Cuando el circo cesa:  la distopía y el trapecio

Por Roberto Alejandro

 

Quizás fue la celeridad de lo imprevisto.  O la realidad de que, por primera vez en la historia humana, un patógeno, sin pasaporte, sin rostro, lenguaje, o color de piel de migrante, y fuera de los radares de las retóricas de la xenofobia, arropó a gran parte del planeta en tiempo digital.

Calles desiertas.  No en Dakota, sino en Nueva York y California.  Subways silentes.  Aviones varados.  Cruceros vagabundos en busca de puertos donde atracar.

O quizás se trata de un asunto exegético:  por algún traspié en la escatología nadie habría notado que el apocalipsis es precedido por un ensayo, una emergencia teatralizada como atisbo y preparación ante la real.  Pero esto no puede ser.  La humanidad ha vivido incontables prefiguraciones de lo apocalíptico:  la plaga bubónica, el exterminio de millones de judíos, Rwanda, las guerras mundiales precedidas y seguidas por un ya normalizado etcétera.

 

Sea lo que sea, lo obvio es que el planeta se achicó.  De súbito.  Eso de la aldea global era harto conocido, pero nadie había imaginado un planeta reducido a un vecindario de cinco o seis calles y todas con siniestros simultáneos. El planeta se encuentra en una versión desprotegida de los versículos 5, 7, y 6 del salmo 91: terrores nocturnos, saetas diurnas, pestilencia que anda en oscuridad y mortandad que en medio del día destruye.

 

Con un nuevo patógeno estragando y aterrorizando a millones en el planeta, de pronto la precariedad de la vida política ha desbordado los oropeles que la cubren y, en Estados Unidos, cortó las sogas del trapecio y apagó la luz del circo.  La primera victima fue el “America First,” el emblema cómico del trumpismoy claveteado sobre gorras manufacturadas en China, Vietnam y Bangladesh.

America First

Apenas un mes atrás, la Casa Blanca sometió el presupuesto para el año 2021.  El mismo incluye recortes durante diez años de un trillón de dólares en Medicaid y Obamacare; una reducción de 182 billones en la ayuda para cupones de alimentos; y otro recorte de 21 billones para familias pobres con niños.   America First. Para el 28 de febrero, cuando ya Alemania había enviado 1.4 millones del equipo necesario para tomar muestras del Covid-19 a la Organización Mundial de la Salud, Estados Unidos había tomado muestras a cuatro mil personas.  Al 17 de marzo, ha analizado muestras de 56 mil personas (1 en 5,800).  Corea del Sur lo ha logrado con 274,000 (1 en 187).   America Last.

Algo puede explicarse por el hecho de que el CDC se apartó de las guías para analizar muestras trazadas por la OMS y optó por inventar sus propias guías para entonces toparse con las predecibles trabas burocráticas.

Ya en el terreno de la distopía, el CDC ha instruido al personal médico a que reutilicen las mascarillas y, de ser necesario, se amarren un pañuelo al rostro como, quizás agregaron, los forajidos en las antiguas películas de vaqueros.  America Last.

Al momento de escribir, un reportaje informa sobre la carencia de suministros para los laboratorios.

Todo se agrava ante el alto numero de personas sin seguro médico (27.9 millones). Según un dato publicado en el Washington Post:  “We have far fewer hospital beds per capita than other advanced democracies (2.4 compared to 12.2 in South Korea), which makes us particularly vulnerable to a pandemic.”

El circo:  Palin y Trump

El circo de la presidencia trumpiana, tambaleante, no podía interrumpir el espectáculo sin algún tantrum. Y el miércoles 11 de marzo, poco antes de un mensaje presidencial y televisado, una excandidata vice-presidencial se encaramó a un escenario y deleitó a su audiencia.  Había estado incógnita en un show con nombre de western, “El cantante enmascarado,” disfrazada de oso y vistiendo un atuendo de tonalidades rosadas, como el sol penumbroso en las tundras de Alaska.  Pero ese miércoles, el show reveló su identidad y Sarah Palin “rapeó” la canción “Baby Got Back” que incluye las líneas “I like big butts and I cannot lie.”  Las comillas que amurallan “rapeó” van como gesto caritativo para evitar describir un esgalillamiento.

Ese mismo día, el presidente se dirigió a la nación para leer el peor mensaje presidencial desde los faraones.  Apareció el señor presidente, más anaranjado que nunca, y con una no disimulada incomodidad por entrar a esa “prisión” de leer un texto solemne donde no podía improvisar su desdén ante sus séquitos ni imaginar las conversaciones íntimas de unos enamorados, como ha hecho en sus mítines, teatro y realidad del abismo contemporáneo.

