José Encarnación, la investigación periodística en el deporte

 

Con motivo de la suspensión de toda actividad deportiva en Puerto Rico y a nivel internacional, hemos decidido comenzar una serie de entrevistas a figuras vinculadas al mundo del deporte desde las páginas de Las Canto como las Veo.

Por Elga Castro Ramos

Especial para CLARIDAD

 

José Encarnación es un joven periodista e investigador que se ha destacado en distintos medios locales cubriendo deportes, además de otros temas, como política y educación. Con una tesis sobre los Juegos Centroamericanos del 1966 y el carpeteo a la delegación cubana para su maestría en historia, José se destaca por su enfoque en el aspecto social y político del deporte. Ahora está por embarcarse en una nueva aventura al comenzar un trabajo de periodismo investigativo sobre educación en Puerto Rico.

 ¿Cómo empezaste en el periodismo deportivo?

Nunca he asumido un rol completamente en el campo. Desde que estaba en Diálogo en el 2015, cuando estaba en segundo y tercer año de universidad, empecé a escribir sobre deportes. Salí de Diálogoen el 2017 y ahí salió la oportunidad de trabajar en Metro, con la plataforma de El Calce,­ cuyo enfoque es más de sátira. Y ahí empecé con otro enfoque en los deportes. Aunque no cubría el día a día de la acción deportiva como otros periodistas, ahí empecé a escribir sobre deportes con una perspectiva más social y política. Comoquiera nunca en un rol exclusivo, ya que también cubría política y otras noticias del día.

Entonces, ¿cómo es que llegas a cubrir deportes en primer lugar?

Yo juego, jugaba, pelota; mejor en pasado. Es una parte importante de mi vida, de mi filosofía de vida, de las experiencias mías como ser humano. Definitivamente un catalítico de mi formación. Siempre estar atento al aspecto humano del atleta, y su aspecto social. Esto es algo que aprendí desde el principio con mi maestro, con quien me inicié en esto, Hermes Ayala.

 ¿Mencionas que jugabas pelota, cuéntame?

Jugué de niño pelota. Desde pequeño, como a los 5 años hasta la iupi, que representé a los Gallitos un año y medio, en béisbol y sóftbol. Por eso para mí siempre fue importante en Diálogo darle voz a los compañeros atletas.

 ¿Consideras que llegaste al periodismo deportivo porque te gustaba el deporte y ocurrió de una manera orgánica o porque querías ser periodista deportivo?

Nunca he tenido una meta en lo que me gustaría trabajar. Mirando la LAI, comencé a ver el deporte de otra forma en la universidad. Yo crecí leyendo el periódico al revés, de atrás pa’lante. Seguía pasando las páginas hasta que llegaba al Hipismo, leer a Norman (H. Dávila) y a Joe Bruno, y coger las orejitas era la misión principal. El propósito era hacer un cuadrito y sellarlo con mi Abuelo después de la escuela. Los caballos fueron mi primer amor. Sí, soy hípico, no lo sé explicar bien, pero es demasiado personal.

Mencionas a Norman H Dávila, ¿lo conoces?

Norman es mi héroe, lo entrevisté hace poco y es una de las conversaciones que más valoro. No se lo llegué a decir.

Recuerdo que en el 2005 mi Papá me llevó al Clásico del Caribe que ganó un caballo boricua, “Borrascoso”. Lo narraron Elliott, Norman y Joe, espectacular.

¿Todavía eres hípico y vas al Hipódromo?

Todavía voy a lo que queda del Hipódromo. Recuerdo que de niño pedía de regalo de cumpleaños que me llevaran al hipódromo.

¿Cómo fue que llegaste al béisbol?

Mi Papá era pelotero, jugó Doble A. Cuando tenía 10 años estuvimos en una inauguración de béisbol en Luquillo. Papi reconoció a Jaime (Córdova), y ahí empecé a jugar de manera organizada. Jugué Doble A, Doble A Juvenil, COLICEBA. Aún voy de vez en cuando, aunque no tanto como quisiera.

¿Qué posición jugabas?

Primero jugaba outfield, cuando llegué a la COLICEBA se me cayó el bate, querían jonrones y me hicieron pitcher. En la COLICEBA jugué dos años con Luquillo  y una temporada en la Doble A con los Cocoteros de Loíza.

Hay quienes aseguran que en la Doble A es donde más se vive la pasión deportiva en Puerto Rico, ¿qué crees?

Definitivamente. Es un retrato de la cultura puertorriqueña. Está la energía competitiva, el folclor y la esencia pueblerina. Aunque ya no es lo mismo, todavía es un espacio para vivir el deporte puertorriqueño bien de cerca. Y varía mucho, no es lo mismo en Yabucoa, que en Comerío, por ejemplo.

¿De qué equipo eres fanático? En Puerto Rico y fuera.

Siempre he sido fanático de los Yankees. Y en Puerto Rico, en el béisbol de la Doble A, de los Cariduros de Fajardo; me viví la riña con Comerío, con Yabucoa; viví el campeonato en el Bithorn (2004). La Doble A ha cambiado bastante, con la llegada de los profesionales, aún no se si para mejor o para peor, sin duda ha mejorado la calidad.

¿Eres de Fajardo?

Nací en Fajardo pero me considero de Luquillo y de Río Grande.

