Donostia/SSIFF-3era parte

 

En Rojo

Sabemos que nunca se puede superar la experiencia de ver un filme en una sala de cine, no importa las muchas pulgadas que tenga el televisor en el ambiente casero. Pero como muy bien dijo Joel Coen durante el Festival de cine de New York (https://youtu.be/gNcGggqJhCY), en un conversatorio con el elenco de su más reciente filme, Macbeth, la accesibilidad de las nuevas plataformas y formatos permiten que ese filme pueda ser visto por millones de personas infinitamente. Así se formaron él y su hermano Ethan al poder ver la gran gama de filmes de todas las nacionalidades y estilos que existe a través del tiempo. Pude ver estos filmes presentados en el SSIFF tanto presencial como en Netflix y Amazon Prime.

Distancia de rescate (Claudia Llosa)

Así como el título del filme (en inglés Fever Dream) no ofrece un referente lógico, así mismo se desarrolla la historia que va de una realidad palpable a lugares y tiempos desconocidos. Amanda llega con su hija Nina a un lugar rural de la Argentina a pasar los meses de verano. Ambas quedan a la espera del marido/padre que promete llegar tan pronto ponga en orden sus negocios. Mientras tanto, Amanda parece disfrutar de este espacio tan desolado y hermoso en una casa apartada, pero con todas las comodidades. Su primera visita es de Carola, quien vive algo distante, pero se presenta como alguien dispuesta a ayudarla y aconsejarla en su estadía. Ella parece no tener contacto con su hijo, David, un adolescente que aparece entre el mangle y la selva y observa a los visitantes. Carola parece dispuesta a confesar sus intimidades con esta recién conocida y la historia de David raya en la fantasía y el terror. Entrelazado a este presente se da el pasado confuso de David y un futuro donde se aprecia cada suspiro de supervivencia y el miedo de desaparecer sin explicaciones. Es un filme hermoso con fotografía deslumbrante e historia casi fantasmagórica como nos tiene acostumbrados esta directora peruana (Madeinusa, La teta asustada, Aloft).

 Fire on the Plain (Zhang Ji)

Lo atractivo del filme es que su historia comienza en 1997, termina ocho años después y presenta una sociedad con los mismos problemas de desajuste social que otros lugares “occidentales” que por las políticas económicas neoliberales han sacudido a la fuerza laboral con desempleo, escasez, precariedad y desigualdad. Está el desafío a la autoridad de jóvenes con familias disfuncionales (donde prevalece el patriarcado) y la investigación de una ola de crímenes de taxistas que parece ser el asunto central de un thriller policiaco. Lo problemático del filme es las múltiples tramas que Zhang Ji, cinematógrafo ahora director de su primer largometraje de ficción, intenta tejer sin lograrlo. Ese primer presente (1997) presenta la depresión económica del sector noreste del país y las ambiciones truncadas de los jóvenes que parecen no tener salida y termina en muertes y desapariciones inesperadas. Pero la realidad presentada en el segundo presente (2005) no parece tener vínculos con la anterior y la trama tiene que redefinir a los mismos personajes, aunque no podamos detectar sus cambios en personalidad dentro de sus acciones y diálogos. Es casi como ver un segundo filme sin necesidad de referente. Se que me van a caer encima, pero es exactamente lo que me sucedió con el tan celebrado filme de Kar-Wai Wong, Chungking Express, de 1994 que la gran mayoría de los críticos y cinéfilos consideran “una joya cinematográfica”.

La fortuna (Alejandro Amenábar)

Esta serie de seis capítulos—y que vimos de una sola sentada de 300 minutos—es una superproducción con recreaciones históricas, fotografía marítima de expediciones en busca de barcos hundidos y exploración del fondo de los mares para reclamar tesoros perdidos y visitas y estadías dentro de España, sus alrededores y Estados Unidos. Basado en la novela gráfica/comics “El tesoro del cisne negro”, comienza con lo que pudiera ser una aventura en el mar por un equipo de estadounidenses que con la tecnología más avanzada puede detectar los restos de embarcaciones en el fondo del mar. El líder de la expedición es Frank Wild (Stanley Tucci), alguien que parece verdaderamente entregado a esta búsqueda por el desafío y placer de encontrar un tesoro y por la atención que le dan los medios. Pero así no lo ve la oficina de “Protección del patrimonio del gobierno español”, adscrito al Ministerio de la Cultura. Para ellos, especialmente Alicia (Ana Polvorosa), Wild es un aventurero en busca de aumentar su riqueza saqueando lo que sabe que no es suyo, pero poco le importa. Son precisamente los medios los que obligan a los burócratas del Ministerio a crear una comisión de investigación encabezada por el joven diplomático y acabadito de llegar a su puesto, Alex Ventura (Alvaro Mel). Mientras Alex y Alicia encuentran la evidencia necesaria para reclamar lo encontrado por Wild—viajes a Algeciras, lecciones de cartografía, historias antiguas de hundimientos y rescates—comienza un litigio legal en las cortes de EEUU por Wild y su equipo para probar que España no tiene jurisdicción sobre este asunto. Lxs abogadxs se destacan por ser personajes muy contundentes con sus experiencias de ser afroamericanos: Jonas Pierce (Clarke Peters) por la parte del Ministerio Español y Susan McLean (T’Nia Miller) intentando defender lo indefendible.

