Factografía

Una fotografía es una escritura de luz. La factografía es la escritura de los hechos. Así que podríamos hablar de fotografías que forman parte de una estrategia documental utilizando ese segundo concepto.

El concepto es parte de la historia del arte soviético. En ruso, “faktografía” es una descripción de los hechos sin análisis ni generalización. Con esa intención se crea una red de relaciones entre escritura, cine y fotografía. Si nos atenemos a la historia nos referimos a una tendencia propagandística en los albores del proceso revolucionario soviético en el que se privilegia por supuesto lo político sobre lo estético.

En español recomiendo Factografía. Vanguardia y comunicación de masas de Víctor del Río (Abada. Madrid.2010). En ese libro se discute ese concepto como una fórmula de la vanguardia de izquierda en la que se intentaba producir arte como herramienta para transformar las conciencias.

El tema es pertinente. Puerto Rico atraviesa por su peor crisis en un siglo. La construcción de la verdad oficial (esos hechos alternativos a los que se refiere la asesora del presidente Trump (Kellyanne Conway) es pura manipulación de información e imágenes. Los medios tradicionales (corporativos) participan de esa trama –a veces burda– pero aparentemente muy efectiva.

Cabría preguntarse, ¿seremos capaces de crear, salvando las distancias, modos de presentar la realidad del proceso actual de resistencia desde una perspectiva objetiva o con una intención política que subvierta la manipulación mediática conservadora? ¿Todavía podemos creer en utopías políticas y estéticas en alianza? ¿Podemos presentar testimonios de lucha y resistencia “sin generalizaciones” o sin borrar (hacer invisibles) las propias contradicciones que surgen de todo proceso de resistencia?

Los medios de información hoy día nos permiten, paradójicamente, retomar y potenciar fórmulas tradicionales de contar historias. Transmitir en vivo desde el lugar de la acción es posible sin el filtro de la prensa corporativa. Lo nuevo es la accesibilidad instantánea de miles de posibles “espectadores” y, además, la potencial presencia de centenares de testigos con la tecnología disponible para registrar y difundir “los hechos”. En esta coyuntura hay que replantearse el papel que pueden desempeñar los artistas y los periodistas. Hay muchas paradojas éticas en el trabajo. ¿Cómo documentar la resistencia que se organiza y que suponemos aumentará como aumentan las medidas salvajes que impone la Junta y el gobierno títere de Ricky?

Dejemos una muestra de imágenes sin comentar. Piense en ellas. Piense en cómo insertarse en la escritura de los hechos y en la escritura de la luz.

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