Espionaje del nuevo siglo

 

Por María Cristina/En Rojo

 

Con tantas historias tras bastidores que el Centro de Periodismo Investigativo y un puñado de otros excelentes periodistas de los rotativos del país han ido descubriendo y entramando durante estos tiempos de pandemia, sugiero cinco filmes sobre precisamente hacer la investigación necesaria que desafíe a la oficialidad, esa que con su poder esconde la verdad y amedrenta a cualquiera que intente ir en busca de la verdad. The Whistleblower/La Denunciantenos remite a las guerras de los Balcanes a finales del siglo 20, mientras Official Secrets, Fair Game,Snowdeny The Fifth Estatepresentan cómo la verdad fue sacrificada para llevar a cabo una invasión que se transforma en una guerra en el Medio Oriente que no parece tener fin.

 

The Whistleblower(Larysa Kondracki, 2010)

Desde hace varios años cineastas de la antigua Yugoslavia—ahora Bosnia, Kosovo, Serbia, Eslovenia, Croacia, Macedonia y Montenegro—y países europeos han filmado historias de las violaciones y crímenes cometidos durante esta guerra fratricida (1991-1999). Uno de los terribles resultados es la trata de mujeres blancas como esclavas sexuales. El filme se basa en la demanda de Kathryn Bolkovac (interpretada por la excelente actora británica Rachel Weisz), una agente de la policía de Lincoln, Nebraska, contratada por la ONU para trabajar en la reconstrucción de Bosnia poco después de los acuerdos de paz, contra la organización que la recluta y después la despide cuando intenta revelar el resultado de su investigación. Kathryn acepta trabajar en un lugar tan apartado por el dinero y porque se siente cómoda en ambientes predominantemente machistas donde ella es una de las pocas mujeres del grupo. No se siente intimidada ni amenazada por los hombres que considera sus compañeros de trabajo. Cuando descubre que parece haber códigos escondidos en los lugares y las personas que investigan y que sus compañeros se hacen de la vista larga cuando se denuncia alguna violación a los derechos de mujeres jóvenes del lugar y extranjeras, decide hacer su propia investigación y contactar tanto a organizaciones no-gubernamentales (ONG) como a los grupos de defensa de los derechos humanos.

 

Official Secrets(Gavin Hood, 2019)

El caso de Katherine Gun (otra excelente interpretación de Keira Knightley) es una mirada intensa a la vida de una persona de principios que no puede cruzarse de brazos y permitir que los líderes de su país mientan descaradamente para justificar una guerra que resultará en miles de muertes por la mera codicia de estos gobernantes. Katherine es una joven traductora que trabaja para una agencia gubernamental, que disfruta lo que hace y se siente lo suficientemente relajada como para poder hacer chistes y chismear y no aburrirse en algo tan tedioso como traducir documentos de poca importancia del mandarín al inglés. En su vida personal está casada con un refugiado turco, Yasar, que tiene varios empleos mientras espera pacientemente que su pedido de asilo sea revisado. Katherine es muy vocal en sus creencias antibélicas y se enfurece cuando oye a políticos supuestamente liberales, como Tony Blair, 1er ministro del Partido Laboral, repetir las mismas mentiras que el gobierno de George Bush sobre Irak. Su decisión de copiar y llevar con ella un documento que prueba la hipocresía del gobierno británico al no denunciar las manipulaciones ilegales que pretende llevar a cabo el gobierno estadounidense, es una reacción al sentirse impotente de detener esta guerra. Katherine quiere gritarle al mundo las falsedades que nos rodean y, por eso, no piensa en las consecuencias a corto y largo alcance. Si lo hubiera hecho, entonces nada pasaría. De igual intensidad se da en 2003 su proceso de arresto y acusación por filtración de documentos oficiales según la Ley de Secretos de Estado (Official Secrets Act) de 1989. Su caso llegará a la corte casi un año después, y estará representada por el grupo Liberty de defensa de los derechos humanos. Ella será víctima de acoso y persecución por defender sus creencias de oponerse a una guerra basada en la mentira.

