Jussie Smollett, la mentira, y la historia real de violencia contra nuestras comunidades

Yoryie Irizarry / Columnista invitado

Posiblemente quienes leen esta reflexión conocen los detalles públicos sobre el último desenlace en la situación de Jussie Smollett. Jussie Smollett, reconocido actor gay negro que actualmente trabaja en la serie EMPIRE alegó haber sido atacado en la madrugada de enero 29 de este año en Chicago. El ataque fue investigado como un crimen de odio, en parte por que activistas desde el principio así lo exigieron. En un clima racial tan tenso en Estados Unidos, la noticia causó revuelo, Jussie Smollett alegó que durante la agresión le llamaron “nigger”, “faggott” y uno de los atacantes exclamó “This is MAGA country.” De inmediato se hicieron sentir mensajes de apoyo desde varios sectores, sectores de Derechos Humanos, sectores LGBTQ, sectores afroamericanos, funcionarios electos y hasta el presidente 45 se expresó repudiando la acción. Muchos de los mensajes además de ofrecer apoyo, mejoría y buenas vibras, exigían que se investigara el caso y se resolviera de inmediato. También desde algunos pocos sectores dispersos surgieron detractores alegando que detalles de la narración de eventos no hacían sentido, algo “no cuadraba.”

Eventualmente la investigación reveló que había una alta probabilidad de que Smollett estuviera mintiendo sobre el incidente, y que el ataque nunca sucedió, sino que la supuesta agresión fue planificada por Smollett. El actor fue arrestado y acusado inicialmente por “disorderly conduct” y reportar un evento falso a la policía. 

De inmediato se formó un gigantesco coro de voces diversas condenando a Smollett por mentir, aun cuando Jussie sigue negando el resultado de la investigación. Posteriormente se presentaron 16 cargos en corte contra Smollett. El apoyo que en su momento fue mayoritario, se convirtió en minoritario. Entre los ataques vertidos contra Smollett se destacaron 3 asuntos: 1. El estado invirtió montones de recursos en una investigación innecesaria en un momento histórico en que los crímenes de odio han aumentado; 2. La utilización del dolor de negrxs, mujeres y gays para beneficio propio (se especula que lo hizo para ganar notoriedad y aumento salarial); 3. Va a ser muy difícil que se les crea a las próximas victimas reales de crímenes de odio. 


elementos de la derecha constantemente niegan, tanto el aumento en crímenes de odio, como la existencia de los mismos. De hecho, estos elementos de derecha se activaron de inmediato para utilizar el caso de Jussie Smollett como prueba de que este tipo de violencia y crímenes no existen. Desafortunadamente, mucha gente que apoya derechos de negros, mujeres, inmigrantes y la comunidad LGBTQ coincidieron con los elementos de derecha y aceptaron de facto que iba a ser diferente para víctimas de crímenes de odio en el futuro.

Pedro Biaggi, el conocido productor y personalidad del radio radicado en Washington me contactó para discutir este asunto de interés nacional en su podcast. Aunque resumo aquí la misma opinión que compartí en el podcast pueden escucharlo en su totalidad.

https://open.spotify.com/episode/33MvNYQ5XeZqhYv2eHZdK5?si=MOyuD5a8QVSKvWSTjayOqw

. El podcast fue grabado el 20 de febrero y publicado el 26 de febrero.

Discutir el punto 3 es importante para mi pues elementos de la derecha constantemente niegan, tanto el aumento en crímenes de odio, como la existencia de los mismos. De hecho, estos elementos de derecha se activaron de inmediato para utilizar el caso de Jussie Smollett como prueba de que este tipo de violencia y crímenes no existen. Desafortunadamente, mucha gente que apoya derechos de negros, mujeres, inmigrantes y la comunidad LGBTQ coincidieron con los elementos de derecha y aceptaron de facto que iba a ser diferente para víctimas de crímenes de odio en el futuro. 

Aproveché esta entrevista para recordar al público el porqué de los crímenes de odio. Este tipo de legislación existe para 1. Ante el aumento de crímenes contra diversas comunidades es necesario que el estado envíe un claro mensaje de que como política pública no tolera los crímenes de odio contra ningún sector de su ciudadanía y advertir que las consecuencias son serias. 2. Se obliga a diseñar protocolos para que toda denuncia se considere seria y se investigue no solo el crimen, sino que se determine si la motivación fue el odio a un sector particular. 3. Corregir el hecho de que históricamente estos crímenes han sido ignorados por los departamentos de policía y de justicia los cuales han evitado reportarlos, documentarlos e investigarlos y cualquier otro foro, donde se pueda hacer esta denuncia debe tener un protocolo diseñado para seguir. 

Los activistas que velamos por derechos de las humanas y los humanos conocemos el patrón de ignorar el problema y lo difícil que es ese camino a la querella, esa es la regla. Inmigrantes sin documentos temen ser arrestadas y deportadas si denuncian sus agresores, los negrxs y latinxs entienden que no se les creerán sus denuncias y además hay alto estigma en nuestras comunidades contra la víctima. Las mujeres tienen que pasar varios cedazos, se examina su vida y costumbres, su ropa, el número de amantes, la hora, si había bebido, su condición y clase, si se quejó antes, cuanto tiempo tardó en hablar, si fue firme y clara cuando dijo no, el lugar donde estaba, a quién acusa, y otros cedazos antes de considerar investigar sus casos, Al día de hoy se siguen quemando, tiroteando o explotando iglesias de comunidades negras, sinagogas y mezquitas. Si es violación o violencia doméstica, también depende quien lo haga, en Puerto Rico, por ejemplo, es casi imposible hacer querella de violencia doméstica si el agresor es policía. En Nueva York dos policías de Nueva York fueron exonerados de violación de una mujer menor que estaba bajo la custodia de ellos. Acosadores sexuales en la Compañía de Turismo de Puerto Rico recientemente recibieron un toallazo luego de multados porque la Procuradora de las mujeres alegó “errores procesales”. En fin, es muy difícil y cuesta arriba denunciar un crimen de odio o violación. Por todo lo que dije antes, la gran mayoría de los casos ni siquiera se denuncian. Es tanto el desprecio del estado hacia este tipo de crímenes que muchas de las agencias que proveen apoyo a estas víctimas, tienen personal entrenado para acompañar las victimas en el proceso de denunciar y querellarse y así minimizar los escollos y maltrato que reciben de un sistema que resiste tener que atenderles. Toda esa historia de escollos, revictimización, desatención y negligencia es cierta, está documentada y requeté documentada. La cultura es una de violencia y violación. Un caso aislado como el de Jussie Smollett no la desmiente, la norma prevalece, imposible de negarla. Esto es aún más común en estos tiempos en que el odio se promueve desde la misma Casa Blanca en Estados Unidos y desde la legislatura en Puerto Rico.

El compromiso con los derechos civiles de humanas y humanos debe ser consciente de esa historia de violencia, discrimen y opresión hacia las comunidades con que trabaja y colabora. El compromiso es con las victimas y la justicia. Para que haya justicia hay que siempre abogar por la víctima y velar, y demandar, y exigir sin demora ni duda que se le escuche. Exigir que el estado y sus agencias pertinentes, investiguen, investiguen, investiguen y adjudiquen. Hasta que las condiciones históricas y nuestra cultura no cambien, ese debe ser nuestro compromiso. 

El 26 de marzo de 2019 la ciudad de Chicago retiró todos los 16 cargos a Jussie Smollett.

El autor es abogado, y activista por los derechos humanos.

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