Comedias cuestionables: El ciudadano ilustre y La reina de España

Aunque no considero el filme argentino, El ciudadano ilustre, una comedia sino una historia muy seria de lo es un escritor y sus historias imaginadas y realizadas, así se mercadea para tener una audiencia más amplia en el mercado internacional (como el remake del filme francés Intouchables de 2011 ahora argentinizado como Inseparables). La reina de España, por el contrario es una comedia que tiene como referente La niña de tus ojos (1998) y que emplea una historia similar para atraer a un viejo y nuevo público.

El ciudadano ilustre

(directores Gastón Duprat y Mariano Cohn; guionista Andrés Duprat; cinematógrafos Mariano Cohn y Gastón Duprat; elenco Oscar Martínez, Dady Brieva, Andrea Frigerio, Nora Navas, Manuel Vicente, Julián Larquier Tellarini, Nicolás De Tracy, Marcelo D’Andrea, Belén Chavanne, Gustavo Garzón)

Este filme sorprendió a la crítica hollywoodense porque lo veían como una comedia agradable y nada más cuando fue escogida para representar a Argentina en los Oscares y pasó a ganar el Goya (Mejor película iberoamericana), el Ariel de México, el prestigioso Premio Forqué y dos premios en el Festival de Venecia. El talento de Oscar Martínez, como el escritor Nobel Daniel Mantovani, hace que la historia adquiera matices muy particulares dentro de situaciones reales e imaginadas. Desde que conocemos a Mantovani en su discurso de aceptación del Nobel de literatura entendemos que es un hombre difícil de tratar, insatisfecho con lo conseguido en su larga y reconocida trayectoria como escritor, con preferencia de mantener su vida privada en silencio y socializar lo menos posible. Su fama y dinero le permiten ser un recluso y todavía ser reconocido. Aunque el desarrollo de la historia es otro camino ficticio, el público (nosotrxs) conocedor, estudioso y amante de la literatura debe reconocer los referentes a Jorge Luis Borges, el nunca ganador del Nobel pero reconocido por todxs como la mayor influencia en la literatura latinoamericana.

En esta historia Mantovani recibe, entre tantas otras que ofrecen dinero y prestigio, una invitación a su pueblo natal, Salas, para recibir la distinción de “ciudadano ilustre”, ser reconocido por el gobierno municipal y ofrecer un cursillo sobre el proceso de escribir a un público variado pero interesado. Hace casi 40 años que se fue de Salas y esta sería la primera vez que vuelve aunque siempre ha sido su fuente de inspiración a pesar de vivir todo este tiempo en Barcelona. Salas es el Macondo de Gabriel García Márquez o Santa María de Juan Carlos Onetti y sus personajes son reconociblemente reales aunque el pueblo sea ficticio. Mantovani acepta la invitación por curiosidad de ver cómo ha cambiado o no el lugar donde nació y se crió, reencontrarse con gente de su pasado y también para compartir momentos más sencillos donde él pueda descubrirse nuevamente.

Mantovani tendrá contratiempos de transportación y movimiento ya que lo quieren llevar a todos los sitios y no le permiten el placer de caminar y perderse por caminos de la infancia. También irritará a varias figuras públicas por no acceder a lo que ellos entienden es uso y costumbre. Tendrá aventuras, conflictos y choques de personalidades pero siempre estará presente el lenguaje literario del narrador y autor y su continuo planteamiento de la diferencia o no entre la ficción y la realidad.

La reina de España

(director y guionista Fernando Trueba; cinematógrafo José Luis Alcaine; elenco Penélope Cruz, Antonio Resines, Santiago Segura, Neus Asensi, Rosa María Sardá, Jorge Sanz, Loles León, Javier Cámara, Ana Belén, Chino Darín, Carlos Areces, Mandy Patinkin, Arturo Ripstein,, Cary Elwes, Clive Revill)

El director Fernando Trueba ganó el Oscar por Mejor Película Extranjera en 1992 por Belle Epoque precisamente con Penélope Cruz y Jorge Sanz, dos de los que luego integrarían La niña de tus ojos en 1998. Ambos filmes son comedias “lite” a pesar de tener un contexto político muy real: la Guerra Civil Española y los primeros años del franquismo. En La reina de España ya han pasado más de diez años (es la década de 1950) y el repertorio del anterior filme se ha fragmentado. Macarena Granada es ahora una gran actriz de Hollywood ya que hay que recordar que no podía volver a España después de haber denunciado a Franco por la muerte de su padre en una de sus cárceles de presos políticos. Trini Morenos es su ayudante inseparable; Blas Fontiveros, director y antes amante de Macarena, acaba de salir de la prisión y va en busca de su anterior grupo de actores para reconectar con ellos y quizá encontrar algún trabajo; Rosa Rosales ahora tiene una pequeña compañía de teatro ya que está muy vieja para el cine; Julián Toralba, Castillo y Lucía son parte del grupo de cine que ahora filman en España (con la aprobación de Franco) la historia de la Reina Isabel con director, guionista y productor estadounidense.

El filme tiene momentos muy graciosos, especialmente por la manera en que todos se han reinventado. También está muy bien cómo aglutinaron pedazos de la historia en un solo personaje: Mandy Patinkin es el guionista blacklisted por Hollywood durante la era McCarthista —y por eso escribe bajo un pseudónimo— que fue parte de la Brigada Lincoln de los brigadistas internacionales que defendieron y pelearon junto a los Republicanos en la Guerra Civil Española. También se incluye a un nuevo y joven personaje, Leo (interpretado por Chino Darín, el hijo de Ricardo Darín, el maravilloso actor argentino que tanto admiro), que es parte de la resistencia existente al gobierno militar y represivo de Franco. Pero el gran problema del filme es su estereotipada presentación de la homosexualidad que es siempre motivo de chiste, de comentarios como que con el tiempo y la costumbre se puede revertir y lo peor (que todavía no entiendo cómo se pudo incluir): la violación de Julián por el actor americano como si fuera otro gran chiste.

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