Justicia para los agricultores marginado

Por Giancarlo Vázquez López / Claridad

gvazquez@claridadpuertorico.com 

Los agricultores rurales, históricamente marginados, enfrentan muchas limitaciones para gestionar sus fincas. Rezagados por la influencia de los grandes agricultores, es imposible hablar del acceso que tiene este sector a los incentivos y beneficios en general que ofrece el Departamento de Agricultura (DAPR) y la Corporación de Seguros Agrícolas, respectivamente. 

Gracias a los compañeros del Centro de Apoyo Mutuo en Utuado (CAMU), CLARIDAD tuvo la oportunidad de conocer al agricultor Alexander Oquendo Rosario y su familia. Actualmente el CAMU trabaja en una especie de censo tipo encuesta para identificar las fortalezas, necesidades y servir de enlace entre las comunidades. 

El sábado en la mañana partimos hacia el sector La Grama, en el barrio Tetuán I. El camino principal que da acceso al sector está destruido. Lleva así mucho tiempo, incluso desde antes del huracán. Luego de aproximadamente una hora de viaje, un poco más, un poco menos, llegamos a la casa de Oquendo Rosario. Construida a pulso en la finca que le heredó su papá. 

Oquendo Rosario, tiene actualmente 30 años. Empezó a trabajar en esa misma finca a los 16 años. Antes de eso no tenía interés por la agricultura, confesó. 

“Te voy a ser honesto mi papá me decía vamos a coger café y yo me iba y me sentaba debajo de un palo. No me gustaba. Después fue que me mandó a hacer una tala, la sembré con su ayuda y como vi que le estaba sacando y producía él me dijo viste, y de ahí seguí”

No ha sido fácil, empezando por las ayudas. Oquendo Rosario reclamó que: “A veces uno va a solicitar algo y se lo dan a los grandes. Uno se queda estoquiao (adaptación gráfica propuesta para la voz inglesa stucked, atascado) y tiene que estar suplicándole a ellos”, dijo refiriéndose al DAPR.  “En sí, no hay mucha ayuda al agricultor. Básicamente tiene que hacerlo uno todo. Uno los llama (agrónomos) para que vengan, te dicen que sí y después no vienen”, añadió.

A este problema se suman otras limitaciones, como los son el problema de acceso a la comunidad, la inconsistencia en el servicio de electricidad y la falta de un centro al que los vecinos puedan llegar y quedarse en caso de una emergencia. Por ejemplo, terremotos o huracanes. 

Para llegar a la casa tuvimos que pasar un puente que colapsó por el huracán. Una vez sentados en el balcón Oquendo Rosario y su esposa, Janelis Lagares Cruz, nos contaron como luego del huracán vinieron del municipio limpiaron, tiraron un “chichón” de tierra y así se quedó. Como era de esperarse el relleno de tierra cedió. Fueron los vecinos quienes terminaron comprando arena, cemento, piedra, varillas y haciendo todo el trabajo. 

A esto, Lagares Cruz, añadió que “Lo hacemos porque es para nosotros mismos, pero nos parece injusto porque para otros lugares sí hay recursos, pero acá donde se hace agricultura, nada”.

En general, Oquendo Rosario y Lagares Cruz puntualizaron en que la reparación de la principal vía de acceso al sector La Grama es una prioridad. Por su parte, Oquendo Rosario aclaró que el alcalde tiene conocimiento de que la carretera está afectada e incluso vinieron del municipio. Sin embargo, se fueron porque trajeron una sola máquina, quedaron en venir el lunes pasado y no llegaron. Luego dijeron que venían el viernes y tampoco. “Así nos han dejado”. 

A pesar de estas y tantas otras adversidades Oquendo Rosario se levanta todas las mañanas a trabajar su finca, donde tiene café, plátanos, chinas, yautías, entre otros alimentos más bien para consumo familiar. Pero trabaja principalmente el café y los plátanos. 

Durante la conversación, Lagares Cruz mencionó que ya no hay gente que quiera trabajar la agricultura, muchos se han ido de los campos y a otros le gusta lo cómodo, no le gusta embacharse. “No saben que eso es lo que nos mantiene saludables y económicamente bien porque sin la agricultura no hay nada”, sostuvo. “No vivimos”, añadió Oquendo Rosario.

Ambos concluyeron en que el DEAPR debe hacer mas fácil el acceso a las ayudas y darle mas seguimiento al agricultor. 

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