El obispo Pedro Casaldáliga: «La injusticia me subleva»

Nota: En 1998 el obispo don Pedro Casaldáliga visitó Puerto Rico,  la periodista Xiomara Acuña Rojas de CLARIDAD tuvo la oportunidad de conversar con él. Hoy en el momento que el mundo cristiano llora su partida, republicamos esta entrevista como una muestra del amor que lo unió a Puerto Rico y sus luchas. amf

Perseguido por autoridades políticas y religiosas, don Pedro Casaldáliga es uno de los obispos mas famosos y populares del mundo por su compromiso con los mas pobres de Brasil y por su voz “radicalmente profética dentro y fuera de la iglesia”. Vino a Puerto Rico para el encuentro de teólogos, líderes religiosos e intelectuales de Puerto Rico y América Latina en la Primera Jornada e Teología Puertorriqueña celebrada en la Universidad Central de Bayamón. Durante su visita el Monseñor Alvaro Corrada del Río impidió, que el teólogo hablara en la diocésis de Caguas.
 Por Xiomara Acuña/CLARIDAD

 

Incorporado a su desvalida feligresía, el obispo y poeta Pedro Casaldáliga Pla, de origen catalán e instalado desde 1968 en Mato Grosso, Brasil, ejerce una incansable labor evangelizadora desde su humilde prelatura de Sao Félix de Araguaia. Allí su vida ha sido amenazada y puesta públicamente a precio. Sin embargo, su incansable lucha contra las injusticias de la sociedad tienen desde la luz de la fe su razón primera de ser.

“Dios sabe cómo busco la paz –exclama con vertical convicción- La injusticia me subleva y pienso que debería sublevar a todos los hijos de Dios. Sufro porque el mundo no es como Dios quiere y me hace sufrir nuestra Iglesia porque no es como pienso que Jesús la soñó al servicio del Reino”.

Luego de un sinnúmero de invitaciones para que viniera a Puerto Rico a lo largo de estos últimos diez años, consideró finalmente escoger este año centenario porque “el 98 es el año de Puerto Rico y no podía decir no a Puerto Rico”.

Casaldáliga conversó largamente con CLARIDAD sobre la inherente relación de su cristiano caminar con la teología de la liberación surgida a comienzos de los años 60. Recordó el contexto histórico prevaleciente en sus inicios: “Por un lado, encuentras en América Latina y el Caribe un pueblo mayoritariamente creyente, incluso cristianos, católicos y evangélicos. Por otro, un continente dividido en dictaduras militares, oprimido y excluido; mucha miseria, revoluciones, guerrillas.

“Entonces se juntaron la miseria y liberación. ¿La teología qué hizo? miró a la luz de la fe esa realidad y surgió la teología de la liberación optando por los pobres. Medellín, el histórico documento del CELAM, declaró abiertamente la opción por los pobres como una opción esencial de la Iglesia”.

La Iglesia apenas se ha abierto a los pobres a lo largo de los siglos, indicó el obispo. Señaló que “actualmente se han creado congregaciones religiosas, instituciones para atender a los enfermos, a los emigrantes, a los esclavos… pero sólo es un tipo de asistencia asistencial”. Mientras que “la teología de la liberación ha insistido en un tipo de caridad político estructural, donde vamos a las causas de la pobreza para no quedarnos en la superficie. Vamos a dar el pescado, vamos a enseñar a pescar y otras cosas más.. vamos a conquistar el río”.

Don Pedro explicó que antes de la teología de la liberación hubo al espiritualidad de la liberación, la pastoral de la liberación y hubo la pedagogía de la liberación. Allí mencionó a Pablo Freire, quien partió de una educación concientizadora y libertadora. “Fue entonces que el clima de América Latina se prestaba para que la fe mirara la realidad del pueblo, incidiera en las causas de esa situación y propusiera la liberación total. Es a la vez, alma y cuerpo, cielo y tierra, contemplación y lucha”. Instó a no olvidar que “Jesús era muy socializador. Nos enseñó el Padre Nuestro y el Pan Nuestro también”.

Para los organizadores de la Jornada de Teología Puertorriqueña denominada “El 98 en Puerto Rico: memoria para la liberación”, la visita de Don Pedro Casaldáliga, hombre verdaderamente pobre y solidario, viene a saciar el hambre de testimonio.

“Necesitamos del pastor de la vida por sus ovejas”, lee documento de bienvenida al invitado de honor del Centro de Estudios de los Dominicos del Caribe (CEDOC), la Conferencia de Religiosos de Puerto Rico (COR) y la Universidad Central de Bayamón (UCB). Asimismo aclara que aunque el Caribe tiene desafíos muy particulares, no se puede perder la oportunidad de dejarse interpelar por su testimonio de vida y así “emprender nuestro propio camino de fidelidad a Dios y a nuestro pueblo”.

