El mundo cruel de Luis Negrón

 

Especial para En Rojo

a Daniel Torres y a Luis, rodeado de libros en La Esquina en la Escuela Goyco de la calle Loíza.

Yo conocí a Luis Negrón en el año 1993, recién reclutado en la mítica librería Papyrus de Horacio Bonet en el Viejo San Juan, luego de haber trabajado en The Bookstore y en la librería del Instituto de Cultura. Cuando Armindo me lo presentó me enfrenté a aquella carita de ojos de profunda e inquisitiva mirada y su sonrisa entre pícara y tierna, supe que me había encontrado con un “hijo” para toda la vida.

Se me encogió el corazón cuando el orgulloso Luis me presentó a su hija pequeñita.

Nuestro próximo encuentro fue entre las columnas de ese templo riopedrense llamado Librería Mágica. Era un Luis evolucionado y seguro, pero siempre de mirada dulce y con un lenguaje seductor. Con orgullo habló de su nieto Lucas. Conversamos sobre su participación en el Proyecto de Homoerótica de Ángel Antonio Ruíz Laboy y sus lecturas con el resto de los autores gay dondequiera que los invitasen. De ese proyecto quedó la publicación de una valiosa antología, ¡que es hoy un “collectors item”. Luego, junto a David Caleb Acevedo y Moisés Agosto Rosario co-editó “Los otros cuerpos”, antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora.

Me confesó que le había presentado a Rafael Acevedo, el conocido poeta, narrador y editor de La Secta de los Perros un libro de cuentos para su publicación titulado Mundo cruel. El ojo clínico de Rafa rápidamente entendió que estaba ante una obra singular, publicándola en el 2010. Luego de esa primera edición hoy ya tiene cinco publicaciones (Puerto Rico, Costa Rica, Cuba, Argentina y España) más una versión en inglés y otra en esloveno. Así comenzó la saga de Mundo cruel que lo ha lanzado en un “Rainbow Tour” internacional. Su vida se ha tornado en una tómbola de mil colores, como diría su amada Marisol, la malagueña Pepa Flores.

Con mucho esfuerzo, sudor y lágrimas este “hijo” se ha convertido en uno de los escritores más leídos de su generación, por lo que quiero compartir mi visión, íntima y personal de este fenómeno llamado Luis Negrón, quien siempre conserva esa ternura de niño asombrado con la que irrumpió en el mundo de la literatura puertorriqueña. Nadie como Luis para mostrarnos el mundo descarnado del puertorriqueño de la calle, el de la mixta de arroz con habichuelas, el del cornbeef con maíz, el del mangú con huevos fritos que sus escritos nos presentan.

Luis continuó estudios en comunicaciones en la Universidad del Sagrado Corazón y ha publicado en la revista Alborada (2001) de la Fundación SIDA de Puerto Rico. Se desempeñó como crítico de cine para el periódico La Semana de Boston (1999); fue miembro fundador de Producciones Mano Santa, colectivo responsable de la Muestra de Cine Gay y Lésbico de Puerto Rico (2001) y la Bohemiada de Orgullo Gay (2001-06) e igualmente sus reseñas de cine han sido publicadas por los periódicos Claridad y El Poeta, y por la revista digital vasca Ehgam.

Luis ha corrido la seca, la meca y la tuntuneca. Desde su Guayama natal, se fue a los USA donde vivió su aventura neoyorquina antes de caer en ese mundo cruel e hiriente del corazón de Santurce, mezcla de bachata, guaracha y boleros que nos describe en sus cuentos. ¡Quién iba a decir que su libro Mundo cruel –traducido por Suzanne Jill Levine, la famosa traductora de trabajos de Jorge Luis Borges, Manuel Puig, Adolfo Bioy Casares, y Guillermo Cabrera Infante para Seven Stories Press– recibiría en 2014 el Vigésimosexto Premio Literario Lambda concedido a una obra de ficción, siendo la primera obra traducida que ha ganado dicho galardón. De ahí se lanza al mercado estadounidense con una serie de presentaciones en las más importantes librerías de ese país. Pero no termina aquí, pues continuó sus presentaciones en Argentina, Chile Perú, Costa Rica, Colombia, Guatemala, México, Cuba y República Dominicana. Como dato relevante Mundo cruel ha permanecido en el primer lugar de los libros de temática gay en Amazon que han recibido la mayor cantidad de críticas positivas desde que se comenzó a vender: ¡un hecho verdaderamente excepcional!