The Eyes of Tammy Faye (Michael Showalter)

Personalmente me desagradan las sectas religiosas que consiguen volverse multimillonarias al explotar las necesidades de personas y comunidades que ponen toda su fe en los auto nominados profetas. Aun cuando el filme es una crítica social a esta manipulación—como los clásicos Miss Sadie Thompson de 1953 con José Ferrer y Elmer Gantry de 1960 con Burt Lancaster, el independiente The King de 2005 con William Hurt y, más reciente, The Master de 2012 con Philip Seymour Hoffman—siempre hay un intento de humanizar a estos falsos profetas. En este filme se presenta el fanatismo religioso ligado a la explotación de la figura de Jim Bakker para la acumulación de riqueza personal a través de “los ojos” de su esposa, Tammy Faye, quien se presenta como la verdadera creyente. Pero, la pregunta siempre es—ya sea un mafioso, inversionista explotador o ministro redentor–¿cómo es posible que estas esposas vivieran junto a sus maridos, disfrutaran de la riqueza que crecía, y no saber que estaban mintiendo y robándole a su comunidad religiosa? Jessica Chastain está impresionante como Tammy Faye, quien para los no creyentes era un chiste mediático con sus pestañas de varias pulgadas y su maquillaje y atuendo de “country singer” y dos de los papeles de reparto son excelentes: Cherry Jones como la madre de Tammy y Vincent D’Onofrio (“Law & Order: Criminal Intent” y The Magnificent Seven) como Jerry Falwell (fundador de la ola de “Moral Majority” y que siempre concibió a estas iglesias/templos/casas como lugares para unir la religión y los procesos políticos).

The French Dispatch (Wes Anderson)

Wes Anderson es uno de esos pocos directores (como lo fue Woody Allen por mucho tiempo) que atraen actores protagonistas para desempeñar papeles pequeños en sus filmes. El trabajo de este director se presta para su elenco múltiple porque sus historias se presentan en pequeñas escenas que se mueven vertiginosamente y entran, salen del centro para mantenerse en los bordes del relato que cuentan muchos con una variada de interpretaciones. Este es el caso de los cuatro filmes anteriores que he visto—y disfrutado—de Anderson: The Life Aquatic with Steve Zissou (2004), Moonrise Kingdom (2012), The Grand Budapest Hotel (2014) y Isle of Dogs (2018) que es todo animación mientras los otros pueden tener secciones animadas (diferente al estilo chaplinesco donde las escenas y los personajes parecen también animados), aunque nos parece estar viendo a los actores cuyas voces le dan vida. Esta vez, divide su relato en épocas y lugares donde la revista The French Dispatch cubre cuatro historias en lugares y épocas diferentes pero muy similares, que se entrelazan por su editor, Arthur Howitzer (Bill Murray). Así tiene más espacio para incluir a sus actorxs-amigos: “The Cycling Reporter” con Owen Wilson, Jason Schartzman, Anjelica Huston (narradora); “The Concrete Masterpiece” con Tilda Swinton, Benicio del Toro, Adrien Brody, Léa Seydoux, Bob Balaban; “Revisions to a Manifesto” con Frances McDormand, Timothée Chalamet, Christoph Waltz; “The Private Dining Room of the Police Commisioner” con Mathieu Amalric, Jeffrey Wright, Edward Norton, Willem Dafoe, Saoirse Ronan y muchísimos otros actoxs. Las historias que cada segmento cuenta son tan absurdas, misteriosas e indefinidas como todo lo que Anderson toca. No se lo pierdan.

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