 

Fair Game(Doug Liman, 2010)

Como sucedió con el filme Milky el compromiso de Sean Penn con este proyecto, es importante que se dé a conocer un suceso donde la vida de varios ingenieros extranjeros de confianza y sus familias y una agente de la C.I.A. fueron puestos en riesgo por la divulgación de información secreta por un alto oficial del gobierno de George W. Bush. Valerie Plame, como agente secreto, vivía dos vidas, una familiar con esposo y dos hijos pequeños y otra desconocida para sus amigos y vecinos. Cuando a Joe Wilson (su marido), por su conocimiento del Medio Oriente como negociante, se le contrata para que investigue si Sadaam Hussein tiene armas de destrucción masiva (WMD) como parecen sospechar los allegados al gobierno de Bush, comienza la tergiversación de hechos y pruebas que llevará a Estados Unidos a convencer a otros países del peligro de Irak a los países del Occidente. Esta primera parte de la historia se monta como una conspiración donde varias acciones pasan simultáneamente sin el conocimiento de las otras partes. Una vez Plame pierde su doble identidad, la pareja adopta dos actitudes distintas: ella prefiere mantenerse callada y pasar al anonimato mientras él decide denunciar a un gobierno que miente y que pone en riesgo la vida de sus agentes. Enfrentarse al gobierno conllevará casi un divorcio, la pérdida de sus negocios, la persecución de la prensa que repite la versión oficial del gobierno sin cuestionar otras posibilidades y el cuestionamiento personal de si después de todo este esfuerzo habrá un castigo a los transgresores.

 

Snowden(Oliver Stone, 2016)

En esta recreación de hechos reales, Oliver Stone comienza con el primer encuentro entre la documentalista Laura Poitras (Flag Wars, My Country, My Country, The Oath, Citizenfour), el periodista de The Guardiany luego The InterceptGlenn Greenwald y Edward Snowden, el denunciante de la red de vigilancia que Estados Unidos mantiene dentro y fuera de su país para espiar y, si es posible, formular cargos a toda persona que parezca sospechosa. Es un “Person of Interest” (serie de TV-CBS) sin supervisión alguna y por lo tanto con la capacidad de controlar toda información. El reparto es uno, entre muchos, de los aciertos del filme. Tiene en escena por pocos minutos, pero con la fuerza e intensidad que quedan en nuestra memoria, a Melissa Leo como Poitras; Zachary Quinto como Greenwald; Nicolas Cage como Hank Forrester, instructor ahora pero anteriormente alguien muy parecido a Snowden por su curiosidad y habilidad de encontrar lo casi invisible; Tom Wilkerson como Ewen MacAskill, corresponsal de inteligencia y defensa de The Guardian; Joely Richardson como Janine Gibson, la editora de The Guardianen línea y su seccional en Nueva York; Rhys Ifans como Corbin O’Brian el instructor principal de la C.I.A. y su mentor. Escoger a Joseph Gordon-Levitt con su gran parecido a la persona real que interpreta, y a Shailene Woodley como Lindsay Mills, su compañera, es resolver el cómo acercar a lxs espectadores a estas personas reales que el gobierno se empeña en tachar como traidores e indeseables.

 

The Fifth Estate(Bill Condon, 2013)

Este es un filme que los seguidores de Julian Assange (otra intensa interpretación de Benedict Cumberbatch) rechazaron al unísono, la mayoría sin haberlo visto. Pero si en vez de denunciarlo como un ataque (que no lo es) al fundador de WikiLeakso un biopic a lo The Social Networklo vieran como un ejemplo de cine político sería compatible con la suspicacia hacia las instituciones gubernamentales y el lugar de la prensa en la geopolítica que rige el mundo hoy. A través de la mirada de Daniel Berg (el polifacético Daniel Brül) conocemos a Assange en 2007 y lo que sorprende a todos es que una sola persona comprometida con una causa pueda manejar los medios para que la prensa cubra un evento (represión, violación de derecho humanos y elecciones en Kenia) y tenga un impacto fuera del lugar de los hechos. Para mantener su red de información Assange recluta a Berg y entre sus conexiones y destrezas logran penetrar los sistemas secretos de bancos y gobiernos. Sin duda el más revelador y peligroso es la filmación de Bradley (ahora Chelsea) Manning de la masacre de la población civil perpetrada por soldados estadounidenses en Afganistán en 2010. Aquí WikiLeaks se vuelve el site donde miles de mensajes formales e informales se almacenan con libre acceso para cualquiera. El montaje de la adquisición de información “sensitiva” y la decisión de publicarla conjuntamente con los diarios más importantes de Europa y los Estados Unidos (The Guardian, Der Spiegel, The New York Times) y la discusión de editar o no por razones de seguridad de agentes y colaboradores hacen de este filme un thrillerpolítico.

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