Para este inquieto anacobero de nuestros días, el teatro siempre ha sido parte de su vida. Luis, un performero de corazón, ha logrado que sus cuentos nos transmitan la visualidad de su mirada. Con la soberbia dirección de Jacqueline Duprey se presentó en estreno mundial Mundo Cruel, el drama, en la riopedrense “Off/Broadway” Sala Beckett. Fue tal el éxito, que se trasladó a nuestro Broadway santurcino para presentarse en la sala Victoria Espinosa, en esta ocasión de la mano del director Gil René Rodríguez, quien protagonizó junto a Gabriel Leyva para luego mudarse a la sala El Josco. Luego se presentó en el prestigioso Festival de Teatro de La Habana, Cuba, donde invitaron a Luis a ser parte del jurado de novela junto a Ignacio Echevarría (España), Nona Fernández (Chile), Carol Zardetto (Guatemala) y Hugo Luis Sánchez (Cuba) en el Certamen de Casa las Américas 2015. Más tarde la obra se presentó triunfalmente en la neoyorquina sala de “Pregones”.

Mundo cruel se publicó en España y México por la Editorial Malpaso y recientemente en Cuba. La Editorial del Instituto de Cultura de Puerto Rico publicó su libro Los tres golpes en el que se consolida como cronista. Luis fue el dueño de la Librería “La Esquinita” en mitad de su Santurce, cerrada por culpa de la Pandemia. Actualmente se encuentra en La Esquina, en la Goyco, calle Loíza.

Se me antoja compartirles una reseña de Daniel Torres que habla de Mundo cruel mejor que lo que podria decirlo yo: “Cuando uno termina de leer el libro de cuentos Mundo cruel de Luis Negrón, queda convencido que con escritores como él, éste es un mundo menos cruel. La maestría de su lenguaje y la concepción casi perfecta de los personajes, así como el carácter episódico de sus historias, nos deja con ganas demás, más, pero mucho más.

Apadrinado por dos Ases de las nuevas promociones de la literatura boricua, José Liboy Erba y Rafael Acevedo, además del espaldarazo del postcrtiptum de Carmen Dolores Hernández, Mundo cruel llega al universo literario de la Isla como un clásico instantáneo, una Polaroid en blanco y negro que se revela ante nuestros ojos, quedando impresa en nuestra retina, de donde no se borrará jamás. Quien lo lee no lo olvida.

Con epígrafes de Eduardo Alegría (“La patería es siempre una subversión”) y Manuel Puig (“— ¿Entonces, un melodrama es un drama hecho por quien no supo, señorita?/ —No exactamente, pero en cierto modo, sí es un producto de segunda categoría”), los nueve cuentos que componen la colección huelen a deseo maricón, no queer ni el yibití ni ninguna de esas palabritas que nos hemos inventado después de Eve Kosofsky Sedgwicky su Epistemología del closet . En Mundo cruel hay historias de patos viejos que se dejan coger de pendejos por bugarrones (“El vampiro de Moca”), de pastores de Iglesias protestantes que se acuestan con chicos (“El elegido”), de pacientes de VIH/SIDA que mueren dignamente (“El jardín”), de locas ilusas que acaban en la cárcel (“Por Guayama”), de chismes jugosos que pasan por celular de oreja a oreja (“La Edwin) y de asesinatos irre-sueltos (“Botella”), entre otros. Leyendas urbanas todas que se cuentan en el espacio de Santurce, Río Piedras, Guayama y otros pueblos de la Isla del Espanto, vuelta así en nuestra modernidad por el impacto de una economía colonial de dependencia de la metrópolis gringa. En todos los cuentos está presente la conciencia de un pueblo que no ha podido resolver el espacio de la mariconería, como en “Muchos o de cómo a veces la lengua es bruja”, donde: “Dos vecinas preocupadas, preocupadísimas, se encuentran a lados opuestos de la verja…y se dedican a pelar a todo el mundo”.

