Editorial: Vieques y Culebra, ¿hasta cuándo la injusticia en el transporte?

 

Nuevamente, la larga cadena de injusticias contra nuestros hermanos y hermanas viequenses y culebrenses cobra cariz público con las protestas efectuadas esta semana demandando un transporte marítimo digno para los residentes de las islas-municipio de Puerto Rico. No se trata de un problema nuevo. Aunque con sus alzas y bajas, el transporte marítimo desde y hacia Vieques y Culebra siempre ha dejado mucho que desear. El gobierno de Puerto Rico no ha sido capaz de proveerle un servicio de transporte estable, confiable y puntual a dichas poblaciones, como tampoco satisfacer sus necesidades básicas de salud, educación y de poder contar con un abasto razonable de bienes de primera necesidad. Precisamente, por la falta de servicios esenciales, los residentes de Vieques y Culebra necesitan viajar continuamente a la Isla Grande para estudiar o para recibir tratamiento médico, y poder adquirir medicamentos, comestibles, ropa, productos de higiene personal y del hogar, y muchísimos otros artículos de primera necesidad que no solo escasean en las islas, sino que su costo puede llegar a ser prohibitivo.

No es noticia tampoco que los ingresos y el estándar de vida promedio de viequenses y culebrenses está por debajo del promedio en la Isla Grande, y que cada vez es más difícil para las familias allí enfrentarse al altísimo costo que deben pagar por los bienes básicos. Por eso, para ellos y ellas es esencial contar con un servicio de transporte estable, confiable, puntual y costo efectivo, que les permita el libre tránsito que les permita satisfacer sus necesidades básicas. En este momento, la Autoridad de Transporte Marítimo (ATM), agencia encargada del transporte desde y hacia Vieques y Culebra, y la compañía HMS Ferries, la más reciente proveedora de embarcaciones- contratada para que administre las rutas por los próximos 22 años a un costo de $750 millones pertenecientes al pueblo de Puerto Rico- han convertido el transporte marítimo en una pesadilla para las poblaciones de las islas. De nueve lanchas con que cuenta la flota, solo una está actualmente en servicio completo, razón por la cual las cancelaciones de viajes, los retrasos y la inestabilidad en los horarios de viajes son la orden del día que enfrentan viequenses y culebrenses cada día, los 365 días del año.

A través de varias generaciones, las poblaciones de Vieques y Culebra- luchadoras y resilientes como pocas en el mundo- han convertido en un arte su demostrada capacidad de hacer mucho con poco, y enfrentar los retos y la precariedad con la mayor creatividad del mundo. Así, no solo han sobrevivido, sino también han vencido muchísimos retos y obstáculos, sobre todo más de 60 años de bombardeo inmisericorde sobre sus aguas y suelo por parte de la Marina de Guerra de Estados Unidos, la más grande y feroz de la humanidad. Pero, su heroica resistencia ha dejado también secuelas enormes en la salud física y emocional de la población. Viequenses y culebrenses no solo deben convivir con los residuos de bombas y otros materiales tóxicos en las antiguas zonas de tiro, que aún hoy no han sido limpiados ni descontaminados por las autoridades pertinentes del Gobierno de Estados Unidos, sino también enfrentar la oleada de nuevos colonos, principalmente extranjeros, que han creado enclaves burbuja y exclusivos para ellos y sus relacionados, mientras los residentes permanentes de las islas luchan por su supervivencia.

Si bien es cierto que la gente de Vieques y Culebra es experta en resistir, la paciencia tiene su límite. Y los abusos sostenidos de la Autoridad de Transporte Marítimo (ATM) y las distintas compañías de embarcaciones a cargo de prestar dicho servicio esencial han logrado que se desborde la copa de la paciencia de viequenses y culebrenses con el servicio de transporte marítimo que reciben a cuenta gotas y de mala gana. En este momento, hay una gran crisis en el servicio y un disgusto grande hacia ATM y HMS Ferries por haber creado una situación insostenible que no tiene otra explicación que la obsesión de las dos administraciones consecutivas del Partido Nuevo Progresista (PNP)- la de Rosselló-Vázquez y ahora la de Pierluisi- con la privatización del transporte marítimo desde y hacia Vieques y Culebra.

Con un contrato tan jugoso y desbalanceado a favor de HMS Ferries, lo mínimo que debe exigirle la ATM a la compañía administradora es que ofrezca un servicio eficiente, por el cual se le paga tan lujosamente. Por eso, las poblaciones de Vieques y Culebra reclaman justicia. Un transporte marítimo digno es su derecho y lo mínimo que el Gobierno y sus contratistas les debe garantizar.

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