Hostos luchador: un curso de educación popular sobre el Hostos activista y sus luchas

 

¿Por qué Hostos? ¿De dónde surge la idea del curso? ¿Realmente hace falta un curso sobre Hostos?

OJH: La idea del curso surge como parte del empeño de nuestra Comisión Nacional Conmemoración Hostos 180 (CNCH180) en difundir la obra de Hostos. Es importante que esa obra llegue a todos los sectores de la comunidad, en particular a quienes están comprometidos con el cambio social y político en nuestros país. Es un trabajo que comenzamos hace un año y medio y que quiere aportar a nuestra descolonización y a crear un espacio de discusión crítica de modo que podamos contribuir a pensar la crisis en que estamos sumidos y cómo salir de esta. Entendemos que promover la lectura y la discusión de Hostos, que ha sido ninguneado por los regímenes coloniales en distintas épocas y de distintas maneras, y por una cantidad de funcionarios, súbditos de la ignorancia y del coloniaje, que esa es una manera de ayudar a abrir un espacio de discusión crítica sobre la colonialidad. Lo que proponemos estudiar en el curso es la trayectoria de Hostos como luchador, activista y revolucionario, y los proyectos en los que se vio inmerso. Y utilizaremos una base documental y contextual que sirva para objetivar los planteamientos y que nos permita una reflexión crítica. El curso propone lo que Hostos llamaba la “lectura razonada”, que no es otra cosa que el pensamiento crítico con los elementos contextuales necesarios para comprender sus ideas, discutir el resultado de sus proyectos, proponer explicaciones sobre por qué fracasaron algunos y sobre la extraordinaria vigencia que tienen otros. 

RMG: La imagen más difundida de Hostos es la del educador en los niveles primarios y desvinculada de forma directa de las luchas a las cuales dedicó su vida y obra. Se dice, pero no se le da el completo significado que asignaba Hostos al proceso educativo, que era educar la razón para que los estudiantes desarrollaran conciencia crítica. Era todo un proyecto revolucionario a través de la educación. Esa imagen también dista mucho del Hostos que hizo tarea educativa con obreros y campesinos en la República Dominicana hacia el final de su vida y cuando se percató de que su reforma educativa era constantemente anulada con los abruptos cambios políticos que se sucedían allí. Con la fundación de la Liga de Patriotas en Puerto Rico hizo otro tanto, pues era más que nada un proyecto educativo y descolonizador. Entiendo que este es el Hostos que queremos proyectar.

¿Qué objetivos persigue el curso?

OJH: El curso se inserta dentro de lo que se conoce como “educación popular”, o lo que el educador Ángel Villarini llama “educación emancipadora”. El quehacer educativo del Maestro Hostos es parte de esa tradición, que es todavía innovadora (valga la paradoja). Desde la década de 1880, Hostos promovió no solo la educación formal en Santo Domingo, mediante las escuelas normales que fundó y el Instituto Profesional, que fue la universidad en el hermano país en esos momentos, y que Hostos ayudó a reactivar después de un extenso período de anarquía. Desarrolló también otras iniciativas que pertenecen a lo que ahora llamamos “educación popular”: estableció una escuela nocturna para obreros y un kindergarten. Por otra parte, esas instancias libertarias se conocen poco y hay que considerarlas tanto como parte de la historia de la educación de nuestros países, como de las luchas por mejorar la condición de nuestros pueblos. La historia colonizada nos habla de “un Hostos educador”, pero de un modo descontextualizado y casi sin discutir las problemáticas en las que estuvo inmerso. Una visión más compleja sería más cercana de la verdad histórica. 

Hostos fue un luchador que obtuvo importantes logros en el campo de la educación y estos fueron el resultado de nuevas maneras de pensar y hacer, en términos pedagógicos, que generaron conflictos. Buscaba una educación objetiva, laica (no sectaria) y basada en la ciencia. Antes de cumplir una década de su publicación en Inglaterra, Hostos había leído El origen de las especies, de Darwin, en traducción al francés por la científico Madame Royer, a quien daba mucho crédito. Empleó una pedagogía que fue descubriendo nuevos recursos y enfoques: el educando como centro del proceso, la integración curricular, el uso de globos y manipulables en la educación primaria, la observación natural, la “lectura razonada”, el método concéntrico”, que es una ampliación del conocimiento sobre unas bases asociativas graduales y referidas a la experiencia. Su pedagogía integra los aspectos emocionales, estéticos y físicos. Su currículo incluía el canto y el entrenamiento militar. En fin, se trataba realmente de una educación integral. Entonces el ilustre mayagüezano fue un educacionista (como se decía en aquel entonces) muy al día. Pero sus gestiones produjeron verdaderas batallas: educativas y políticas. Ese es el enfoque del profesor dominicano Santiago Castro Ventura en sus dos libros: Hostos en el perímetro dominicano (2003) y Hostos: Revolucionario sin fronteras (2003), que son trabajos que merecen mayor difusión y discusión.

