De la Acción Cristiana a la Dignidad como Proyecto Autoritario

En Rojo

Una de los aspectos más importantes del proceso eleccionario fue la creación de dos partidos emergentes. Se renovó la discusión sobre la posibilidad de desbancar a los partidos tradicionales. Sin embargo, me gustaría destacar el éxito relativo del Proyecto Dignidad y compararlo de manera muy somera con el Partido Acción Cristiana (PAC) que irrumpió en el 1960 en el ejercicio electoral de Puerto Rico.

Hace seis décadas la jerarquía de la Iglesia Católica se enfrentó al entonces imbatible Partido Popular Democrático y a su figura rectora, Luis Muñoz Marín. Parecería, a juzgar por la prensa, que se trataba de un debate entre el obispo de San Juan, James P. Davis y el de Ponce, James Mcmanus con el Vate. El encontronazo, al parecer, era la política gubernamental de esterilización masiva y el uso de las píldoras anticonceptivas. Los obispos católicos insistían en que se incluyera instrucción religiosa y moral en el entonces llamado Departamento de Instrucción Pública. Lo cierto es que, como señala Néstor Duprey (Feliú Pesquera: Demócrata Cristano), ya en 1957 el representante del PIP José Luis Feliú Pesquera haba presentado un proyecto solicitando que se separara una hora en las escuelas para la instrucción religiosa. La mayoría del Partido Popular entendía que dicha medida era inconstitucional y la detuvo.

Es pertinente destacar que esta política de “salud pública” no era nueva. Tan temprano como 1932 el Dr. Antonio Fernós Isern proponía la reorganización del Departamento de Sanidad para atender los problemas de sobrepoblación y sugiere programas de control de la natalidad. Cuatro años después ya existía la ley número 136 (aprobada el 15 de mayo de 1937) que facultaba al Comisionado de Salud a reglamentar la enseñanza y divulgación de los Principios de Eugenesia en las unidades de salud pública y centros prenatales, puericultura, clínicas y hospitales públicos de maternidad. Doce años después, en 1944, la prensa se hace eco de esos programas: El programa de control de natalidad, sanidad informa asistencia de más de 7,000 casos.” (El Mundo, 12 de julio de 1944, p. 4). La esterilización masiva no parecía detenerse en esa época a juzgar por la prensa: Son ya 3,373 las mujeres esterilizadas” ( El Mundo, 21 de octubre de 1947. p. 7) Y el obispado -la iglesia católica- respondía de manera contundente: Obispado de San Juan dice falta moral” (El Mundo, 27 de octubre de 1947.p. 3)

A finales de la década del 50, cuando la práctica de la modernización de acuerdo a los intereses de la metrópoli está en su apogeo, el tema sigue candente y se añaden voces científicas en oposición o aceptación de la política de esterilización.  En 1959 la píldora Envoid se comercializa luego de se experimentara con mujeres de San Juan, Humacao y algunas poblaciones en Haití. Junto a los obispos entonces surgen las voces de Carmen Alvarado y José Luis Feliú Pesquera,  quienes aducen razones morales y patrióticas para estar en contra de ese programa de salud pública. En 1960, Feliú Pesquera, que había ocupado una silla en la Cámara de Representantes del Distrito 4 por el Partido Independentista Puertorriqueño se convierte en uno de los fundadores del PAC.

Carta de Arturo Morales Carrión

En ese contexto, mucho más rico y complejo de lo que el alcance de esta nota permite, está claro que la creación del PAC no surge de la nada. La dirección de la Iglesia Católica decidió fundar un partido político, en protesta contra las políticas públicas de separación de Iglesia y Estado del partido de gobierno y de Luis Muñoz Marín. Esa separación obstaculizaba la discusión sobre el control de la natalidad,  En una Carta Pastoral a los feligreses católicos, Mcmanus, Davis, y el entonces obispo auxiliar Luis Aponte Martínez, llamaron a la política del PPD «anticristiana y anticatólica» y decidieron advertir a los católicos que «no [podían] dar su voto» por partidos como el Partido Popular Democrático.

Sin duda era un partido muy peculiar. El doctor Salvador Perea Roselló, candidato a gobernador por el Partido Acción Cristiana, habría indicado a la prensa un mes antes que no participaría en las elecciones porque no estaba inscrito como elector. El PAC logró 52, 275 votos para un 6.6%. Mario Dávila, presidente de la colectividad fue elegido al Senado. Opinó que los miembros del PPD que insistieron en darle el voto a Muñoz Marín habían cometido un pecado. Nunca había ocupado cargo público alguno. Era director de personal del Hotel Caribe Hilton y Capitán en la Guardia Nacional Aérea.  Había sido piloto en el ejército norteamericano por cinco años.