Habló en un tono robótico, aburrido, como si estuviese leyendo la guía de teléfono y con la entonación de un niño resignado a ir frente a su clase para decir “los zapatitos me aprietan” o, en nuestros tiempos, aguajear algún rap que le ayudó a escribir su abuela. Tan pronto concluyó el mensaje sus ayudantes tuvieron que incluir las correcciones de rigor.  No, la prohibición de viajes de Europa no incluía a ciudadanos norteamericanos; no, no era cierto una veda a la importación de bienes europeos.

El estrago en el estragal

Por más de un mes, el presidente se dedicó a menospreciar la gravedad de la amenaza.  Sus ecos en Fox News, Pravda like, repetían la sabiduría de su líder. Estados Unidos, decía Trump, solo tenía 11 casos, el virus desaparecería en abril y, más bien en aguaje, solicitó dos billones para el sistema de salud.  En alianza bipartidista, el Congreso repudió la indiferencia presidencial y asignó ocho billones.   Pero el circo continuó:  se trataba, alegó Trump, de un hoax demócrata y de la prensa, incansables en perseguirlo.

En su visita al CDC, también el 13 de marzo, el presidente continuó en la dimensión circense:  el equipo para evaluar muestras ya estaba disponible: “As of right now and yesterday, anybody that needs a test [can have one], that’s the important thing, and the tests are all perfect, like the letter was perfect, the transcription was perfect,…”

Y allí mismo, frente a los expertos, se hizo Oedipus y entonó una oda a sí mismo: “I like this stuff. I really get it,” Trump said. “People are surprised that I understand it. Every one of these doctors say, ‘How do you know so much about this?’ Maybe I have a natural ability. Maybe I should’ve done that instead of running for president.”

Trump y el mercado de valores o la magia de lo inverso

La bolsa de valores no registró el mensaje del 11 de marzo o más bien entendió a perfección el vacío conjurado por Trump y su disartria.  Desde la mañana del jueves 12 de marzo el mercado bursátil pareció una chiringa sin hilo y en picada en el Gran Cañón.  Bajó 2,000 puntos.  El viernes 13 de marzo, la Reserva Federal anunció un recorte en la tasa de interés, una medida para incentivar los préstamos y la actividad económica en medio de la pandemia.  El mismo día, fecha de superstición, Trump declaró una emergencia nacional y cuando celebró la decisión de la Reserva Federal de lo único que pudo hablar fue de lo feliz que estarían los inversionistas.  El virus no existía.  Ni sus victimas, presentes o potenciales.  “The market will be thrilled,” dijo.

La bolsa de valores recobró bastante el viernes y la recuperación fue tan sólida que pudo durar un gran total de menos de 48 horas. Tan pronto abrió el lunes 16 de marzo el mercado se desplomó para igualar la peor tercer caída en sus 124 años de historia. Al viernes 20 de marzo, Wall Street termina su peor período desde el 1988, año divisorio que proclamó la Gran Recesión.

Prognosis y modelos

En lo económico, el horizonte ni siquiera tiene color.  Ha desaparecido en lo incierto. En lo vital, los escenarios son dimensión Dante.

Los escenarios, recogidos en modelos calculados por computadoras que evalúan fuente de datos y a la luz de variables hace entrega de sus veredictos, dibujan un panorama de desolación, casi unas horas antes del infierno. En la semana que culminó el 14 de marzo, el Departamento de Trabajo Federal recibió 281 mil solicitudes de ayuda por desempleo, una cifra que represento 70 mil nuevas peticiones en una semana.  Un incremento de semana a semana y tan dramático no ocurría desde el 2008.   Eso es ya historia antigua.  Más de tres millones buscaron ayuda ante el desempleo en la tercera semana de marzo, muy por encima del record establecido en 1982.

Estados Unidos carece de suficientes ventiladores, una deficiencia que ciertamente no puede ser atribuida a falta de previsión y sí a la magnitud de la pandemia. A pesar de la reticencia a informar números oficiales sobre cuántos ventiladores tiene Estados Unidos, NBC revela que la nación tiene 160 mil unidades y otras 8,900 en los almacenes del Strategic National Stockpile.  Algunos estimados sugieren la necesidad de 740 mil ventiladores para luchar contra la pandemia, una cifra que está muy por encima de lo existente.