Para resumir, el curso pretende replantear la noción institucionalizada de un “Hostos educador” a secas de que comúnmente se habla, con exclusión de intencionalidad y circunstancias, pues esa es una distorsión histórica, una frase que efectúa y simultáneamente esconde su carácter de construcción colonial, puesto que el otro Hostos, el no-educador, el investigador, el forjador de opinión pública, el luchador, no aparece vinculado al educador ni se le estudia como tal. Hostos, sin duda, fue un gran educador-activista, que trató de influir en las esferas políticas, educativas e intelectuales para mejorar las condiciones de nuestros pueblos antillanos y para promover los derechos: de la mujer, de los negros, de los trabajadores, de los ciudadanos… Fue un educador-luchador (de eso saben mucho nuestras maestras y maestros) y el curso quiere comenzar proponiendo esa rectificación.

RMG: Desde hace ya bastante tiempo he estado trabajando lo de la conexión entre el pensamiento/praxis de Hostos con el de Pablo Freire, así como las tangencias entre Hostos y el pensador italiano Antonio Gramsci. Podríamos hablar de dos posibles senderos para abordar la educación popular en este curso sobre “Hostos luchador”: Primero, la Educación Popular como paradigma que prioriza la concientización vinculada inevitablemente a la acción transformadora. Freire, cuando entró a definir lo que era concientización, trabajó esa relación indispensable que puede servir de marco para vincular a la Educación Popular con Hostos. Es educación para la transformación, “para la práctica de la libertad” (Freire) o para la creación de “intelectuales orgánicos”

(Gramsci). Saca la educación de lo estrictamente académico y la vincula a lo político. Ángel Villarini muy acertadamente le llama educación liberadora y podría vincularse a las luchas políticas, sindicales, estudiantiles, comunitarias, etc. Segundo, la Educación Popular como metodología en el proceso educativo. Claro, lo de popular viene porque lo de Freire era trabajar con adultos pobres, marginados, comenzando con la alfabetización para llegar a la concientización y a la acción. Esto llevó a que originalmente se le considerara como “educación de adultos”. Como son adultos que ya tienen unas experiencias y unos aprendizajes, no puede ser educación como la de los niños (peda-gogía) sino una donde los “intelectuales orgánicos en formación” aprendan por sí mismos y en colectivo, por lo que el método debe ser participativo y activo por parte de los educandos en un “diálogo de saberes”. Esto encaja perfectamente con Hostos (aunque diera muchas conferencias, punto a discutir) tanto en su fase de educación con niños como más tarde con adultos y, particularmente, con obreros y campesinos.

¿Se puede hablar de una práctica hostosiana? ¿En qué sentido? ¿Tiene alguna relevancia?

OJH: Podemos pensar en una práctica hostosiana como la adopción de una ética basada en la ciencia (el conocimiento de las leyes de la naturaleza y de la sociedad), en una moral que equipara el derecho a la justicia, y en el trabajo consciente que se realiza a partir de esa ética que promueve la responsabilidad para con la sociedad, la naturaleza y nosotros mismos, como seres racionales. Hostos es el gran precursor latinoamericano de los derechos humanos, pero no piensa la libertad exclusivamente en términos individuales. Como fue un pensador del derecho libertario, promueve ambos: los derechos individuales y los nacionales. Sienta los fundamentos de los derechos humanos e incluso va más allá al intuir la necesidad de proteger a los animales del maltrato y de la violencia generada por los seres humanos. De modo que hay en su ética un elemento casi franciscano, por su amabilidad hacia los animales, cuya protección es hoy parte de los valores de las sociedades civilizadas. Hay también en su pensamiento una previsora conciencia ecológica, que promueve el respeto y la conservación de la naturaleza. Fue lector del científico escocés-estadounidense John Muir, que fundó el Sierra Club y fue uno de los pioneros científicos-activistas en pro de la conservación natural.