Las repercusiones fueron muchas. Miguel Ángel García Méndez opinó que el Partido Acción Cristiana no solo había  restado votos al Partido Estadista Republicano sino que afectó la causa de la estadidad en Puerto Rico. El esfuerzo estadista de Luis A. Ferré y su delirio en afirmar que sería congresista en EEUU en 1964 no se cumplieron. Otros opinaban que el PIP era la organización que más sufrió con la fundación del PAC. De hecho, perdieron a Feliú Pesquera y su franquicia electoral. Sin embargo, muchos también se alejaron del PIP para integrarse al MPI. Ya en enero de 1961 el PAC estaba en problemas. Una Comisión de la Cámara celebraba vistas en torno al alegado fraude en la inscripción del PAC en que incurrió la juez María Luisa Ramos. Finalmente Dávila y Feliú Pesquera tuvieron que renunciar a sus escaños cuando se probó el fraude. En el 1964 el PAC obtuvo un 3.3% de los sufragios y eventualmente desapareció.

 El Proyecto Dignidad (2020) se asemeja al PAC en que tiene una ideología ultraconservadora.  No surge de la nada. Si bien no hay una política de sanidad pública para reducir la población, en los últimos cuatro años la negligencia criminal, la corrupción, el fraude y el soborno han causado la muerte de aproximadamente 4,645 puertorriqueñas y puertorriqueños durante el huracán María. La perdida de centros de salud, el deterioro del sistema público, la privatización, han causado un deterioro enorme en la calidad de vida, la agudización de la crisis económica y un aumento sin precedentes en la emigración. Cierto que la crisis es anterior al 2016. Pero no hay duda de que los partidos surgen de ese vacío de poder, y el Proyecto Dignidad se apropia de un discurso conservador, de ley y orden moral para ¿llenar? Ese vacío. Su líder, el pastor protestante y cardiólogo, César Vázquez, ha repetido en varias ocasiones que su organización se propone detener la enseñanza de la perspectiva de género en las escuelas y derogar el derecho al aborto. Además quiere  garantizar la prohibición de la eutanasia e impulsar proyectos para proteger la libertad religiosa.

 Contrario al PAC el PD alega ser un partido político civil que no está sujeto ni subordinado a ninguna institución religiosa y que no exige ninguna confesión de fe para ser parte del mismo. Sin embargo, parecería que los seguidores son, en su inmensa mayoría, miembros de iglesias pentecostales y fundamentalistas.

 Su candidata por el Senado Joanne Rodríguez Veve ocupó la segunda posición en votos recibidos. Solo María de Lourdes Santiago (PIP) recibió más apoyo.  Ambas candidatas lograron números muy superiores al actual presidente del cuerpo, Thomas Rivera Schatz. Sin embargo, algunos de los votantes del Proyecto Dignidad, han elevado protestas en las redes al sentirse “engañados” por la abogada canónica. Alegan que no sabían que es independentista y que, peor aún, es católica. Esto, desde una perspectiva fundamentalista, pentecostal, la convierte en enemiga el cristianismo. No vamos a entrar en consideraciones racionales sobre ese exabrupto fanático pero nos parece que es importante destacarlo. Esa es la base del partido.

 A Rodríguez Veve la unen lazos familiares a Eladio Rodríguez Otero, un destacado abogado, defensor de la lengua, anticolonialista, Presidente del Ateneo, y ferviente católico, fundador del Comité Permanente Pro Obispos Puertorriqueños (1962- 1965). De hecho, la ahora senadora -pendiente de su certificación final- ha escrito, entre muchos otros artículos en la prensa, Eladio Rodríguez Otero: celoso defensor del catolicismo. 31 de julio de 2011. El Visitante. Pág. 6-7

 Suponemos que luego de un ejercicio electoral en el que tuvo relativo éxito, el PD continuará con su misión: “educar y fomentar la participación política de los ciudadanos que están comprometidos con los valores positivos históricos que ha abrazado el pueblo de Puerto Rico durante siglos”. Esos valores positivos incluyen “la defensa de la vida desde su concepción hasta su muerte natural” (es decir, en contra del aborto, que es legal), el repudio a la perspectiva de género, el matrimonio igualitario, la declaración de un estado de emergencia por la violencia contra la mujer, entre otras cosas.

 Será de interés observar el desarrollo de las discusiones al interior de la legislatura que -hasta el día de hoy, cuando no han terminado los trucos y argucias de la camarilla del PNP- parece estará compuesta por miembros de todos los partidos políticos.  Nos parece que al ser una agrupación con la misión de proponer medidas ultraconservadoras y con un fuerte contenido religioso que pretende violentar la separación entre iglesia y estado, habría que estar alertas. Este no es un proyecto de teología de la liberación. Parecen más bien voceros de la teología de la represión y la mistificación capitalista

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