¿Cuando los dos Ricardos dirán la verdad?

CLARIDAD
        No es nada novedoso decir que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) es la confirmación de la incompetencia del gobierno de Rosselló II. Muchos lo han dicho ya y la mayoría, si no lo ha dicho, lo ha pensado. Tampoco es novedoso decir que la AEE es sinónimo de la corrupción que persiste en nuestro país.

Y todo esto no es solo por el bochornoso contrato a Whitefish Energy. Whitefish colapsó el Gobierno y puso sobre tapete su amateurismo, confirmando además lo que apellido Rosselló significa en Puerto Rico. Pero el intenso debate que se está produciendo en Puerto Rico sigue dejando de lado lo que a mi juicio es el elemento más importante de este asunto: la participación de figuras del gobierno de Estados Unidos. Periodistas y comentaristas de Puerto Rico han aceptado sin mayores cuestionamientos las declaraciones auto exculpatorias que llegan desde EUA por parte de funcionarios de la administración Trump.

Para empezar, no resulta creíble la alegación que ahora hace FEMA de que no tuvo participación alguna en el affair de Whitefish. Los que creemos que todo el asunto se originó en la oficina de Secretario del Interior de Estados Unidos, quien vive en el mismo pueblito de Montana de donde proviene la empresa, no nos resulta fácil aceptar que no se hubiese contactado a la gente de FEMA antes o durante la contratación.

Las grandes contrataciones apadrinadas son comunes en Estados Unidos. Y solo un tonto puede aceptar que Ryan Zinke, el ciudadano más poderoso del pequeño pueblo de Montana, no hubiese tenido una participación destacada en el contrato que hará ricos a sus vecinos.

Ni Zinke ni sus protegidos seguramente pensaron que el asunto tendría el impacto noticioso que está teniendo en la prensa metropolitana. Como era algo que ocurriría en esta lejana isla caribeña, incomunicada y devastada, no levantaría mucho revuelo. Como sabemos, ha sido muy distinto y el tema del contrato es noticia diaria en los principales medios de EUA.

Una vez explotó el escándalo, todos ellos – Zinke, FEMA y el mismísimo Trump – corrieron a desligarse, dejando solos a los isleños. La gestión vino desde allá pero ahora resulta que solo los dos Ricardos – Ramos y Rosselló- son los únicos culpables.
¿Hasta cuándo mantendrán su silencio los dos Ricardos? Todos queremos saber quién o quiénes los presionaron para el contrato de Whitefish y cuál fue el precio.

Preguntas que quedan en el tintero

Luego de que el gobernador de Puerto Rico se viera obligado a lo obvio – a reconocer que el contrato de la AEE con Whitefish Energy es nulo – solicitando su cancelación, hay muchas preguntas que quedan por contestar.
¿Quien nos compensa por el mes y medio perdido?  Ahora Rosselló dice que recurrirá a los sistemas de Florida y otros estados, pero sabemos que eso estaba disponible desde el día uno. Si se hubiese recurrido entonces a esa ayuda tal vez buena parte del país tendría energía eléctrica.  Ahora se empieza con un gran atraso.

Si se anula el contrato porque es leonino,¿por qué no se destituyó en el momento a quién lo negoció?  Rosselló insiste en que no participó en el contrato ni lo autorizó, pero esta inacción lo delata. Obviamente está protegiendo a quien sabe todo lo ocurrido.

¿Delatarán a los verdaderos gestores?  Insisto en que el secretario del Interior de Estados Unidos fue el gestor de ese contrato. Por es no se atrevían a anularlo a pesar del reclamo unánime. ¿Se atreverán a hablar?

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