RMG: Sería un error separar el pensamiento hostosiano de la práctica que realizó toda su vida. Quizás porque escribió mucho se podría pensar que fue básicamente un escritor o filósofo desvinculado de una práctica activa. Sus textos no eran únicamente exposiciones teóricas sino para su uso en los cursos que impartía, particularmente en los campos del derecho, de la sociología y de la moral. Algunos son la recopilación de apuntes que sus alumnos hacían de sus clases. Otros son cartas cursadas en el fragor de sus luchas con sus correligionarios. Su objetivo final fue siempre la transformación social, fuera en la forma de la lucha por las independencias de Cuba y Puerto Rico o en la lucha por la justicia social con obreros y campesinos. Fundó escuelas, institutos, asociaciones, periódicos y desarrolló proyectos, como La Liga de Patriotas y la Comisión a Washington, como parte de una práctica hostosiana de naturaleza autogestionaria, no partidista y de búsqueda de acuerdos. Hostos no fue solamente un precursor de una práctica de educación popular sino también de movimientos de sociedad civil, cooperativistas y comunitarios. Con mucha razón la estudiosa argentina hostosiana, Adriana Arpini, quien recientemente nos visitara, le llamó “un hacedor de libertad”, y pongo énfasis en lo de hacedor porque implica precisamente el desarrollo de una práctica libertaria.

¿Hay contribuciones teóricas de Hostos al concepto de descolonización?

OJH: En sus escritos encontramos propuestas teóricas de gran actualidad sobre cómo descolonizar nuestro país. Al crear la Liga de Patriotas Puertorriqueños, Hostos propone la autogestión como elemento fundamental para desarrollar y descolonizar a nuestro pueblo. El eje era el Instituto Municipal que debía tener cada municipalidad de la Madre Isla. Y ese Instituto debía operar escuelas gratis para jóvenes y niños, un kindergarten (con el que ya había experimentado en Santo Domingo como una iniciativa particular), una escuela nocturna para obreros, conferencias dominicales, que eran una especie de educación continuada, y un periódico, que podría servir de entrenamiento y como medio de información y producción del conocimiento. Todo esto desde la municipalidad. Ese era un proyecto de educación comunitaria. Y era una propuesta educativa descentralizada, como proponía también Hostos para la administración pública. Está presente en estas propuestas de descentralización la influencia de un cierto anarquismo. Además, si miramos bien el concepto de las organizaciones no gubernamentales (ONG), vemos que la Liga de Patriotas Puertorriqueños tiene una estructura y propósitos que se corresponden con los que hoy se asocian a las ONGs. En el servicio a las comunidades y en el mutualismo hay una cercanía al concepto de la solidaridad. Se afirmaba, se ejercía y se promovía, además, el derecho a la educación. Y esos institutos debían estar fuera de la influencia malhechora y malsana del partidismo político. Eso, de por sí, plantea una pregunta importante: ¿podemos descolonizar nuestro país a través de los partidos políticos? En aquel momento Hostos pensó que no. Nuestra experiencia histórica le ha dado la razón. Eso no quiere decir que la historia haya terminado. Pero a su manera de ver, el factor que prima es la iniciativa ciudadana, y hacer la gestión a partir de y desde el ámbito municipal, al revés de lo que han intentado nuestros partidos y movimientos independentistas. Se trataba —como él mismo decía— de “hacer política al revés”.

Entonces esos dos conceptos, autogestión y participación ciudadana, son elementos claves en el pensamiento hostosiano de la última horneada. Su actualidad es evidente porque abonan al empoderamiento y a la soberanía: individual, comunitaria, hasta llegar a la nacional. Un buen ejemplo de esto sería —desde luego— Casa Pueblo, y a este se suman tantos otros proyectos comunitarios que han surgido para atender las necesidades locales de nuestra gente.

 

RMG: Ciertamente, como afirma Orlando, una aportación importante de Hostos a un proyecto descolonizador es su propuesta de que el país se tornara económicamente viable como país independiente y esto a través del desarrollo autogestionario. Y es una propuesta abarcadora porque, como vemos, también incluye la educación y la participación ciudadana. En nuestro país, ya hay muchas iniciativas de autogestión en el nivel comunitario pero no es todavía una estrategia integral. Eso falta por hacerse y Hostos podría ser el inspirador de ese movimiento. También hay que decir, por supuesto, hay otras aportaciones a la descolonización desde el campo del derecho.

¿Qué intentó hacer Hostos cuando regresó a Puerto Rico en el 1898? ¿Qué elementos se pueden rescatar de esa experiencia histórica?

OJH: Necesitamos salirnos de la “hagiografía hostosiana” para estudiar los logros y los fracasos de don Eugenio. Como todo pensador, como todo revolucionario, Hostos tuvo aciertos y equivocaciones. El curso sobre Hostos propone estudiar las equivocaciones y los fracasos como temas de análisis; no los evita. Cuando Hostos regresó a la Madre-Isla, en septiembre del 98, a pesar de haber estado ausente durante 30 años y a pesar de que su quehacer era poco conocido, gozaba de un prestigio impresionante. Docenas de personas le escribieron expresándole su interés y su apoyo, incluyendo el presidente del gremio de los barberos que quería que intercediera en una disputa, y los trabajadores de Ponce, que por su prestigio le dieron su aval para representarlos en la Comisión a Washington. A sus esfuerzos, que buscaban la transformación modernizadora y anti-clasista, le faltó una estructura organizativa que no pudo desarrollar. Con su prédica anti-partidista situó su proyecto de la Liga de Patriotas en una posición vulnerable. Los emergentes partidos políticos bajo el nuevo régimen —refritos de los anteriores— lo percibieron como una fuerza antagónica y crearon una campaña en su contra.