Los escenarios mas letales estimados por el CDC son “fin de mundonescos.”  Entre 200 mil y 1.7 millones podrian morir.

“And, the calculations based on the C.D.C.’s scenarios suggested, 2.4 million to 21 million people in the United States could require hospitalization, potentially crushing the nation’s medical system, which has only about 925,000 staffed hospital beds. Fewer than a tenth of those are for people who are critically ill.”

El Houdini republicano

En el ámbito de la política pública, la pandemia ha desaparecido la filosofía gubernamental republicana y, hasta el momento, el debate ocurre en el terreno de lo progresista. El sanderismo reaparece, esta vez sin reconocimiento de la paternidad.  El líder senatorial demócrata, Chuck Schumer, exige que cualquier política de incentivos económicos sea dictada por el motto “Workers first.”

Las primeras dos legislaciones aprobadas fueron demócratas. La Cámara de Representantes impuso las pruebas gratuitas del Covid-19, licencias por enfermedad y más fondos para los desempleados.  Y ahora, cuando el Congreso considera enviar cheques a la ciudadanía, parte de un billón de dólares para amortiguar la desolación anticipada en individuos y corporaciones, estamos frente a otra versión del gasto público siempre avanzado por los demócratas.  En cuanto a la idea republicana, la única, eso de reducir impuestos a los ricos, está hoy “missing in action”.  Trump, por supuesto, la sugirió y fue ignorado. El economista Joseph Stiglitz propone el envío de $2,000 a cada persona con el entendido de que los ricos los devolverán cuando sometan sus planillas en el 2021. Para evitar equívocos, también insiste que no haya rescates financieros para las líneas aéreas, muy especial para Boeing quien ha repartido sus ganancias con bonos obscenos para sus CEO.   El New York Times se aparta de su timidez usual y apoya la propuesta de Stiglitz.

A manera de pausa

Con su método Mr. Maggo, la administración trumpiana ha ido descociendo muchos de los tejidos que sostienen y justifican a un gobierno.  La presidencia ha sido un show continuo de noventa mítines, el último el pasado 2 de marzo.  Con tres Secretarios de Defensa en tres años, cuatro directores de Home Land Security, tres Secretarios de Estado, y cuatro jefes de personal, es claro que el oligarca disfruta el caos de la ineptitud.  Todo quedaba excusado, en su mundo, porque la bolsa de valores retaba la gravedad.  Hasta que apareció el Covid-19 y canceló los mítines, enjauló al mercado bursátil en un invernadero, redujo significativamente sus tuits y estropeó sus viajes a los campos de golf.

El Covid-19 ha hecho mucho más que interrumpir la exuberancia de las inclinaciones fascistas en Trump y su base.  Ha descocido esos tejidos enmarañados que le dan legibilidad al orden social, desplazado los hitos de lo normal e impuesto otras lógicas.  ¿Quién crítica ahora del costo de la reforma de salud propuestas por Bernie Sanders y Elizabeth Warren? De pronto, dos trillones de dólares en gasto píblico no es solo una política razonable, sino también signo inaudito de sabiduría en política pública. He ahí, precisamente, el problema.  ¿Por qué se moviliza un consenso entusiasta al ritmo de dos trillones de para apuntalar un sistema profundamente injusto?  ¿Por que esa cantidad esta fuera de los horizontes políticos y de la clase política cuando se trata de proteger la vida, una de las zapatas del orden político??

Como siempre en cada crisis, nos topamos con el poder y su circularidad.  Por ejemplo:  las lógicas que gobiernan la economía y las opciones políticas (piénsese en la glorificación del mercado y en la ausencia de regulaciones y de sostenes sociales) provocan las crisis cíclicas (la Gran Recesión es la más reciente); se diagnostica el problema a la luz de las mismas lógicas iniciales y, por lo tanto, se designan políticas que afianzan las mismas instituciones causantes de la debacle original (piénsese en el rescate de los bancos en el 2009, no de sus victimas).  Se cierra el círculo. Habrá que ver si las políticas que hoy se negocian son para amurallar un orden de pronto aprisionado por un virus, sin reconocer que el aprisionamiento estructural (la inseguridad o falta total de servicios médicos, la imposibilidad de ahorrar para enfrentar emergencias, la precariedad idolatrada por una economía que llama a sus sombras productivas “independent contractors” y que ha diseñado un app para promover la “calma” por quince segundos), está enterrada en la carne misma del orden social.

