El pueblo se levanta-2nda parte

 

Por María Cristina / En Rojo

En la 1era parte de este escrito abordé algunos de los documentales que mejor presentaban ese movimiento popular que comienza con pocas personas y poco a poco, o muy de prisa, adquieren la masividad necesaria para que los administradores gubernamentales de turno escuchen sus voces. En esta 2nda parte enfoco, en tan solo una muestra, de cómo el cine narrativo de ficción representa estas historias de pueblo.

Quizá los filmes de este tipo más exitosos han sido sobre la formación de sindicatos y el desarrollo de su militancia en tiempos de crisis. F.I.S.T. de 1978, dirigido por Norman Jewison y protagonizado por Sylvester Stallone ya con su estrellato del 1er Rocky, es la historia de un trabajador que llega a fortalecer el sindicato de transportadores hasta llegar a ser presidente con una matrícula de miles y el poder de detener la economía terrestre de los Estados Unidos con un paro o huelga.  de 1979, dirigido por Martin Ritt (blacklisted en la década de 1950 por sus posturas progresistas) y protagonizado por Sally Field, merecedora del Oscar por Mejor Actora y ganadora en el Festival de Cannes junto a Ritt, también narra el proceso de sindicar, en este caso una mayoría de mujeres trabajadoras de una fábrica, y así poder negociar de frente con administradores y dueños. North Country de 2005, dirigido por Niki Caro y protagonizado por Charlize Theron, dramatiza, desde la perspectiva personal y legal, la problemática de una mujer empleada en un entorno masculino donde enfrenta el acoso y ataques verbales y físicos de sus “compañeros” obreros. 

Eles não usam Black-tie de 1981, del brillante director brasilero Leon Hirszman (ganador de los premios más importantes del Festival de Venecia), plantea los diferentes pensamientos dentro de una familia trabajadora de si apoyar o no una huelga que pudiera durar mucho tiempo y sin asomo de resolverse según exigen los trabajadores. Los lunes al sol de 2002, del español Fernando León de Aranoa y con un elenco de maravilla comenzando con Javier Bardem y Luis Tosar, comienza con pietaje documental de lo que las ciudades puertos habían sido y cómo los astilleros y las fábricas a su alrededor fueron cerrando y dejando miles de obreros sin manera de ganarse la vida. Los seis amigos, y por muchos años compañeros de trabajo, rememoran ese pasado de productividad, militancia y resistencia al cierre eventual de su lugar de trabajo. Sudor amargo de 2003, dirigido por Sonia Valentín con un elenco de las mejoras actoras puertorriqueñas, es un filme hecho para la TV que recoge el diario vivir de mujeres empleadas en una fábrica de atún/atunera de Mayagüez, que a escondidas de las empleadas, los administradores y dueños ya han decidido cerrar. Esta acción en violación de los derechos de las trabajadoras, las obliga a manifestarse en un paro que como consecuencia las hace repensar sus vidas.  

Deux jours, une nuit/Dos días, una noche de 2014, dirigido por los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne y protagonizado por Marion Cotillard (conocida por su interpretación de Edith Piaf que le valió un Oscar), es una lucha interna entre los trabajadores de una fábrica que, para conservar su propio empleo y recibir un bono, han decidido violar las bases sindicales y aceptar que una de sus compañeras de trabajo sea despedida. En guerre/En guerra de 2018, dirigido por el francés Stéphane Brizé y protagonizado por Vincent Lindon como presidente del sindicato automotriz, lidera una negociación para que no cierren su planta que reúne a 1100 empleados. Aunque la empresa es alemana, el gobierno francés tiene que intervenir a favor de los obreros por ser un negocio que tiene que seguir las leyes que defienden a los trabajadores. Se presenta en un estilo que integra el documental—aunque no lo es—la noticia televisiva, las entrevistas y cubierta, cinema verité y lo íntimo dentro de la turbulencia de los tiempos. El paro y la huelga demuestran una y otra vez que la lucha de los obreros por conseguir y conservar sus derechos es una guerra interminable.

En el cine hollywoodense han tratado de recrear los movimientos que surgen en momentos críticos como la guerra de Vietnam, pero al parecer siempre tiene que haber un cuidado de no aliarse con una manera de pensar en particular. Entre los que parece importarles poco esta falsa igualdad está Zabriskie Point de 1970, dirigido por el laureado realizador italiano, Michelangelo Antonioni, que intenta recoger los movimientos populares de la juventud y minorías de los Estados Unidos de la década de 1960. Antonioni incluye actos que ocurrían en ese momento en la Universidad de California en Los Angeles como el movimiento estudiantil con sus líderes del momento y los Black Panthers con sede en Oakland. La ventaja de ser un director extranjero e importarle muy poco extender su estadía en Hollywood, le permite alterar el mal llamado balance en la discusión política.

