el cristianismo donde también aparecen la paloma y otros animales

el Cristianismo, donde también aparecen la paloma y otros animales
(una fábula confusa y de dudosa fe, pero da una idea)

Eugenio Ballou/Especial para En Rojo

el Cristianismo es la historia de cómo un muchacho de Galilea que creció en Nazaret terminó siendo dios. Nazaret era un pueblucho de guajiros trepado en una jalda bastante empinada, no muy lejos del mar de Galilea. los habitantes criaban animales y cosas así, y el pueblo apestaba a rayos porque la gente tiraba los excrementos en medio de la calle. las casas eran de dos plantas, abajo dormían las gallinas, ovejas y las cabras y arriba se hacinaba el gentío.

la importancia de los animales se verá luego cuando Jesús pasa de ser un mozalbete a un predicador y comienza su apostolado, pero dado el contexto, era natural que su historia se contara a partir de los animales: el buey, el burro, la vaca, los camellos, los peces, el gallo y la paloma. mucho después, en época de Diocleciano, hablaremos de los leones. la gente de Jerusalén, que también era de monte, pero de la cordillera, opinaba que la de Nazaret era gente ruda, que hablaba un dialecto tosco y que carecía de garbo y donaire. habría que imaginarse la llegada de Jesús a Jerusalén (la grande, la culta, la histórica, la sagrada del templo de David) con su corillo formado por pescadores y gente muy excéntrica. seguro que olían a cabro y a días de a pie por el desierto. el muchacho cometió muchos errores. uno no puede estar por ahí diciendo ¡¡en Jerusalén !! que es el hijo de dios, que el reino de dios está cerca, y mucho menos caerle a latigazos a los mercaderes sin meterse en líos. no tenía los galones para nada de eso. era imposible que no lo tomaran por un mozo petulante o un loco de atar.

parece que esa tierra daba muchos profetas porque antes de Jesús se cuenta que un asceta llamado Juan se pasaba bañando a la gente en el río para que se prepararan a recibir al mesías que estaba a punto de llegar. la sabiduría de Juan fue nunca reclamar para sí el título de mesías, pero igual le fue mal. Jesús fue uno de los que llegó hasta el río en un día de calor insoportable para recibir el bautismo. aquí reaparece la paloma, que al comienzo del cuento fue milagrosamente padre de Jesús, y regresa ahora para decir que Jesús es su hijo, y exigir que le hagan caso. a Juan lo matan porque consideraban peligrosa su prédica a las masas, y Jesús regresa a Galilea. los judíos llevaban siglos esperando el reino de dios en la tierra y eso mismo fue lo que predicó Jesús: que el momento se acercaba y no se podía perder tiempo, que era urgente arrepentirse y aceptar a dios. para ganarse a la gente humilde, Jesús también hacía cuentos didácticos y practicaba la hechicería y el exorcismo. todo esto preocupó mucho a saduceos y fariseos, los que administraban el Torá, la ley sagrada, y temían los revoluces que suelen traer las prédicas mesiánicas y el fanatismo religioso. era gente que quería estar bien con los romanos y no agitar mucho el gallinero. al mismo Jesús le empezó a preocupar la masa enloquecida por los panes y los peces y salió huyendo del rebaño con sus amigos en una barca en la que atravesó un lago. ahí fue que la masa lo abandonó y se quedó solo con los apóstoles.

no se sabe por qué decidieron después regresar a Jerusalén a celebrar la Pascua. sin duda fue una temeridad. ya cuando se acercaban a la ciudad la gente empezó a proclamar la inminencia del reino de dios. el Jesús que regresó a Jerusalén no tenía ningún filtro, era todo un mesías impaciente. fue entonces que le cayó a latigazos a los mercaderes del templo y le predicó a la multitud una última vez. al siguiente día regresó al templo y contó el cuento más incendiario que se le conoce, en el que unos jíbaros que sembraban uvas matan a los servidores enviados por su amo y al hijo del amo. eso ya se pasaba de la raya. los jerarcas entendieron que el viñedo era Israel y que dios (el dueño) le iba a pasar ahora la finquita a otros labradores. la cosa empeoró cuando Jesús dio a entender que él era el hijo predilecto de dios. las autoridades no iban a esperar más. el arresto se tenía que dar por la noche, la noche de la famosa cena en la que el pan se convierte en el cuerpo de cristo y el tempranillo en su sangre. aquí viene lo del gallo y lo de Pedro que se hizo el loco y dijo que no andaba en juntillas con Jesús. a Jesús lo arrestan unos guardias armados del Templo por orden de los sacerdotes. Poncio Pilatos, quinto prefecto de la provincia romana de Judea, le pregunta a la plebe si libera a Jesús o al bandido Barrabás, y la plebe, resentida y cabrona, azuzada por los sacerdotes, dio una lección para la historia que todo mártir debe recordar. así fue Jesús crucificado.

de haber terminado ahí el asunto, no hubiese pasado nada fuera de lo común, un tipo rebelde y medio loco termina muerto. pero ahora es que comienza el Cristianismo. hubo que esperar a que muriera para saber quién era en verdad Jesús. curar leprosos y repartir panes y peces no era la gran cosa, y en cuanto a Lázaro hay muchas versiones. pero lo cierto es que el tipo dejó su mejor truco para el final. a los tres días de muerto, Jesús resucitó y durante los siguientes 40 días se les apareció a varias personas. según Lucas, Jesús no era reconocible a primera vista, pero no era un fantasma ya que podía ser tocado y podía comer. la misma María Magdalena, una amiga íntima que en sus días dio mucho que hablar, no lo reconoció de inmediato. a los 40 días, Jesús sube al cielo (recordemos que era hijo de una paloma) y se sienta a la diestra de dios. esto puede resultar confuso ya que él mismo era dios y la paloma también. en esos días, un judío romano de Turquía, llamado Saulo de Tarso y luego conocido como Pablo el apóstol, salió de Jerusalén hacia Damasco. en el camino fue cegado por una luz del cielo, se cayó del caballo (otro animal importante en el relato) y escuchó la voz de Jesús. Pablo se arrepiente de haber perseguido a los seguidores de Jesús y de haber participado en la lapidación de Esteban. desde ese momento se dedica a difundir la palabra de Jesús como un mensaje de amor y compasión.

es divertido imaginar a Pablo debatiendo con los sofistas en el acrópolis de Atenas y luego llegar a Roma, pero él no era un guajiro en la capital del imperio. el Cristianismo fue primero religión de la servidumbre, esclavos y gente de por ahí. luego fue religión de gente fina y, finalmente, tras varios siglos, muchos leones y un último momento pagano con el emperador apóstata, fue religión oficial del Imperio. así, una gente mal vestida y olorosa a establo, conquistó el mundo. todavía hay quien lamenta que Diocleciano, por tacaño o falto de visión, no importara suficientes leones de África para acabar con la plaga cristiana, que a su vez destruyó el templo de Eleusis. tal vez el error fue que Jesús reclamara con tanta insistencia ser hijo de dios. el verbo, lo que antes había sido una voz mandona y aleccionadora que hablaba en un matorral ardiente, se había convertido en carne, y dios había sido humano entre los humanos. dado ese paso tan radical, correspondía entonces olvidarse de dios. lo que pudo haber sido un humanismo basado en el amor al prójimo y la compasión, nunca se libró por completo del dios del trueno, ni del lastre de las antiguas escrituras hebreas (que tuvieron también su cuota de poesía). en cuanto a la paloma, le tocó el triste destino de simbolizar la paz, algo más inalcanzable que el reino de dios.

Eugenio Ballou es editor y promotor de la cultura.

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