“In passion we trust”

Hace falta que más personas en el mundo hagan lo que les apasiona. Quizás, la situación fuera distinta y la realidad no tan dura si ése fuera el caso. Hace falta más música, pintura, poesía, colores, palabras… hace falta más humanidad.

Algunas semanas atrás pude conversar con Andrés Melendez Carbonell, luego de haber llegado hasta su colorido perfil de Instagram (@andrusno) y escribirle a través de esa red social para realizar una entrevista y conocer sus trabajos tanto como diseñador gráfico, ilustrador y pintor.

Desplazándome por su perfil, los mensajes que acompañan sus trabajos me llamaron la atención, además de que me gusta la combinación de texto y pintura, lo que es parte de su estilo y marca.

“In passion we trust”, “Good decisions”, “Expectation Kills”, “Burning desire 2 win”, son algunas de las expresiones que, acompañadas de colores brillantes, transmiten insistentemente una inquietud en el joven y cuyo origen coincide con el momento en que aceptó que el arte era todo lo que le apasionaba y a lo que quería dedicarse.

“Mi trabajo se empezó a basar en lo que yo estaba pasando, las cosas que quería hacer, mis dudas, miedos, mi historia como estudiante”, relató.

Melendez, entró a la universidad y comenzó a tomar clases de biología con la expectativa de estudiar medicina según le habían recomendado, así cuando terminara podría conseguir un trabajo estable. Pero se sentía descarrilado, no le llamaba la atención y pensaba que no era justo estar en un salón de química pasando las de Caín.

En ese momento quiso crear su marca de ropa por lo que decidió irse a estudiar diseño gráfico en la Universidad de Puerto Rico (UPR), en Carolina, donde aprendió sobre ilustración digital, creación de marcas (branding), logos.

“Mi punto de vista sobre del diseño era cómo lo puedo aplicar en el arte y no viceversa”. De esta manera, Melendez, comenzó a experimentar con los programas de ilustración y a mezclar lo aprendido en diseño gráfico con el arte pictórico. El resultado fue la caricatura de un billete de $100 y la cara de Benjamin Franklin rodeada por la frase mencionada antes: “In passion we trust”.

El significado del billete, según explicó Meléndez, era su modo de pensar en medio de aquella crisis existencial que atravesaba mientras estudiaba biología en la UPR de Arecibo. “Quizás no me va a ir mal haciendo lo que me gusta. Voy a creer en esto que quiero hacer y el dinero llegará”, pensaba.

“Tampoco quiero que mi narrativa parezca como que todo es bello, no, el mundo puede ser cruel y la vida difícil, pero el ser humano tiene la capacidad de levantarse, de ser resiliente y hacer lo que quiere”, dijo el joven de 22 años.

Resumió su idea en la preocupación de que las personas tomen decisiones importantes en la vida basándose solamente en el dinero y no en las cosas que aman.

En cambio, le comenté que de primera intención había interpretado su trabajo como una crítica directa a ese afán de la sociedad actual por el dinero y el consumo desesperado. Sin embargo, luego de la explicación pienso que esa es la otra cara de la moneda por así decirlo. Mientras yo tomé el significado como una crítica literal entiendo que Melendez se refiere mas bien a la forma en que se consumen los espíritus en la modernidad tardía.

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