¿De verdad el que calla otorga?

Zahira Mabel Cruz / Especial para En Rojo

El silencio también es un ejercicio de voluntad,
no una admisión pasiva de culpabilidad o indiferencia, ni una carta en blanco para que los que desconocen la duda, luego de firmar en ella la sentencia, incluyan las pautas y las condiciones bajo las cuales dictarle al interpelado cómo reaccionar a ella. Pero entiendo,
es que a veces tenemos más pantalones que buena orientación de juicio para distinguir. No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, así como tampoco es lo mismo estar bebido que estar bebiendo,
ni estar jodido que estar jodiendo.

Quisiera razonar un poco aquí con ustedes sobre esta aseveración que en días recientes un querido amigo me hizo recordar: “El que calla otorga”. Esta, y tantas otras, siempre me han parecido las frases de quien no tiene mucho más que reflexionar. “Cuando el río suena es porque agua trae,” o “crea fama y acuéstate a dormir” son de las más típicas. Su uso nunca me ha dejado razón para creer distinto de que son pronunciadas desde el lugar de aquellos que creen tener la Verdad de su lado. Y por supuesto, lo que queda expuesto es que hablan desde el lugar de la ignorancia —que es atrevida, ¿no?—. Me pregunto si utilizamos estas frases con la pretensión de que sean la conclusión verdadera de algún silogismo aristotélico. En ese caso, sospecho que ya es tiempo de que sepamos que, dentro de la lógica aristotélica, estos dichos no serían más que falacias o sofismas. Pero metámosle pensamiento: la realidad es que son sólo refranes, razonamientos superficiales disfrazados de razonamientos válidos y profundos que se transmiten de generación en generación. Nada tienen que decir de la realidad. Entonces, no son válidos en la mayoría de las circunstancias en que son utilizados. Por lo que ni yo ni nadie debería dejarse llevar por ellos, ni admitir su uso como argumentación sobre absolutamente nada, pero mucho menos sobre cosas tan serias como la reputación de alguien. También se dice que no asumir posición ante algo es asumir posición. 

Pues ahora, con este refrán en mente, vamos a jugar el juego. Desguacemos el que versa: “el que calla otorga”. Si decimos, por ejemplo, que “no asumir posición ante algo, es asumir posición”, entonces: ¿callar ante algo que pretende respuesta es dar carta abierta para que se te acuse? O peor aun, ¿es admitir culpabilidad? ¿Qué diría Aristóteles? Bueno, en su lógica se trataría de una falacia extralingüística, entiéndase tal cual la define José Ferrater Mora en su Diccionario de Filosofía, como la “conclusión irrelevante” o ignoratio elenchi, que es un tipo de falacia “que se produce cuando no se da la prueba de una argumentación y falta algo en su definición. Sería falacia en este sentido proclamar que ‘la misma cosa es a un tiempo doble, ya que dos es el doble de uno, pero no el doble de tres’”. 

Entonces, si no asumir posición es asumir posición, el silencio sería, según el pensar de muchos, una posición neutra o de complicidad. Esta posición, que si en algunos casos ha sido asumida por culpables, no quiere decir que en todos los casos el que la asuma sea culpable. Considerar la posición del silencio de esta manera es de un razonamiento pobre, limitado a la lógica binaria de blanco o negro. Y podríamos decir que corresponde al tipo de falacia extralingüística aristotélica de “la ignorancia del consecuente que supone su falsa conversión”. El ejemplo aristotélico es: “supuesto que ‘si A es, necesariamente B es’, es erróneo afirmar que ‘si B es, A necesariamente es’”. Añade Ferrater: “Así decimos que el suelo está mojado tras la lluvia, pero no es necesariamente verdad –ni puede referirse, por lo tanto– que si el suelo está mojado es porque ha llovido” (345).

El silencio también es un ejercicio de voluntad, no una admisión pasiva de culpabilidad o indiferencia, ni una carta en blanco para que los que desconocen la duda, luego de firmar en ella la sentencia, incluyan las pautas y las condiciones bajo las cuales dictarle al interpelado cómo reaccionar a ella. Pero entiendo, es que a veces tenemos más pantalones que buena orientación de juicio para distinguir. No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, así como tampoco es lo mismo estar bebido que estar bebiendo, ni estar jodido que estar jodiendo. O como dice la banda de rock española Mägo de Oz en su canción “Molinos de viento”: “No todo es blanco / O negro: es gris / Todo depende del matiz / Busca y aprende a distinguir / La luna puede calentar / Y el sol tus noches acunar / Los árboles mueren de pie”.

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