 

Esta histeria colectiva por los patos es el centro solar de Mundo cruel . El narrador se presenta irreverente e impertinente, nos lleva de la mano para salir a los exteriores sórdidos de una ciudad llamada San Juan, como René Marqués lo hiciera en su momento o Luis Rafael Sánchez en el suyo. Sin embargo, Luis Negrón se acerca mucho más a las narrativas de Ana Lydia Vega (Falsas crónicas del sur) o a Magali García Ramis (Felices días, tío Sergio) y Carmen Lugo Filipi (“Milagros, calle Mercurio”). Recuerda también aquel experimento narrativo a cuatro manos que Ana Lydia y Carmen Lugo publicaron bajo el título de Sobre vírgenes y mártires, y con el cual conmocionaron el panorama literario isleño de los años ochenta. Algo así me parece Mundo cruel que incluso rememora el realismo sucio del cubano Pedro Juan Gutiérrez (Trilogía sucia de La Habana). Por ahí además se asoma el Mario Conde de la novella Máscaras de Leonardo Padura Fuentes, sobre el asesinato de un travesti en un parque de La Habana. Hay también puentes establecidos con sus compañeros de generación, del colectivo HOMO-ERÓTICA y del grupo Sótano. Pongamos como ejemplos: la narrativa gay de los cuentos discotequeros de Moisés Agosto Rosario, la sexualidad a flor de piel de Max Charriez, mi Conversaciones con Aurelia y los Dos centímetros de mar de Carlos Vázquez Cruz. No podía faltar el eco certero de Manuel Ramos Otero y su “Hollywood memorabilia”, cuento de Concierto de metal para un recuerdo, que parece ser el modelo de “El jardín”, texto que rompe un tanto con la tónica de Mundo cruel y abre la puerta para una narrativa de un mundo menos cruel. Más allá de los posibles ecos literarios en la obra incipiente de Luis Negrón ya mencionados, nos quedamos con la limpieza de sus palabras y el gesto desafiante del hablar callejero, de una calle que está dura y que hay que vivirla y revivirla día a día en cualquier rincón bien sea de Río Piedras o de Santurce. Mundo cruel es también una primera entrega sobre la ciudad que se abre y se cierra ante sus habitantes, Leviatán que se los traga y los devora para luego escupirlos a medio masticar y dejarlos tirados en la acera, para que vuelvan a empezar.

 

El último cuento, “Mundo cruel”, el que le da título a la colección, y fue publicado originalmente en la ya clásica antología Los otros cuerpos: Antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diaspora (Tiempo Nuevo 2007), editada por el mismo Luis Negrón, junto a David Caleb Acevedo y Moisés Agosto Rosario. “Mundo cruel” nos presenta la crueldad de dos locas “fabulosas y espectaculares” ellas, que no quieren admitir su mariconería ante el mundo para que nadie sepa lo obvio, su homosexualidad. Las nuevas políticas de igualdad en el trabajo las hacen divulgar su “orientación sexual”, ante lo cual, el closet interno en el que han vivido se revela y terminan una “bailando bachata en plena Ponce de León con el hombre de su vida” y la otra vendiéndolo todo y yéndose para Miami. Este relato es clave para entender la lógica de las acciones de todos los cuentos de Mundo cruel : se trata de exponer el tercer espacio citadino del gay y de la bucha (personajes que aparecen de soslayo en las fiestas, como personajes siluetas del cuento “El vampiro de Moca”). Luis Negrón hace esto deliberadamente y a conciencia, buscando la complicidad del lector y de la lectora, sin hacer ninguna concesión para el gran público que entra de golpe y porrazo al mundo lésbico gay, así como nosotros, los patos y las patas, que nacemos y lidiamos en un mundo puramente heterosexual. He ahí el aporte de este libro al contracanon de una literatura maricona boricua que está cada día más firme en su propósito. El Mundo cruel de Luis Negrón prevalece, se impone y se levanta pese a quienes sigan creyendo que escribir no es un acto erótico cuando se trata del encuentro de dos mujeres o de dos hombres que se buscan, se desean y se aman.”

Definitivamente hay Luis Negrón para rato

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