Cabe destacar que en evidente acto de autoritarismo, Monseñor Álvaro Corrada del Río, Obispo de Caguas, le envió por fax un mensaje al obispo Casaldáliga advirtiéndole que no estaba invitado a su diócesis porque “nadie puede invitar a un obispo sino otro obispo”.

Este agravio lo recibió el Obispo en respuesta a los intentos de un grupo de amigos de Caguas de llevarlo a esa Diócesis. Aunque el padre Casaldáliga en ningún momento había dado muestra de desconocer ese acto protocolar y jerárquico dentro de la Iglesia Católica, ni había solicitado la referida invitación, fue a él a quien Monseñor Corrada le hizo llegar la  negativa.

Al leer su libro “Con Dios en medio del Pueblo” puede una sentirse tentada a buscar alguna causalidad marxista en la teología de la liberación. Esto es así al conocer su  juicio sobre una pobreza que nos libere del consumismo, del dios lucro, del capitalismo: sobre una esperanza invencible, donde nos encontraremos “todos los utópicos y todos los verdaderamente revolucionarios”, que os haga vencer la decepción, la fallas de la sociedad, de la iglesia; y sobre una caridad que se da integralmente, la que despoja al poderoso por amor, y lo hace libre.

Pero el obispo Casaldáliga catalogó de estupidez e pretender señalar al marxismo como fuente de inspiración de la teología de la liberación. Aclaró que como teología ésta se inspira en el Evangelio, aunque usa teorías marxistas. Recordó que el Papa también las usa en sus Encíclicas sociales… “los pobres cada vez más pobres, los ricos cada vez más ricos a costa de los pobres”, eso es dialéctico, dice Casaldáliga.

“Son categorías sociales científicas que Carlos Marx descubrió y que cualquiera puede utilizar sin que eso signifique que eres marxista. La teología estaba muy cerrada en categorías estrictamente medievales que ya habían perdido claridad. Cuando surge la teología de la liberación, el pensamiento marxista latinoamericano estaba muy presente. Era lógico que hubiera una cierta compenetración.

“Lo que nos unió a cristianos y marxistas fue precisamente la persecución y la represión. Ellos a la luz de su propia sensibilidad humana y su ideología. Nosotros a la luz de nuestra sensibilidad humana, de la ideología que también tenemos, pero sobre todo a la luz de la fe.  Debemos optar por una misma liberación, aunque nosotros entendemos que esa liberación ha de ser total. No sólo socio-político-económico-cultural, sino la liberación espiritual también”, explicó el Obispo.

Aunque calificó de “caseros” los conflictos que ha tenido con el Vaticano, reconoció que ha habido cierta postura centralizada “hasta cierto punto comprensible porque temen que se pierda la unidad”. Sin embargo, denunció que esa postura centralizada no comprende “tan fácilmente” las reivindicaciones de la periferia. “Poco a poco ha crecido la conciencia de inculturación a pesar del temor de que fuéramos excesivamente politizados”.

Casaldáliga apuntó que se entiende muy bien con un marxista que lucha por los derechos humanos. También con una mujer sin fe pero que reivindica los derechos de la mujer. Advirtió que “en última instancia los derechos humanos son también derechos divinos por lo que puedo asociarme a esa lucha a partir de mi postura de fe”.

El padre Casaldáliga pidió a toda persona que se sientaen la indignidad de un ser humano. “Ya a la luz de la fe y de nuestra condición de hijos e hijas de Dios, a pesar del neoliberalismo, de la miseria, del armamentismo, de la decepción que se puede vivir… el mundo tiene futuro. La humanidad tiene genética divina”, concluyó.

Con la bandera puertorriqueña presidiendo la Celebración, el poeta y obispo Pedro Casaldáliga ofició la misa de clausura de la Jornada. La misa cantada y bailada contó con una amplia asistencia participativa de los Jóvenes de Bayamón, con el poeta de la tierra Tony Croatto y las hermanas de la Iglesia Jesús Mediador. El Obispo predicó y desde el altar hizo el poema “Urgencia para Puerto Rico”:… “Creo en la liberación de los presos políticos y los acompaño en la solidaridad con ustedes”.

Finalmente pidió por los mártires, Adolfina Villanueva, Ángel Rodríguez Cristóbal, Santiago “Chagui” Mari Pesquera, por las presas y los presos políticos puertorriqueños.

 

Publicado en CLARIDAD con fecha del 11 al 17 de septiembre de 1998.

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