Incierto el tiempo necesario de aislamiento social 

 

Por Candida Cotto/CLARIDAD

ccottto@claridadpuertorico.com

Hasta que no comience a aumentar el número de pruebas de coronavirus (COVID-19) y se conozcan sus resultados no se sabrá si estas dos semanas de cuarentena han sido suficientes para detener el avance de contagio en el país de esta pandemia que ya mantiene detenido a tres continentes. 

El doctor en radiología, Pedro Díaz Ortiz, -en entrevista con CLARIDAD- ofreció un análisis más sosegado del procedimiento seguido en el país hasta el momento para atender la pandemia. En lo que respecta a la disponibilidad de las pruebas para detectar el virus señaló que ha sido una multifactorial y una de ellas ha sido la demanda a nivel internacional por los reactivos para las pruebas, por parte de países como China, Italia, España y ahora Estados Unidos, donde la curva del contagio ha sido muy inclinada lo que a su vez ha provocado que sea un reto para cada sistema de salud establecer un proceso de discernimiento.  

En esa línea resaltó el que en la medida que han pasado los días se han ido modificando las solicitudes de mayor cantidad de pruebas tanto por el Departamento de Salud (DS) como por laboratorios privados, y por diferentes municipios que también se disponen a realizarlas. 

Apuntó que las pruebas tienen un factor importante en el diagnóstico, pero que en esta etapa donde hay distanciación social lo que se está trabajando es con la parte de la propagación del virus. Es por esta razón -explicó- que en estos momentos la prueba a los pacientes asintomáticos “no nos interesan”, y se ha estado orientando que aquel paciente que tenga síntomas leves como un catarro, fiebre, si no tiene ningún otro síntoma asociado a ninguna otra complicación asociada a complicaciones cardiacas, o complicaciones serias mayores respiratorias, ese paciente se debe ir a su casa a distanciar socialmente.

Puntualizó que con esto lo que se quiere es que esa persona no sea un vector y se convierta en la fuente de contagio. Trajo a la atención la experiencia de Corea del Sur en donde una de las fuentes de contagio fue una congregación religiosa donde la mayor parte de los asistentes eran personas entre 20 a 30 años lo que provocó un contagio bien grande en esa población. 

En principio en el caso de quiénes están en el hospital con una prueba positiva es importante definir cuál es el patógeno que tiene para poder dirigir el tratamiento de una manera adecuada, tomar las precauciones y más importante aún que el hospital tome las precauciones de aislamiento adecuadas para a su vez evitar la dispersión del virus, proteger el personal médico que trabaja “para que entonces no tengamos bajas en el personal médico para poder seguir tratando a nuestros pacientes porque van a venir más pacientes”. 

Al reconocer que en efecto habrá más gente contaminada describió que el curso natural de un virus como el COVID –19 aunque haya la distanciación social en estos momentos el virus se va a propagar y que es evidente que hay una población en la isla que ya lo tiene. En la medida en que más pacientes contagiados vayan llegando al hospital se podrán seguir identificando y hacer un análisis del rastreo del contagio. 

El doctor en neuroradiologia comentó  que con la experiencia de Italia y España, otra data que ha examinado y en comunicaciones con médicos de otros países que le han traído la experiencia de cómo manejar esta situación, se ha  aprendido bastante para saber que más o menos al 80% de los pacientes que se contagian con el COVID-19  les va a dar un catarro, una fiebre y una tos, se van a curar y se van a ir para sus casas. Hay entonces alrededor de un 20% que se va a dividir en un 15% que va a estar hospitalizado y van a recibir atención médica y el otro 5% son los que se enfermarán de manera crítica que estarán en una sala de intensivo.  

“Ese 5% son los que van a tener la mortalidad, los que están críticamente enfermos. Esa distribución es bastante constante en los países de como el virus se está comportando”. 

En el caso de Puerto Rico dijo que la medida de distanciamiento social temprana que se ha tomado ha sido beneficiosa para disminuir la velocidad del contagio. Eso ayuda a que el sistema de salud con la capacidad que tiene actualmente pueda proveer los servicios de una manera controlada y que los enfermos se puedan curar y la gente pueda salir del hospital. 

A eso se añade a que se pueda tener la capacidad para atender a todos los afectados, “porque si podemos atenderlos a todos la mortalidad disminuye, pero si el sistema colapsa y hay más pacientes de los que podamos atender pues entonces la mortalidad del virus se podría disparar que es lo que ha pasado en Italia”, afirmo.

En ese sentido ante la interrogante de si dos semanas de distanciamiento social son suficientes el doctor Díaz Ortiz recalcó en la necesidad de hacer las pruebas. El tener acceso a las pruebas va a permitir poder tener modelos de representación epidemiológicos que nos indiquen cuál es el comportamiento a nivel local del contagio, en qué municipios hay más casos, en cuales edades se está distribuyendo, quienes son los de mayor propagación, si a los viejos en los centros de cuido se están atendiendo bien, es decir, tener data para poder proyectarnos hacia el futuro y hacer modelos que el gobierno pueda utilizar para tomar decisiones 

Pero, lo que hasta el momento no se puede proyectar, -añadió- es si se va a necesitar más tiempo de distanciamiento social, porque eso va a depender de cuantos vectores pueda haber sin identificar. Con el distanciamiento social, reitero, la transmisión se mantiene de uno a uno, se está transmitiendo, pero de manera lenta de persona a persona, uno a dos, uno a tres no uno a 500.  Ante este comportamiento de la propagación expresó, lo importante que es cerrar el aeropuerto. 

En este escenario reconoció que las personas asintomáticas que cargan el virus nunca se va a saber quiénes son, al ser difícil estimarlos, por eso mismo es que es importante el aislamiento. Reparó que en términos económicos y estructurales no es posible para ningún país hacerle la prueba a todo el mundo.  

El director del Departamento de Radiología del Hospital San Lucas de Ponce, indicó que algunos hospitales y oficinas médicas han adoptado las medidas de discernimiento que establece el CDC para recibir pacientes y visitas. La limitación de las visitas en los hospitales es parte del distanciamiento social, algunos han limitado el tiempo de visita a media hora y en caso de las salas de intensivo a cinco minutos.  

“Eso es para precisamente proteger a toda la comunidad tanto al paciente en el hospital, no se sabe si el visitante está llevando el virus y la persona no lo tenga, y de igual manera si el paciente lo tiene así que nosotros vamos a asumir que todo el mundo tiene coronavirus para proteger también al personal médico que es altamente valioso en una pandemia como esta porque ya en Puerto Rico tenemos escasos recursos médicos así que el que tenemos lo tenemos que proteger”. 

En tanto desde el punto de vista de la radiología, el doctor Díaz Ortiz, aclaró que los estudios radiológicos al día de hoy basados en la data disponible, el diagnóstico de la condición del virus se tiene que hacer por la prueba de COVID -19. El rol de la radiología tanto de las placas de pecho como el CTSCAN no están recomendados para discernimiento del virus en EEUU y por ende en Puerto Rico.  En lo cual si se va a utilizar la placa de pecho y el CTSCAN como método diagnóstico es en aquellos pacientes hospitalizados con una condición más avanzadas y haya indicaciones médicas para poder hacer esos estudios  y haya unos hallazgos que los radiólogos puedan identificar que pudiera sugerir que el paciente tenga una neumonía viral. Pero insistió en que hasta ahora ninguno de esos estudios son específicos para el radiólogo poder decir que la persona tiene el COVID-19, siempre es necesaria la prueba. 

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