La civilización de la ecología integral

Especial para En Rojo

La Organización de Naciones Unidas (ONU) concluyó la primera parte de la 15ª Conferencia Mundial sobre la Diversidad Biológica (COP 15). Representantes de más de cien países se reunieron en Kunming, China, en parte, de forma presencial, y con la mayoría, en participación virtual. Del 11 al 15 de octubre, grupos de trabajo han producido la «Declaración de Kunming» que muestra consenso sobre la urgencia de salvar la biodiversidad en el mundo. Para eso, propone que, hasta 2030, la ONU ponga bajo protección internacional el 30% de biomas y océanos. También los/as representantes de 72 países acordaron dar prioridad a la educación para una «civilización ecológica». Xi Jinping, presidente de China, anunció la creación de un «fondo Kunming» con 1.500 millones de yuanes (más de 220 millones de dólares) para apoyar la conservación de la biodiversidad en países pobres. La biodiversidad será tema de nueva sesión de trabajo en Ginebra, (enero de 2022). El documento final será votado, en abril (China), cuando se cerrará oficialmente la COP15.

El desafío es cómo conciliar las resoluciones necesarias para salvar la biodiversidad con intereses de lucro de las empresas y gobiernos que consideran la naturaleza como mercancía. Representantes de empresas multinacionales enviaron al grupo en Kuning una carta en la que afirman: «Reconocemos la gravedad de la crisis vinculada à la destrucción de la naturaleza. La naturaleza es esencial en la lucha contra los cambios climáticos. No puede haber comercio en un planeta muerto”.

En un sistema social que tiene como prioridad el interés económico, no hay posibilidad de biodiversidad ni de civilización ecológica. Ver la tierra como «casa común» supone que la máxima prioridad de toda actividad humana es la vida. Por eso es mejor hablar de socio-biodiversidad, visión que aúne los ecosistemas de la naturaleza con la lucha por la justicia social y el respeto à la diversidad de géneros, razas, culturas y religiones, así como los derechos de la clase trabajadora y de los excluidos.

En los Andes, la cultura quechua mantiene hasta hoy la noción de Pachacuti. Según esta visión, la colonización ha puesto el mundo patas arriba. Es necesario cambiar el orden del mundo para que se restablezca la armonía entre los seres humanos, la naturaleza y los Espíritus de las montañas. La Carta de la Tierra, documento de la UNESCO sobre los derechos de la Tierra, en un párrafo citado por el Papa Francisco afirma: «El destino común nos obliga a buscar un nuevo comienzo. Que el nuestro sea un tiempo recordado por el despertar de una nueva reverencia por la vida, la firme decisión de lograr la sostenibilidad, la intensificación de la lucha por la justicia y la paz, y la alegre celebración de la vida» (LS 207).

El autor es monje benedcitino y escritor.

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