De burbujas y otras maneras de jugar en la era del COVID-19

 

Por Elga Castro Ramos/Especial para CLARIDAD

 

El 23 de julio cuando Fauci tiró la primera bola en el juego de los Nacionales de Washington vs los Yankees de Nueva York, se reanudó el llamado “pasatiempo nacional” estadounidense que no se había visto detenido previamente. Y bueno, con este comienzo tardío logró hasta el momento que la temporada no se suspendiera sino que se pospusiera. Una semana después, el 30 de julio, en una “burbuja anti-COVID-19” se continuó con un grupo reducido de equipos la temporada de la NBA que había sido detenida en marzo. Así, en medio del aumento de la pandemia en Estados Unidos en el mes de julio, ambas ligas se pusieron a jugar.
Acá en la Isla aún el Baloncesto Superior Nacional se debate si se juega o no y si se hace, cuándo y cómo, incluso se ha comentado la posibilidad de una burbuja. El Béisbol AA se suspendió, al igual que la temporada de volibol femenino. El Béisbol profesional sacó su plan para su temporada 2020-2021, pero como empieza en diciembre, pues falta mucho aún. En estos momentos según la Orden Ejecutiva de la Gobernadora no se permite ninguna competición deportiva, o sea que cualquier plan sería para cuando el gobierno lo permita.

La Burbuja funciona…hasta ahora

Lo que ha hecho la NBA ha sido único en el mundo; sin duda una inversión multimillonaria que hasta ahora, a poco mas de una semana de comenzado, ha sido exitosa, principalmente porque no ha habido positivos al COVID-19. Los 20 equipos están jugando  en Orlando y no entra ni sale nadie, todos llevan allí semanas previas al comienzo del torneo y con constantes pruebas. Es difícil que con este hermetismo se contagie alguien. Pero más difícil es que esta realidad quasi-ficticia se pueda replicar en otras áreas de la vida, incluso, en otros deportes. Ni las cuarentenas más restrictivas pueden hacer esto; ninguna escuela, lugar de trabajo podría recrear esta burbuja. Así que este no puede ser un modelo ciudadano, por decirlo de alguna manera. En cuanto a otros deportes, también es difícil repetir esto, ya sea por el tamaño de los equipos, en el fútbol americano, hay más del triple de jugadores que en un equipo de baloncesto y el equipo técnico también es mucho mayor, y también el tamaño de los estadios, o por la naturaleza de las competiciones.

Cabe destacar que en el caso del baloncesto, es un deporte de contacto constante, el cual no se puede jugar con máscara y que por ende es de alto riesgo. Aún dentro de la burbuja, vemos a los técnicos y todo su “staff”con máscara y los jugadores en el banco distanciados. Y claro, los fanáticos virtuales, todo muy “Matrix”, ya que en este caso son imágenes vivas de personas conectadas desde sus casas.

En riesgo el béisbol

En el caso del béisbol de Grandes Ligas, aunque se han hecho pruebas y tienen un protocolo, los equipos no están en una burbuja, se mueven, viajan y cuando están libres salen, así, ya ha habido dos brotes en los Marlins de Florida y los Cardenales de San Luis. Esto no solo ha causado la suspensión de muchos juegos, sino que ha desatado el estado de alarma llevando al Comisionado a declarar la posibilidad de la suspensión de la temporada. Aunque no se han confirmado cómo se contagiaron, se entiende que fue cuando estuvieron en la “libre comunidad”, así se les está pidiendo que no salgan cuando no estén jugando. Aún cuando el béisbol de por sí es un deporte de poco contacto entre equipos, no está exento del mismo. Hemos visto incluso cómo en ocasiones donde se han caldeado los ánimos se han vaciado ambos bancos y cuándo un árbitro expulsó a un dirigente, ambos con máscaras estuvieron discutiendo de cerca.

En los estadios de béisbol hemos visto los rostros de fanáticos plasmados en un cartón, estáticos, algunos con caras de alegría, otros con cara de asombro, pero sin duda para los que seguimos el deporte su reanudación ha sido un bálsamo y nos lo gozamos desde nuestras casas. Esto no quita que como ciudadanos responsables nos hagamos la pregunta ética si todo esto, con burbuja o no, vale la pena. Es cierto que los jugadores que no han querido jugar por motivos del COVID-19 se les ha permitido no hacerlo, pero no deja de haber una presión y como fanáticos y consumidores no estamos exentos de cuestionárnolos.

Finalmente, el tema de las manifestaciones de “Black Lives Matter”lo dejo para un próximo escrito, pero sin duda, esta temporada y este año 2020 serán históricos e inolvidables.

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