EDITORIAL:Rampantes los feminicidios en Puerto Rico

 

El mes de noviembre de 2020 marca otro ciclo de la feroz violencia contra las mujeres que se sigue manifestando con particular virulencia en Puerto Rico durante este año de pandemia. Hasta el cierre de esta edición, cinco mujeres fueron asesinadas en incidentes de violencia de género durante este mes de noviembre. Estas fueron: 5 de noviembre, Carmen Roldán González, de 72 años, asesinada por su esposo en su hogar en San Lorenzo; 13 de noviembre, Nilda Álvarez Lugo, de 64 años, artista y activista de los derechos de las mujeres, cuyo cadáver con señales de violencia fue hallado en su apartamento del Condominio Balseiro en Río Piedras; 16 de noviembre, Lucrecia de los Santos, de 49 años, ultimada por un hombre no identificado dentro de un vehículo en Guaynabo; 16 de noviembre, Valeria Pérez Delgado, de 19 años, cuyo cadáver ultimado a balazos fue encontrado en un paraje solitario en Toa Baja. La joven residía en Estados Unidos y estaba de visita en Puerto Rico; y 19 de noviembre, Damaris Padilla, de 43 años, asesinada por su ex pareja en su residencia en Fajardo.

Según los datos estimados por el Observatorio de Equidad de Género, estas son solo las más recientes entre las 45 mujeres asesinadas en Puerto Rico durante este año y cuya cifra integran también seis mujeres trans género, y aquí sus nombres: Neulisa Luciano Ruiz (Alexa), Yampi Méndez Arocho, Serena Angelique Velázquez Ramos, Layla Peláez Sánchez, Michelle (Michellyn) Ramos Vargas y Penélope Díaz Ramírez.

Aunque la violencia de género es una ocurrencia diaria a través del mundo entero- y tiene su raíz en el machismo atávico que aún persiste en las sociedades contemporáneas- hay países que han logrado grandes avances en la prevención de este tipo de violencia, a través de la educación y la movilización adecuada y ágil de recursos del Estado para proteger a las mujeres e investigar, procesar y castigar a quienes perpetren agresiones contra estas. El objetivo de construir sociedades con mayor equidad y justicia para todas y todos sus integrantes es crecientemente compartido entre los países del mundo.

En Puerto Rico, pareceríamos ir de mal en peor. A pesar de que existe el marco legal que protege a las mujeres, con leyes y remedios como la Ley 54, las Órdenes de Protección, las leyes laborales para prohibir el discrimen y el hostigamiento sexual en el empleo, y otros, desde la cúpula del Gobierno ha faltado el liderazgo y la voluntad para hacerlos valer. Sabemos que una educación con perspectiva de género a todos los niveles escolares, contribuye a crear relaciones más equitativas  entre los géneros, y a una cultura de paz y respeto a la diversidad.  Sabemos que cuando se destinan los recursos suficientes para programas que fortalezcan a las familias y las comunidades en estrategias de prevención, se reduce la violencia de género e intrafamiliar.  Las cifras de asesinatos de mujeres nos indican que es urgente que se declare, desde el Gobierno, una emergencia por violencia de género. Esto haría visible y elevaría el perfil de este grave problema social, y provocaría que se agilicen la asignación de recursos, los procesos y la respuesta de emergencia a la  violencia de género.

Como todos los años, este 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en conmemoración de la fecha del asesinato de las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal por los esbirros del dictador Rafael Leónidas Trujillo de la República Dominicana. Las hermanas Mirabal se destacaron por su activismo contra dicha dictadura y a favor de la democracia en su país, y se han convertido en símbolos de la lucha por los derechos de las mujeres y humanos en el mundo entero.

Por este motivo, desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre, un amplio grupo de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales celebrará la Campaña: 16 días contra la Violencia de Género /Puerto Rico 2020. En esta edición, CLARIDAD publica el programa completo de actividades de esta jornada de dieciséis días de educación, prevención y concienciación sobre la violencia de género, y la importancia de que todos y todas en Puerto Rico contribuyamos a construir una sociedad de paz y equidad, donde no haya lugar para los feminicidios ni la violencia de género.

 

 

 

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