Filmes en tiempos de encerramiento voluntario

Por María Cristina / En Rojo

Aunque todavía mi programación favorita de TV no ha finalizado—y “Blacklist” acaba de comenzar su nueva temporada—ya tengo mi listado para sustituir las horas que pasaba en las salas de cine que ahora, lamentablemente pero con razón, permanecen cerradas. Aquí les incluyo filmes que vi en estreno y luego las repetí muchos años después a ver si todavía tenían el mismo efecto; otros que nunca pude ver en pantalla grande porque nunca estrenaron en Puerto Rico o porque me las perdí en algún festival.

 

BE GIANTS (1971)

(director Anthony Harvey; escritor y guionista James Goldman; cinematógrafo Victor Kemper)

Basado en una obra de teatro, la historia es un tour de forcé para George C. Scott como Justin Playfair, juez que desde que enviuda crea un mundo donde asume el personaje de Sherlock Holmes y Joanne Woodward como la doctora Mildred Watson (pura casualidad) que poco a poco se va convenciendo de que sí existe un complot que requiere la investigación algo rara de su paciente. Se conocen porque bajo engaño, su hermano Blevins lo lleva al hospital psiquiátrico a evaluar y posiblemente confinar por su aparente demencia. Después de conocerlo y encontrar muchos pensamientos afines con Justin/Holmes, ella consiente a lanzarse por las calles de Nueva York en busca de, por supuesto, Moriarty y desenredar el complot que pudiera ser real. Así la pareja pudiera también ser una versión de Don Quijote y Sancho al repetir: “no lo son, pero pudieran ser gigantes.”

RAGTIME (1981)

(director Milos Forman; guionista Michael Weller; autor E.L. Doctorow; cinematógrafo Miroslav Ondricek)

No importa el orden en que se haga, pero tanto ver el filme como leer la novela son viajes hermosos y profundos en estos tiempos de larga espera. El libro tiene muchísimos más detalles e historias secundarias aparte de una recreación de eventos de esos primeros años del siglo XX. El filme enfoca en la historia de Coalhouse Walker y su relación con la familia tradicional de New Rochelle que se definen como Father, Mother y Younger Brother. Otros personajes, aparentemente extraños  a estos dos grupos, ocuparán espacios comunes según se desarrolla la trama. El filme hace un trabajo excepcional en aglutinar eventos y personalidades importantes en una primera escena: un hombre negro muy bien vestido toca el piano en una sala de proyección de cine (el nuevo invento de entretenimiento), mientras en la pantalla se presentan sucesos del momento como Houdini y sus famosas escapadas, el asesinato del arquitecto Stanford White en un lugar público y Emma Goldman dirigiéndose a grupos de mujeres. Ese Nueva York de principios de siglo se presenta vibrante, veloz, caótico y abierto a posibilidades de cambio. Por el contrario, New Rochelle parece congelado en el siglo XIX al ver su arquitectura, rutina, población totalmente blanca a excepción de algunos criados. Cuando Sarah y luego Coalhouse irrumpen en las vidas de esta familia gracias a la humanidad de Mother, el deseo de justicia de Father y las ideas revolucionarias de Younger Brother, se da una transformación en las vidas de todos, algunas muy tristes y otras inesperadamente positivas.

 

MYSTERIOUS SKIN (2004)

(director y guionista Gregg Araki; escritor Scott Heim; cinematógrafo Steve Gainer)

Como soy una seguidora del actor Joseph Gordon-Levitt, hice un binge de sus filmes anteriores y encontré este drama muy intenso por su temática de pedofilia. Son dos historias paralelas, Brian y Neil, que comienzan cuando tienen ocho años hasta que son jóvenes adultos. Brian intenta descubrir qué pasó una noche de la cual no tiene memoria mientras Neil, ahora independiente y lejos de su pueblo, intenta olvidar lo que pasó esa misma noche. Por eso es Brian el que contacta a Neil y es a través de él que logrará reconstruir los pedazos de esa noche. Ambos jóvenes, Brady Corbet como Brian y Gordon-Levitt como Neil, son tremendos y hacen de esta historia una creíble sin ser repulsiva, con un entendimiento distinto por ser la perspectiva de los jóvenes que, aunque se sienten abusados, no son víctimas de nadie.

 

EASTERN PROMISES (2007)

(director David Cronenberg; guionista Steve Knight; cinematógrafo Peter Suschitzky)

Lo que sobresale de este filme es la frialdad con que trata sus asuntos: desde degollar a alguien por haber propagado rumores sobre la preferencia sexual de uno de los “negociantes” rusos, ver desangrar a una joven encinta, violar a una joven como parte de la trata sexual de mujeres, hasta hacer desaparecer a un viejo por haber leído un diario. Todo es un negocio y la ofensiva y las venganzas rigen el comportamiento de estas redes de Europa oriental ubicadas en el Reino Unido. Casi por accidente una joven enfermera, Anna (Naomi Watts) entra a este circuito sin percatarse al principio del peligro al que se expone ella y a su familia. El hilo narrador y conector es el diario– que Anna lee en traducción– de Tatiana (Sarah-Jeanne Labrosse), la chica de dieciséis años que creyó en las promesas de una mejor vida en Inglaterra con una red de apoyo de sus compatriotas. Aquí encontraría empleo, vivienda, educación y un futuro no soñado en su pueblo. Narra cómo cada una de esas promesas se desvanece cuando descubre que su viaje a este país es parte de la trata sexual de mujeres. Sólo el chofer de Semyon, Nikolai (Viggo Mortensen), está dispuesto a descubrir la verdad junto a Anna no importa los riesgos que enfrenten.

 

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