El deporte nacional siente los efectos de la lenta recuperación (1ra. parte)

Por Rafael René Díaz Torres/Centro de Periodismo Investigativo

Las áreas recreativas son espacios comunitarios de reunión, y la participación ciudadana en los procesos de recuperación cuando estos faltan se torna más difícil. En ocasiones, su utilidad trasciende la actividad deportiva y se transforman en lugares de acogida en casos de emergencia, como ocurre desde hace varias semanas en algunos estadios municipales del sur que fungen como refugio para los damnificados del terremoto del pasado 7 de enero. 

El Centro de Periodismo Investigativo (CPI) constató que el estado de destrucción y abandono de canchas y parques en Puerto Rico, que persiste a casi dos años y medio del huracán María, impide la actividad recreativa, al punto de que continúa afectando económicamente al sector deportivo y ha obligado a comunidades, federaciones y algunos municipios a hacer malabares para sustituir o rescatar a su riesgo estos espacios de encuentro social y atlético. La gente sigue sin poder utilizar muchas de estas instalaciones públicas debido a que el desembolso de la mayor parte de los fondos de recuperación para repararlas no ha ocurrido.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) provee, bajo el renglón de obra permanente de la asistencia pública, fondos para estos fines en la categoría de “Parques, instalaciones recreativas y otros”.

Hasta enero, un total de 33 municipios y ocho agencias tienen $36,035,293 en fondos obligados para 80 proyectos que aparecen bajo la categoría denominada G (definida como Parks and Recreation) según los datos publicados por la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR3). De estos municipios, solo 16 han recibido algún desembolsos por los trabajos realizados: Arroyo, Barranquitas, Camuy, Cataño, Corozal, Guayanilla, Hatillo, Hormigueros, Jayuya, Orocovis, Sabana Grande, San Germán, Toa Alta, Toa Baja, Vega Baja y Vieques. Los proyectos incluyen pistas, canchas, parques de béisbol, parques pasivos y centros comunitarios.

Para enero, FEMA había desembolsado un total de $1,439,643 en la categoría G que incluye “parques, áreas recreacionales y otra facilidades”, lo que representa un 4% del total obligado en ese renglón. 

El alcalde de Yabucoa, Rafael Surillo Ruiz, explicó que el estadio municipal de béisbol no se ha utilizado desde el azote del ciclón que, en septiembre 2017, entró por las costas del municipio que administra.

Aunque son una de las franquicias emblemáticas de este circuito deportivo puertorriqueño, Los Azucareros de Yabucoa no han jugado en su Estadio Félix “Nacho” Millán en las pasadas dos temporadas del béisbol Doble A. Sus partidos locales en el 2018 y 2019 se celebraron en el estadio municipal de sus archirivales regionales, Los Artesanos de Las Piedras.

“El estadio para nosotros representa una prioridad en términos de proveer a Yabucoa sus facilidades recreativas. Si el estadio está en condiciones en que hay que demolerlo, ¿por qué FEMA está evaluando las luces y la pintura?”, cuestionó Surillo Ruiz. 

Como parte de los protocolos de mitigación de FEMA, la pintura de las estructuras para las que se solicitan fondos se evalúa para saber si contiene plomo. Para que el estadio de Los Azucareros sea elegible para demolición según las reglas de FEMA, como aspira Surillo, el daño calculado debe costar 50% o más de valor de la propiedad. 

Según el mandatario yabucoeño, el municipio tiene las manos atadas con ese y otros proyectos por los cuales todavía aguardan por la obligación de fondos de FEMA. Teme invertir dinero de las arcas municipales que después no sea desembolsado por la agencia federal. 

“Necesitas esos espacios donde la comunidad se reúna para deportes y esparcimiento. Es importante cerrar un capítulo y que los niños tengan facilidades óptimas para el deporte y la sana convivencia”, comentó la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario Fuentes, en entrevista con el CPI. 

En el municipio de Loíza, un total de 18 instalaciones recreativas quedan pendientes para arreglar, dijo la alcaldesa. Algunos lugares han podido repararse o reconstruirse gracias a los donativos de fundaciones y artistas como Marc Anthony y Bad Bunny. Sin embargo, el municipio confronta problemas con el Estadio Miguel Fuentes, sede de Los Cocoteros de Loíza en el béisbol Doble A. Si bien la administración municipal acondicionó esa instalación y aportó para la reparación de la pizarra electrónica, todavía falta reparar el techo y el área de las gradas. 

“Llegó el Departamento de Recreación y Deportes (DRD) y nos dijeron que FEMA estaba a punto de desembolsar $1.7 millones para el estadio”, explicó Nazario Fuentes sobre una reunión en la cual el sub-secretario del DRD, Juan Figueroa, le comunicó sobre el alegado desembolso de los fondos de recuperación. Sin embargo, la Alcaldesa dijo desconocer cuándo llegará ese dinero y detuvo los trabajos de reparación del estadio con fondos municipales. En comunicación posterior, el DRD confirmó la reunión de Figueroa con Nazario, pero dijo desconocer la fecha de desembolso del dinero prometido a Loíza, aduciendo que esa gestión depende de FEMA. 

