Con café no se brinda

Por e.s. ortiz-gonzález/Especial para En Rojo

1. Descubro que en Puerto Rico hubo un funcionario que se llamó Sol Luis Descartes. Sol Luis fue Tesorero de Puerto Rico bajo la gobernación de Luis Muñoz Marín, luego activista por la estadidad. Su nombre, repito, era Sol Luis Descartes. Luis, el Rey Sol bajo la Francia monárquica. Descartes, el filósofo francés de la Ilustración.

2. Luis Muñoz Marín planifica ir de viaje por las Islas Vírgenes. Con él va, entre otros, Luis Palés Matos. Ese viaje coincide con la visita de una delegación proveniente de la hermana República Dominicana, que venía a entregar una condecoración por parte del dictador Trujillo. La memoria de la masacre haitiana estaba recién fresca.

3. Antes de irse de viaje, Muñoz Marín ordena a Sol Luis Descartes a recibir la comitiva dominicana con café y no con champán. Remata con la siguiente frase: “Con café no se puede brindar”. El café relega un evento político a lo privado, a lo íntimo, lo doméstico. El brindis es un evento público, y entre representantes de estado, el acuerdo de una fraternidad entre países. En la Antigüedad, brindar es volcar el contenido de una copa con la otra, así se aseguraba el destino común entre los participantes del brindis.

3. Un sobrenombre para Trujillo era “Chapita”. Luis Muñoz Marín describe esta situación como “un problema de hojalatería”. Esta frase y la de “Con café no se puede brindar” tienen el sello ebrio, inconfundible de Palés Matos. ¿Cuánta influencia tuvo Palés sobre Muñoz en torno a su resistencia al avance del bloque industrial bajo Moscoso? Muñoz, en una carta a Sánchez Vilella, le cuenta cómo le avergüenza que en el tramo de la Ponce de León haya más luces que el total de luces en la torre Eiffel. Esa carta es la base para lo que eventualmente se convirtió en “Operación Serenidad”, una intentona fallida por la cual a través de medios culturales se buscaba sofrenar el avance impetuoso en la industrialización en PR. Para Heidegger, Serenidad es el regreso del ser a la tierra frente a su dispersión. El avance tecnológico en el SXX ha logrado una dispersión del ser. Para Heidegger, la mirada a la tierra es el regreso del ser a lo esencial que posibilita el surgimiento de la pregunta.

4. Busqué, pero no encontré información sobre el encuentro de Sol Luis Descartes con la delegación trujillista. No vi reportes de prensa, no dudo que haya alguno. Me lo imagino. La sala de La Fortaleza. Descartes y la delegación dominicana sentados a la usanza de la visita doméstica, casual. Tazas de café, en la foto oficial la condecoración de Trujillo al gobierno muñocista se deja ver tímida, casi secreta, bajo un estrechón de manos, quizá. Mientras, Palés Matos y Muñoz Marín, los otros Luis, viajan borrachos por las Islas Vírgenes. La misma borrachera sin fin en esos fines de semana en que se reúnen los vates en la casa de Trujillo Alto. La borrachera celebra la salida galante a una situación comprometedora, y de ahí a una conversación intempestuosa y desconectada sobre cómo detener el avance del bloque de Moscoso. El poeta no fue expulsado de la República, porque no la había, mas su palabra no estuvo a la par de la ocasión. El susurro fue tardío. Palés susurra, y Muñoz repite: Serenidad.

2017-2019

Artículo anteriorNada puede impedir el amanecer
Artículo siguienteCongreso de ciencia ficción y literatura