RMG: Creo ciertamente que la gran contribución de Hostos al regresar a Puerto Rico en 1898 fue intentar aprovechar la coyuntura de la invasión norteamericana para poner en marcha un proceso para el rescate de la soberanía del país. Por eso la creación de la Liga de Patriotas y la Comisión a Washington. Había dos frentes con los cuales lidiar. El primero era la división entre los puertorriqueños tanto aquí como en Nueva York entre facciones separatistas y anexionistas. El segundo era la intención del gobierno de Washington de retener a Puerto Rico como una posesión. Las propuestas hostosianas fueron la Comisión a Washington y la Liga de Patriotas. Proponía celebrar un plebiscito luego de un periodo de gobierno temporal y un proceso educativo. Ambas iniciativas partían de una postura basada en procesos no partidistas y de búsqueda de consensos. Las iniciativas no tuvieron éxito y la situación sigue sin resolver, por lo que las propuestas de Hostos siguen vigentes y esperamos que puedan constituir un faro que ilumine nuevas propuestas para viejos problemas.

¿Cuál es la propuesta de la 

Comisión Nacional Conmemoración Hostos 180?

OJH: Fundamos la CNCH180 hace poco más de año y medio, gracias a la gentileza de la amiga hostosiana Monserrate (Ate) Matos, directora del Museo Defilló, de Mayagüez, que nos brindó allí un espacio durante la Campechada de abril 2018, para que los estudiosos hostosianos discutiéramos qué hacer de cara a la crisis que confronta nuestro pueblo. Esta asociación tiene varios propósitos. El principal en estos momentos es difundir el pensamiento hostosiano: que nuestra gente, de todas las profesiones y clases sociales, conozca las propuestas de Hostos y sus logros, no solo como educador, sino también como activista, promotor de los derechos de la mujer y de los obreros, abolicionista anti-racista y luchador anticolonial. Hostos es el intelectual de mayor reconocimiento en nuestra historia: escribe sobre Shakespeare, sobre la necesidad de reformas penales, sobre la ciencia, escribe varias novelas y diarios, publica diversos tratados: jurídico, de sociología, ética, filosofía, sobre pedagogía y sobre geografía; su labor periodística (apenas estudiada) es inmensa; denuncia la opresión de los marginados; es autor de cuentos y obras de teatro para niños… y no se estudia en prácticamente ninguna institución de este país, Es importante que nuestros intelectuales y nuestros luchadores conozcan la pertinencia del pensamiento hostosiano, porque no es solo que sus logros sean motivo de orgullo para nuestro país, sino que además su pensamiento anti-colonial—que promueve la educación descolonizadora y la autogestión—es de una absoluta actualidad y pertinencia, una de las claves sobre cómo responder a la crisis. 

Como una iniciativa de la CNCH180, estamos realizando una serie de 15 programas radiales: Hostos desde nuestro tiempo, que pueden escucharse por Radio San Juan (internet), de acceso libre y para que las emisoras de radio en cualquier lugar del mundo puedan transmitir esos programas sin costo alguno, pues son de interés público. Son entrevistas y discusiones con especialistas de las diversas disciplinas a las que aportó el insigne mayagüezano, y con artistas que nos hablan sobre cuál fue el proceso creativo cuando hicieron obra sobre los escritos o el quehacer de Hostos. Se puede acceder a esos programas en la siguiente dirección del internet: https://soundcloud.com/radiosanjuan/sets/proyecto-hostosiano. 

En un momento próximo quisiéramos hacer una edición impresa y otra electrónica de esos programas para que sirvan de lectura en la educación de niños, niñas y jóvenes en las escuelas. Estamos tratando de democratizar y difundir el pensamiento hostosiano. Porque además a nuestro pueblo le compete conocer la labor de los que han luchado por sus derechos. Y Hostos —aun con sus equivocaciones— fue un verdadero gigante en los múltiples y diversos empeños y saberes que inició y cultivó. En el curso exploraremos con Hostos dos planteamientos paralelos: primero, la historia de nuestras luchas nos ayuda no solo a entender mejor nuestro país, sino también a prepararnos para las luchas que confrontamos; segundo: no hemos sabido utilizar el gran potencial que nos ofrece la educación popular. Los dos elementos deberían andar juntos. En eso estamos.

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