The Way We Were de 1973, dirigido por Sydney Pollack y con Barbra Streisand y Robert Redford como protagonistas, sitúa su historia a través de épocas de gran cambio en la sociedad estadounidense: década de 1930 con la depresión económica y el surgimiento masivo del Partido Comunista y otros grupos progresistas; seguido por la guerra europea y la intervención de Estados Unidos en el continente y en Japón; la década de 1950 con el viraje de esta sociedad hacia la derecha a raíz de la guerra fría hasta el punto de dejar que un comité legislativo se convirtiera en juez y verdugo de miles de ciudadanos por el mero hecho de apoyar una causa progresista como la prohibición de armas utilizadas contra poblaciones en masa como Hiroshima y Nagasaki precisamente el 6 y 9 de 1945, o asociarse—por amistad o familiaridad—con personas sospechadas de pertenecer al Partido Comunista. 

The Book of Daniel de 1983, basado en la novela de E.L. Doctorow, dirigido por el legendario Sidney Lumet y protagonizado por Timothy Hutton, se atreve a presentar la vida personal y el caso político público de Julius y Ethel Rosenberg, quienes en 1950 fueron arrestados, acusados, convictos y ejecutados en 1953 por el delito grave de traición por ser espías de la Unión Soviética. Utiliza otro apellido, Isaacson, y cambia el género de los dos hijos que quedaron huérfanos a los 10 y 6 años cuando el estado y gobierno electrocutaron a sus padres. Aquí es el hijo mayor, Daniel, el que se interesa buscar la verdad escondida en la historia oficial y no tan oficial y a través de documentos, entrevistas y contactos personales. Así viajamos al pasado y vemos las marchas multitudinarias de los años 30 en las avenidas de la Ciudad de Nueva York lideradas por los movimientos progresistas, especialmente el mejor organizado, el Partido Comunista Norteamericano. En el filme la búsqueda de Daniel termina cuando se suma a una de las miles de marchas en contra de la guerra de Vietnam.

Llueve sobre Santiago/Il pleut sur Santiago de 1975 del director chileno Helvio Soto, quien tiene que exiliarse cuando el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, logra hacer este filme fuera de su país, con recreaciones dramáticas y pietaje rescatado mientras fue parte del grupo de Cine Experimental de la Universidad de Chile y la Televisión Nacional de Chile. Logra reunir un elenco internacional de primera: Jean-Louis Trintignant, Bibi Andersson, John Abbey, Annie Girardot, André Dussollier, Bernard Fresson, y nos presenta los sucesos de este día a través de la visión de gente común sorprendida por el golpe y sus consecuencias inmediatas. En los recuerdos de un pasado bastante inmediato se presenta pietaje de las marchas en apoyo al gobierno de Salvador Allende y en el presente representa dramáticamente, también con pietaje tomado por periodistas extranjeros que asistieron, el entierro de Pablo Neruda el 23 de septiembre en el Cementerio General, bajo la estrecha vigilancia de los soldados. Se oyen las expresiones en voz alta de cientos primero y luego cientos de otros que se fueron uniendo en el corto trecho desde La Chascona, la casa saqueada del poeta, al cementerio. A pesar de la amenaza tangible de los fusiles, las voces se unen clamando: ¡Camarada Pablo Neruda! ¡Presente! Y un grupo de valientes entonan la Internacional que todos cantan con las lágrimas de la despedida y sin saber cuántos de ellos seguirían vivos meses después. (YouTube: Funeral de Pablo Neruda, Premio Nobel de literatura, en Cementerio Nacional de Chile)

¡No! de 2012, dirigido por el chileno Pablo Larraín, basado en la obra de Antonio Skármeta y protagonizado por Gael García Bernal, dramatiza la campaña que los 23 grupos opositores al régimen militar lograron montar para expresar su repudio al dictador en el referéndum del 5 de octubre de 1988. Desde la perspectiva del René Saavedra, joven publicista, exiliado en México, pero ahora integrado a la nueva economía chilena, su gran desafío es convencer y encontrar un enlace común para que todos los grupos estén de acuerdo con el mensaje televisivo que intenta captar la atención, muy especialmente, de una generación que era muy joven para entender lo que significó la represión y matanza de los militares en ese momento y la vigilancia permanente actual a cualquier disidente del régimen. Su desafío es comunicar el peligro de permitir que Pinochet siga como presidente en un estilo y mensaje que no espante a nadie y que todos sigamos cantando y bailando y disfrutando del presente sin la carga del pasado. El filme incluye los anuncios originales e integra las manifestaciones en las calles esperando el resultado del referéndum y luego la celebración del triunfo del “No”.

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