“FEMA va lento, lento, lento como suero de brea”, dijo la ejecutiva loizeña. 

En contraste con la incertidumbre de Surillo Ruiz y de Nazario Fuentes, su homólogo de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz, confía en que FEMA obligue los fondos de recuperación correspondientes a los todos proyectos incluídos en el plan de mitigación municipal. Esto incluye aquellos proyectos relacionados al renglón de parques e instalaciones recreativas y deportivas. Bayamón fue el primer municipio al cual que FEMA le aprobó su plan de mitigación. 

En este caso, el gobierno municipal hizo 217 informes de daños, que se agrupan en 99 proyectos, incluyendo instalaciones que caen bajo la categoría G de asistencia pública, según COR3. 

“Todos los proyectos que estén ya dentro del sistema, es muy difícil que no reciban el dinero. El proceso es lento y entonces todos los municipios vamos a reparar facilidades a esa velocidad. Entendemos que todos los proyectos nuestros lo van a aprobar”, afirmó Rivera Cruz al CPI.

A pesar de no haber recibido el desembolso de fondos de recuperación para la reparación o reconstrucción de parques e instalaciones recreativas, Bayamón destinó fondos municipales y comenzó a trabajar en la rehabilitación de algunos edificios, pistas y terrenos para uso deportivo. Algunos de estos proyectos son el Coliseo Rubén Rodríguez, el Estadio Juan Ramón Loubriel, el Bayamón Soccer Complex, el Complejo de Voleibol Vaqueros y las instalaciones deportivas comunitarias en el sector Valencia.

Para el año fiscal en que ocurrió el huracán María (2017-2018), el presupuesto anual de Yabucoa fue de $13,672,733, el de Loíza fue de $8,816,109, mientras que el de Bayamón fue de $119,000,223. El centro del poderoso ciclón entró, precisamente, por las costas de Yabucoa. 

Al preguntársele a FEMA sobre las posibilidades de que los municipios reciban un reembolso por aquellos proyectos recreativos en los cuales ya comenzaron trabajos de reparación, Juan Andrés Muñoz Torres, director de Asuntos Externos de la agencia en Puerto Rico, indicó que “reembolsará a los solicitantes por todos los trabajos elegibles que hayan realizado en instalaciones elegibles. El solicitante es responsable de proporcionar la documentación necesaria que apoye su reclamación”.

Uno de los requisitos de FEMA para quienes solicitan estos fondos de recuperación es que los seguros paguen por el 50% del costo de la reparación. En caso de que los seguros no cubran ese 50%, le corresponderá a los solicitantes Gobierno o municipios, costear lo que el seguro no cubra. No obstante, puede haber casos en los cuales FEMA, de ser elegible el proyecto, podría determinar que se puede financiar completo. 

A juicio de Surillo Ruiz, el tiempo que está tomando la evaluación de proyectos grandes por parte de FEMA, sumado a la negativa de algunas compañías aseguradoras de honrar las reclamaciones  de los municipios, crea un ambiente de incertidumbre en torno a los trabajos en las instalaciones recreativas y deportivas. Esto a pesar de que asegura que desde agosto 2018 sometió todos los documentos que FEMA solicitó para los proyectos del municipio.

“Todavía FEMA se encuentra en la evaluación de daños a proyectos grandes. Van a pasar no menos de cinco años”, comentó Surillo Ruiz, quien además explicó que, aunque la demolición y reconstrucción del estadio municipal de béisbol costará entre $8 y $10 millones, el seguro solo aportará $2 millones. Esa cifra no cumple con la regla del 50% que FEMA requiere, por lo que el municipio tendrá que conseguir los $2 a $4 millones que faltan.

El caso del estadio de Yabucoa ilustra el de muchas otra instalaciones deportivas en muchos otros municipios a los cuales las compañías de seguro no les han respondido adecuadamente. 

Por su parte, la gobernadora Wanda Vázquez Garced anunció en diciembre pasado la creación – con un fondo de $100 millones – de la Cuenta de fondos estatales para la recuperación (SRF en inglés) para financiar proyectos “pequeños” de la categoría G de FEMA. Se consideran proyectos pequeños aquellos que tienen un costo estimado de hasta $123,100. 

“Esto envuelve cerca de 120 canchas de baloncesto, 30 parques de pelota, 50 parques pasivos, 21 plazas de recreo, 28 facilidades recreativas, sobre 25 complejos deportivos, que van a poder estos municipios comenzar sus proyectos con esta nueva cuenta que se ha creado a esos efectos”, mencionó Vázquez Garced en conferencia de prensa.

Sólo son elegibles aquellos proyectos que estén ya en la fase de estimado de costos. De los $100 millones de la cuenta, aproximadamente $55 millones ya se comprometieron para los primeros 1,316 proyectos, de los cuales 365 corresponden a la categoría G. Trabajos como los que se necesitan en los estadios de béisbol Doble A de Yabucoa y Loíza no son elegibles para estos fondos debido a que sobrepasan la cantidad de $123,100, que es el límite para proyectos pequeños. 

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