Los cleptómanos strike back

Era imposible que la ideología del capital, prístina y transparentemente defendida por la facción neo-nazi del republicanismo, no resistiera el empuje demócrata, ya también desplazado hacia visiones progresistas por las nuevas resistencias.

De modo que, en el tercer grupo de piezas legislativas, diseñado por la mayoría senatorial republicana y a un costo de dos trillones, los pobres estaban ausentes.  El dinero en efectivo sería para los que tributan ingresos, criterio que de inmediato excluye a ancianos sobreviviendo o malviviendo del seguro social como también a toda la pobreza que ni siquiera puede rendir planillas.   Tampoco proveía suficientes fondos para los cupones de alimentos.  Ese desdén, disparado a mansalva contra los pobres, no impedía, como nunca lo hace, una cleptomanía sin mácula.  La versión republicana hubiera sido un tumbe de proporciones, well, republicanas.  El tumbe:  creaba un fondo de 500 billones a ser administrado por el poder discrecional del Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, crony del presidente.  De estos 500 billones, 75 billones quedarían en las manos del susodicho para posibles rescates financieros, los célebres bailouts.  Y tales rescates se escudarían en el secretismo de los oligarcas por seis meses.  Sin sorpresa alguna, tanta dadivosidad para las corporaciones beneficiadas ni siquiera las obligaba a proteger a sus empleados. Estaban obligadas, en el lenguaje original, a preservar empleos y salarios “to the extent practicable.”

Esta cleptomanía fue bloqueada por los demócratas.  En la nueva versión (25 de marzo) no hay secretismo y se establecen mecanismos para fiscalizar el desembolso de ese medio trillón.  Pero como es el capital quien sigue dominando, parte del trillón estaría disponible para empresas que han evadido impuestos y, como dijéramos anteriormente, se han tragado las ganancias en bonos para CEOs e inversionistas.

Lo político

El pensamiento político occidental nació en las entrañas de ese entramado de la religión y lo sacro.  Así fue en el pueblo hebreo donde un reino trascendente prescribe normas éticas para la organización religiosa y política de la comunidad.  Así fue también en Atenas desde Hesíodo y Solón.  Fue en esta última donde se postuló un eslabonamiento con carácter ontológico para advertir a los gobernantes.  Hubris-Advertencias-Violencias-Até (ruina) conformaron el eslabonamiento pensado por los poetas mencionados, repetido y sofisticado por los dramaturgos del siglo quinto antes de la era cristiana.  Y en aquella secuencia fatídica, inexorable, las advertencias se unían a avisos cada vez más perentorios, pero ignorados.  Siempre.

La estrecha relación entre lo trascendente y lo político ha socializado a occidente, y sus ecos y manifestaciones aún se escuchan. Pero en el análisis político, no es admisible pensar lo político bajo los supuestos de la trascendencia cuyas revelaciones imponen obediencia, no deliberación y mucho menos ratificación.  Lo que sí es permitido afirmar, desde lo político, es que ocurren momentos donde tanto la secuencia hebrea como la griega hayan confirmación.

Para tomar la griega:  Hubris-Advertencias-Violencias-Até (ruina):

Trump y su partido han victimizado a cientos de miles de migrantes, rostros desesperanzados y huyendo de la muerte, mientras se holgaban y jactaban en sus noventa mítines y en una bolsa de valores floreciente. Y los avisos.  Avisos aparecieron en el 2012, 2015, 2017, 2019 y 2020.  Los informes de inteligencia advirtieron, desde el 3 de enero, sobre los peligros de una pandemia.   En el escenario “Crimson Contagion” de octubre del 2019 se anticipaba como presagio y premonición lo que hoy se vive.

 

El Covid-19 canceló los mítines y desplomó a Wall Street.

Hubris-Advertencias-Violencias-Até (ruina): En Italia, el epicentro del virus es el norte, matriz y cuna del partido político, La Liga, presidida por Mateo Salvini, hijo espiritual de Mussolini.  La Liga, que junto al Frente Nacional francés, el Vox español, y la rufiandad de los tories ingleses, son las estacas donde la xenofobia europea se amarra y dibuja calaveras en su danza macabra.

CodaHoy son más claras las aguas en los canales de Venecia.  También el panorama político goza hoy de más lucidez.  En el reordenamiento impuesto por el virus, gran parte de lo real ha retornado y ha hecho trizas, por el momento, al circo, pero no las supuraciones de sus caos.  El neoliberalismo y la vida no son compatibles.  Un oscuro rumor susurra que los republicanos podrían usar ardides para cancelar las elecciones de noviembre.  El estado de excepción arrea con sus deleites, farsas y peligros.  Los espectáculos y la política usual pierden sus asideros.  Lo ético-político queda como brújula, parpadeante, pero brújula.

