Indolencia ante los feminicidios

Por Cándida Cotto /CLARIDAD

ccotto@claridadpuertorico.com

En Puerto Rico ocurre un feminicidio cada 7 días, lo que equivale a una tasa promedio de 3.00 feminicidios por cada 100,000 mujeres. A nivel mundial, esta tasa se considera alta.

La persistencia de la indolencia- Feminicidios en Puerto Rico 2014-2018, estudio en la isla acerca de la situación de feminicidios en Puerto Rico fue presentado en conferencia de prensa por las organizaciones Proyecto Matria y Kilométro Cero, en días recientes. El estudio surge como una reacción ante la marcada y sistemática indolencia de las autoridades gubernamentales en documentar de manera rigurosa la situación de los feminicidios en Puerto Rico, su divulgación a la ciudadanía e implementación de medidas para preventivas, indicaron las portavoces Amarilis Pagán Jiménez, de Matria, y Mari Mari Narváez, de Kilométro Cero.

La investigación responde, además, al llamado hecho por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varias agencias de las Naciones Unidas para visibilizar a nivel mundial esta situación de la mujer.De acuerdo con las organizaciones, en la última década en Puerto Rico ha habido un desmantelamiento conceptual de la Oficina de la Procuradora de la Mujer (OPM), por lo que ha sido cada vez más difícil saber, en efecto, cuántos feminicidios ocurren en el país. El estudio a su vez partió de datos recogidos de la prensa del país por la investigadora Carmen Castelló, para su proyecto Seguimiento de Casos.

Según la investigación, Puerto Rico se ubica entre los países con tasas altas de feminicidios, junto con la República Dominicana (3.2) y Perú (3.3). Las mujeres con bajo nivel educativo en Puerto Rico tienen tasas de feminicidios casi 5 veces más altas que su grupo de edad y las mujeres entre las edades de 25-34 años están a mayor riesgo que las demás. Al comparar con los 50 estados y Washington, D.C., Puerto Rico se ubica en el decimotercer (13) lugar de las tasas más altas en EE.UU. En el caso de la isla, los feminicidios ocurren principalmente en las residencias de las mujeres o de sus familiares y el 58% son asesinadas con armas de fuego.

Uno de los hallazgos es que, por año, la Policía de Puerto Rico informó de 11% a 27% menos mujeres asesinadas que los resultados de la investigación. Para las feministas, errores de tal magnitud año tras año sugieren que la Policía no actualiza o no le interesa verificar la validez de sus propios registros.

La importancia

del concepto feminicidio

Dado que los asesinatos de mujeres se dan en contextos diversos, el informe aclara que el concepto más amplio de feminicidio se refiere a todo homicidio de una mujer, independiente de los motivos del crimen o de la relación entre la víctima y el perpetrador. Pero no debe entenderse solo como eso, sino como un evento que representa la culminación de la violencia de género contra las mujeres. Este concepto conlleva a su vez una responsabilidad del Estado por su negligencia en garantizar la vida y la seguridad de las mujeres, por su desinterés en esclarecer los casos, en el acceso a la justicia, en la diseminación de la verdad y en la reparación de daños. Este aspecto es importante debido a que en ocasiones —según el estudio— funcionarios del Estado (se refieren al Negociado de Ciencias Forenses), puede que por negligencia, violan disposiciones reglamentarias y/o legales y clasifican las causas de muerte de mujeres asesinadas como “Causa de defunción mal definida o imprecisa”. Esta clasificación aparece incluso en algunos casos en el Registro Demográfico. Denuncian Matria y Kilométro Cero que el recurrir de manera indiscriminada a esta categoría invisibiliza la violencia hacia las mujeres.

Apoyado por evidencia empírica, el informe presenta recomendaciones dirigidas a promover la disminución y erradicación de los feminicidios en el país: crear un sistema de vigilancia de feminicidios; adiestrar al personal de salud y otros profesionales; adiestrar al personal de la Policía, Tribunales y otras agencias de la ley y orden; aumentar la investigación sobre feminicidios y su prevención; reducir la disponibilidad y la posesión de armas y promover la equidad social, de género y una cultura de no violencia.

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