Empezamos donde nos quedamos

Aunque con un poco de retraso deseo a las lectoras y lectores de Claridad que el año 2018 traiga para ustedes buena energía, alegría por la vida y esperanzas para continuar luchando por un mejor Puerto Rico y la soberanía de nuestra Nación. Los doce meses del 2017 pusieron a prueba la resistencia del pueblo boricua ante la crisis económica, la cruda manifestación del colonialismo con la imposición de la Junta de Control Fiscal y sus medidas neoliberales, así como los desvaríos y políticas conservadoras, represivas y partidistas del actual gobierno. La devastación que los huracanes Irma y María, pero especialmente este último, dejaron en el país le pusieron la tapa al pomo. La lentitud desesperante para reponer los servicios esenciales, especialmente la energía eléctrica, decisiones desacertadas, el otorgamiento de contratos injustificables, la impavidez que mantuvieron agencias públicas ante situaciones de salud, seguridad, necesidades sociales, educativas y laborales estimularon la pérdida de recursos humanos que salieron del país en números sorprendentes.

Como siempre, las mujeres fueron pilar fundamental del pueblo en resistencia. Dan fe de ello los reportajes y crónicas divulgadas en la prensa, pero también los testimonios orales que hemos escuchado. Además de las dificultades enfrentadas por la población en general, la violencia de género no tuvo tregua en el 2017, incluso incrementó en sus diferentes vertientes, luego del paso de María. El caso de hostigamiento sexual del ex alcalde de Guaynabo Héctor O’Neill fue central en el activismo de las organizaciones no gubernamentales que no cesaron en el empeño de que sus actuaciones machistas, delictivas y corruptas no quedaran impunes. Finalmente y luego de mucha resistencia tuvo que renunciar, fue acusado y estamos en espera de que sea juzgado.

En el año 2017 perdimos también la Carta Circular para la Equidad de Género en la Educación, gracias al gobernador y a su Secretaria de Educación. La designada Procuradora de las Mujeres quedó fuera de su puesto para satisfacción del presidente del Senado, aunque hemos señalado que el quehacer de esa agencia desde la incumbencia de Fortuño, dista mucho de los objetivos y misión para la que fue creada. También fue aprobada legislación laboral que menoscaba derechos de trabajadoras y trabajadores en el sector público y privado.

El 2018 ha iniciado en circunstancias parecidas. Permanece a oscuras gran parte de la población; el gobierno sigue arrastrando los pies en las tareas de recuperación y sin dinero en el bolsillo para hacerlo; el Congreso de Estados Unidos continúa retrasando la asignación de los fondos para darle cumplimiento a su responsabilidad de garantizar los derechos humanos del pueblo puertorriqueño que mantiene colonizado, como han concluído los representantes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, luego de su reciente visita al país. La precariedad sigue siendo la orden del día en las comunidades y barriadas, especialmente en las zonas remotas. Los despidos en grandes y pequeños negocios alimentan las salidas del país y la educación funciona a medias, con horarios reducidos, doble matrícula, una pérdida sustancial de estudiantes y cambios constantes en las estrategias que anuncia con extremado dramatismo la Secretaria del Departamento.

El tema del hostigamiento sexual tiene una larga cola en la administración actual y a los casos de O’Neill y del representante Rodríguez Muñoz, del distrito de Santa Isabel, Coamo y Guayama le han seguido dos adicionales. El que causó el despido del director de la Oficina de Turismo, José Izquierdo y el más reciente contra el jefe de la escolta del gobernador, Ángel Meléndez. Los últimos dos fueron personas seleccionadas por el Primer Ejecutivo y Meléndez, quien renunció al iniciarse la investigación, era la persona que le cuidaba las espaldas desde mucho antes de asumir el cargo. Con relación al despido del director de Turismo es sabido que el principal asesor legal del mandatario, el Lic. Orona, tuvo ante su consideración la queja de las empleadas que fueron hostigadas, pero lejos de iniciar de inmediato el proceso que mandata la Ley 17 del 1989, silenció el asunto antes de que las vistas públicas sobre el nombramiento de Izquierdo se llevaran a cabo. Su presencia en los medios antes constante, ha desaparecido desde entonces. Probablemente se atosigaría tratando de contestar las preguntas de la prensa.

En fin que estamos prácticamente donde nos quedamos en el 2017 y tal vez peor, porque las reforma contributiva aprobada por el gobierno federal, con toda probabilidad tendrá graves efectos adversos sobre Puerto Rico y aquí el gobierno anda como nave perdida. La atención es desviada hacia la lucha partidista por la estadidad con innumerables visitas a Washington y la aprobación de proyectos inocuos en la Legislatura como el que permite el voto cosmético por el presidente de Estados Unidos, impulsado por el dirigente de la Cámara Johnny Méndez y la creación de otra oficina en su capital para impulsar la estadidad, propuesta por el titán de la llanura, Rivera Schatz. Todo a costa de quienes pagamos contribuciones.

Pero, el pesimismo no es parte de nuestro equipaje. La lucha, el tesón y la solidaridad sí lo son. También el amor por nuestra Patria. Son muchas las formas en que podemos contribuir para que sanen las heridas y que nuestra gente no solo sobreviva las condiciones en que nos encontramos, sino que viva con dignidad. Tenemos que continuar exigiendo al gobierno que cumpla con sus responsabilidades, que rinda cuentas de lo que hace, pero al mismo tiempo podemos seguir apoyando las organizaciones sin fines de lucro que atienden las necesidades de la gente que está en condiciones más vulnerables; a las comunidades que actúan en colectivo; mantener los lazos con el pueblo boricua que nos apoya desde Estados Unidos; aferrarnos a nuestra cultura e historia de resistencia. Podrá tomarnos mucho tiempo, pero lo lograremos.

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