Por Giancarlo Vázquez López/CLARIDAD
gvazquez@claridadpuertorico.com
Tres amigas sentadas en el sofá recuerdan algunas de sus experiencias de los años de escuela superior. No ha pasado mucho de eso. Apenas se acaban de graduar, como quien dice “en línea”. Escuchan música mientras una de ellas le hace un facial a la otra. Intervengo en la sesión de spa en casa. Les pregunto a mi hermana y sus amigas si puedo hacerles unas preguntas. Les explico el motivo. Aceptan con un poco de timidez.
Las tres estudiaron cosmetología en la Escuela Vocacional Antonio Reyes Padilla, en Utuado, aunque una de ellas terminó sus estudios en la Escuela Petra Corretjer de O’Neill, en Manatí. No me juzguen las ClariChicas, lo primero que les pregunté fue: ¿Qué es la cosmetología? Y ¿Cuál es su importancia?
Marialexa Vázquez López, Greleris N. Lozada Torres y Juliana M. Alago Pérez coincideron en que la cosmetología es el cuidado y embellecimiento de la piel, las uñas y el pelo. En cuanto a su importancia, resaltaron la higiene y la autoestima, principalmente. Pero sentirse bien con una misma y verse diferente es igualmente fundamental, tanto para el cliente y como para el cosmetólogo. “La belleza no tiene edad”, enfatizó Alago Pérez.
¿Qué opinan sobre su último año en la high?
Greleris (G) – Este año fue complicado ya que no es lo mismo tomar clases presenciales donde tú estás escuchando al maestro, le puedes preguntar y él puede aclarar las dudas. Puedes llegar a entender todo correctamente. No es lo mismo que tener que estar recibiendo y enviando trabajos por email y pidiendo explicaciones que tal vez no entiendas, enviando los trabajos como mejor pudiste hacerlos. Igual que cogiendo exámenes virtuales… De verdad, fue bien difícil, pero finalmente se hace lo mejor que se puede para lograr lo que se quiere.
Juliana (J) – Fue frustrante, perdimos muchas cosas que queríamos y por las que nos esforzamos. Cosas sencillas como compartir, tener una graduación donde pudiéramos darnos besos y abrazos, las actividades para recaudar dinero y todas esas cosas.
Marialexa (M) – Cuando pensaba en cuarto año era totalmente opuesto a lo que fue. A mí los maestros me contestaban bastante rápido; pero si no, hacía los trabajos comoquiera y los enviaba.
¿Cómo les afecta toda esta situación en cuanto a las proyecciones que tienen?
G – Yo tomé la decisión de que hasta que el sistema no se arregle, no me voy a matricular, porque no quiero arriesgarme a salir mal y tener que repetir clases porque estoy estudiando virtual. Quiero ir a la universidad porque realmente quiero aprender lo que yo voy a estudiar, no por tener una carrera y ya. El hecho de que no me quiera matricular porque no sean clases presenciales no quiere decir que quiera dejar de estudiar y dejar de hacer mis cosas. Sea ahora o después yo tengo claro lo que quiero.
J – Quiero estudiar, pero no quiero hacerlo mediante computadora cuando no sé si vaya a entenderlo. Concuerdo con ella. En el instituto donde yo voy a estudiar es una clase de teoría y lo demás es práctica. Por esto no sé si valga la pena que me matricule ahora. Yo llamé al instituto y me dijeron que estaban verificando si podían disminuir la cantidad de estudiantes por ciertas horas para que pudieran ir dos presencialmente a la clase; pero eso no es seguro y por eso no me he matriculado todavía. La admisión ya está paga, cuando quiera puedo ir y matricularme en el curso que yo quiera. No tengo una fecha fija para empezar.
M – Me desanima un poco la espera y la inseguridad porque no eran los planes que tenía. Yo quería terminar la highy empezar rápido. Por el momento, en el instituto las clases van a ser presenciales porque son cursos prácticos. Si siguen así voy a empezar, pero en el instituto al que voy a solicitar la matrícula también es semanal, siempre está abierta. Tú puedes entrar igual cuando quieras.
Estas fueron sus respuestas concretas a las preguntas, pero entre ellas, a partir de algunas divagaciones salieron a relucir ciertas cosas que no quiero pasar por alto ya que tal vez exponen la realidad de muchos estudiantes en las escuelas públicas del país. Las resumo en falta de materiales, de maestros y de comodidades:
M – En dos salones había aire. El taller tenía aire este año porque en los pasados no tuvo. Lo pusieron como a mediados o finales de once; en diez no había. Es difícil pasar plancha y blower así…
G – En mi escuela, en agosto, no había maestro de español. El maestro llegó como 3 meses después, estuvo como 2 semanas y algo pasó que no volvió a darnos clases y en diciembre llegó una maestra que viajaba desde Utuado. Terminamos el semestre con ella, pero perdimos como 5 meses de la clase de español…
J – No teníamos maestra de inglés. Y la de español se retiró…
M – Tuvimos una el semestre pasado y otra este semestre. Pasaron los temblores y como dos semanas después de que volvimos fue que llegó. En inglés, que nos quedamos sin maestra como en septiembre, el maestro llegó también este semestre.
A pesar de todo, ninguno de los contratiempos señalados anteriormente ha impedido que estas tres jóvenes de Utuado y Ciales desistan de sus aspiraciones profesionales. Lozada Torres va a cursar un bachillerato en Administración de Empresas con una concentración en contabilidad. Alago Pérez va a continuar en el campo de la estética. Vázquez López, estudiará cosmetología avanzada y barbería.
Porque sabemos lo complicado que ya de por sí es levantarse y luchar en nuestro país, CLARIDADles desea el mejor de los futuros a toda la juventud que se ha graduado o que está por graduarse. ¡Hasta la victoria!