Fuentes

https://www.reuters.com/article/us-usa-trump-inauguration-hats/its-made-in-vietnam-at-inauguration-origin-of-red-trump-hats-shocks-many-idUSKBN1542YL.  Algunas de las fuentes de este ensayo pueden requerir suscripción para lograr acceso.

https://www.cbpp.org/research/federal-budget/2021-trump-budget-would-increase-hardship-and-inequality.

https://www.washingtonpost.com/opinions/2020/03/18/coronavirus-shows-how-backward-united-states-has-become/

https://www.propublica.org/article/cdc-coronavirus-covid-19-test

https://apnews.com/4aac3a10664097f38633149367ac3928

6 “Prior to the ACA, gaps in the public insurance system and lack of access to affordable private coverage left millions without health insurance. Under the ACA, Medicaid coverage has been extended to nearly all adults with incomes at or below 138% of poverty in states that have expanded their programs, and tax credits are available for people who purchase coverage through a health insurance marketplace. As a result, the number of uninsured dropped from more than 46.5 million in 2010 to fewer than 26.7 million in 2016. In 2018, the number of uninsured increased to 27.9 million nonelderly individuals.” https://www.kff.org/uninsured/issue-brief/key-facts-about-the-uninsured-population/

https://www.washingtonpost.com/opinions/2020/03/18/coronavirus-shows-how-backward-united-states-has-become/

https://www.latimes.com/entertainment-arts/tv/story/2020-03-12/sarah-palin-the-masked-singer-bear-performance

9 Ver la excelente reflexión de Mat Bai, que inspira un poco este párrafo y el precedente. https://www.washingtonpost.com/opinions/2020/03/13/virus-our-politics-exposed/

10 https://www.vox.com/policy-and-politics/2020/3/7/21169233/coronavirus-trump-cdc-visit-covid-19

11 https://www.vox.com/policy-and-politics/2020/3/7/21169233/coronavirus-trump-cdc-visit-covid-19

12 https://www.nytimes.com/interactive/2020/03/19/upshot/coronavirus-jobless-claims-states.html?action=click&module=Top%20Stories&pgtype=Homepage.  El artículo dice:  “Numbers released on Thursday by the Labor Department — as well as a preliminary analysis of even more recent data — provide the first hard confirmation that the new coronavirus is bringing the United States economy to a shuddering halt. The government reported that the number of initial unemployment claims rose to 281,000 last week, a sharp rise from 211,000 the previous week. This rise in initial claims of 70,000 is larger than any week-to-week movement that occurred during (or since) the 2008 financial crisis. But even these numbers understate the economy’s free fall, as they reflect the state of the economy last week. Based on preliminary news reports this week from 15 states, it’s already clear that initial claims will skyrocket next week, most likely to levels never seen before.”

13 https://apnews.com/1bae3794481cc9d02fc670480cfcb800

14 https://www.nbcnews.com/news/world/coronavirus-ventilator-rush-faces-regulatory-logistical-obstacles-n1161651

15 https://www.nytimes.com/2020/03/13/us/coronavirus-deaths-estimate.html

16 https://www.motherjones.com/coronavirus-updates/2020/03/whats-the-best-way-to-rescue-the-economy/

17 https://www.nytimes.com/2020/03/20/opinion/coronavirus-economy.html?action= click&module= moreIn&pgtype= Article&region=Footer&action= click&module= MoreInSection&pgtype= Article&region=Footer&contentCollection=Opinion

18 https://www.nytimes.com/2020/03/23/opinion/coronavirus-bailout-mcconnell-congress.html?algo=top_conversion&fellback=false&imp_id=788662511&imp_id=608299780&action=click&module=Most%20Popular&pgtype= Homepage

19 https://www.washingtonpost.com/business/2020/03/25/still-too-big-fail-us-is-primed-bail-out-corporations-again/

20 https://www.theatlantic.com/politics/archive/2020/03/pandemic-coronavirus-united-states-trump-cdc/608215/\.   https://www.washingtonpost.com/national-security/us-intelligence-reports-from-january-and-february-warned-about-a-likely-pandemic/2020/03/20/299d8cda-6ad5-11ea-b5f1-a5a804158597_story.html

21 https://www.nytimes.com/2020/03/19/us/politics/trump-coronavirus-outbreak.html

 

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