¿Atleta favorito de todos los tiempos boricua? ¿Extranjero?

Derek Jeter, con mi Papá lo analizamos bastante. Boricua, Miguel Cotto, quien también me parece bien interesante para analizar.

Sé que terminaste una maestría en historia. Cuéntame de tu tesis.

Después de haber hecho el bachillerato en COPU (Escuela de Comunicación Pública), hice una maestría en Historia, también en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Lo que me llamó la atención fue unas carpetas que aparecieron de la Policía de Puerto Rico sobre la Delegación de Cuba a los Juegos Centroamericanos que se celebraron en San Juan en el 1966. Quería darle continuidad al trabajo de Alex Figueroa con su libro El Camino al Cerro Pelado: La oposición del Gobierno de Puerto Rico a la Participación de Cuba en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1966. Estas carpetas salieron a la luz pública en el 2003 en el Archivo Histórico.

¿Qué quieres hacer con esto? ¿Te gustaría publicar algo, seguir investigando el tema?

Me gustaría publicar un libro, unirlo con los Panamericanos del 79, el boicot del 80, Ponce 93 y llegar a Mayagüez 2010 con lo de los cubanos. Mi misión es hacer una publicación. Una vez uno llega a Romero a través de los Panamericanos del 79, todo cambia. Yo vi que él se comunicó con la CIA el mismo día que juramentó para hablar de los planes en el Caribe.

La tesis pretende poner en discusión lo que se entiende por “soberanía deportiva”, cuán real es esto y cuán fuerte es este supuesto bastión. También cuestiona que no hay necesariamente una relación entre la afirmación deportiva y la afirmación de la nacionalidad política. Esta ecuación ha servido para la perpetuación del estado y mantener dócil ese nacionalismo político.

Cuéntame de la experiencia del Primero de Mayo con la Policía de Puerto Rico (donde, como parte de su rol como periodista fue agredido por la Policía de Puerto Rico).

Fue una experiencia nueva para mí, de hecho, no del todo incómoda. Fue importante para saber lo que representa ser un periodista, lo que representa uno para las fuerzas del estado. Los procesos legales que le siguieron fueron interesantes. Fue una experiencia más para crecer y para darme cuenta de cuánta gente quería a uno.

Háblame de tu nuevo trabajo con el Centro de Periodismo Investigativo. 

Yo solicité al programa deReport of the Americas, en parte por la reducción en las redacciones y estaba buscando algo enfocado en el periodismo ciudadano. Este proyecto es con las comunidades de Estados Unidos y mi enfoque será en la educación en Puerto Rico. Va a ser un reto, una aventura nueva, una oportunidad para aprender y aportar. Ahora con la crisis del COVID 19, trabajaré con el antes y después en la educación.

¿Por qué piensas que se excluye a menudo los deportes de periodismo de análisis e investigativo?

Es por la percepción que se tiene del deporte, a veces es culpa nuestra. A veces hay un “panismo” con el atleta y eso no es productivo, no es serio. A veces estamos “joseando” una entrevista, nos tratamos como panas, vamos y nos tomamos un selfie. Queremos ser parte de la noticia y del espectáculo y así no podemos fiscalizar.

Por ejemplo sería bueno investigar más sobre las becas deportivas, eso es un gran negocio en Puerto Rico. Conozco muchos chamacos que se van al medio de la nada en Estados Unidos, y al cabo del tiempo regresan sin grado académico y sin una carrera deportiva.

¿Cuántos deportes ves además del que cubres como parte de tu trabajo?

Mucho, béisbol de las Grandes Ligas, NBA, Baloncesto Superior Nacional, carreras de caballo. El hipismo lo sigo en todas partes, Estados Unidos, Venezuela, Panamá, Puerto Rico.

¿Qué estás haciendo en estos días de cuarentena?

He estado leyendo mucho para prepararme para el trabajo nuevo. También viendo juegos grabados de pelota. Y estoy pegao’ a un programa en You Tube que se llama La Resistencia, es como un Late Night Español de humor negro.

¿Cómo crees que va a cambiar el mundo del deporte cuando termine esta crisis?

Mucho, sobre todo el deporte profesional, pues va a recibir un duro golpe económico. Para los atletas también. En Puerto Rico será más duro aún, pues se ha seguido el modelo empresarial. En cuanto al deporte universitario, va a ser difícil, sobre todo para las universidades pequeñas, que ya venían en crisis. También a su vez se afectará el deporte escolar.

Ya en el deporte no se estaba fomentando como un espacio de recreación, los parques de pelota ya estaban en cuarentena, igual que las ligas menores. Así como el deporte universitario, como dice Edwin (Feliciano), la LAI es el filtro y por eso hay que protegerlo.

Momento deportivo favorito.

Fue disfrutarme el campeonato de Alex Cora frente a Fenway, viendo el último outcon un montón de gente en la calle que, una vez que se dio el out 27, cantaron a coro “We are the Champions”, de Queen.

Momento histórico no deportivo favorito.

Vivir el anuncio de la renuncia de Ricky en la calle, viendo a la gente paralizando la Baldorioty, chillando gomas y hasta tirando fuegos artificiales.

 

 

 

 

Artículo anteriorEditorial: La Junta saca las garras
Artículo siguienteMirada al País: El Pandemonio