante la evidente cantidad de policías en el área muchos de éstos no llegaron a entrar a la Universidad. Fue entonces cuando un Policía identificó el carro que conducía el líder nacionalista Ramón S. Pagán junto a tres nacionalistas más. El agente hizo detener el vehículo de Pagán y se produjo un fuerte careo que degeneró en balacera. El primero en caer fue Pagán. Luego cayó Pedro Quiñones y finalmente Eduardo Rodríguez Vega. Dentro del auto se encontraba Dionisio Pearson que resultó gravemente herido. Mientras se da la cruel matanza, el joven nacionalista José Santiago Barea, teniente cadete de la República, desenfundó contra los policías en la escena. Una vez se le acabaron las balas, Santiago Barea se entregó y la Policía lo acribilló a balazos. En el tiroteo murió el paisano Juan Muñoz Jiménez, quien compraba billetes de la lotería cerca de la escena.

Según el periódico El Mundo del 25 de octubre de 1935 (Pág. 4.), “los testigos presenciales declaran lo contrario. La policía acribilló a tiros a mansalva a Don Ramón S. Pagán”. Según la Policía, la razón de los asesinatos fue impedir que se diera una interrupción en la asamblea estudiantil. La misma nunca se llegó a concretar y se pospuso para unos días luego.

En el duelo de los cuatro nacionalistas Albizu dio un discurso del cual compartimos parte: “Aquí se repite la historia de todos los tiempos. La libertad de la Patria se amansa con nuestra sangre y se amansa también con la sangre yanqui. Venid aquí a prestar un juramento para que este asesinato no quede impune… Juramos todos los que crean libres. Juramos todos que el asesinato no perdurará en Puerto Rico”.

En respuesta a lo sucedido en Río Piedras, el 22 de febrero de 1936, dos jóvenes nacionalistas ajusticiaron al jefe de la Policía Francis Elisha Riggs. Estos jóvenes nacionalistas de nombre Elías Beauchamp y Hiram Rosado, hicieron justicia por los mártires de Río Piedras. Ambos también fueron asesinados por la policía.

Edición de un escrito por Ángel M. Rivera Rivera y Ángel Pérez Soler, tomado del archivo de facebook de Dario Ortiz Seda

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