La obstinada herencia del presidente Chávez

Por Marcelo Barros/ Especial para CLARIDAD

En la mayoría de los medios de comunicación de Occidente, el término bolivarianismo es despreciado y el nombre del presidente Hugo Chávez más aún rechazado. Sin embargo, en el futuro, la historia colocarácomo uno de los más importantes líderes de nuestros tiempos la figura de  Hugo Chávez Frías. En la primera década de este siglo, en medio de todas las dificultades y oposiciones de la elite venezolana y del capital internacional, Chávez supo rehacer el Bolivarianismo para responder a las necesidades de Venezuela y de toda América del Sur. Al celebrar en esta semana el aniversario de su nacimiento (28 julio de 1954), todas las personas que desean un mundo nuevo agradecen a Dios haber dado a Venezuela y a América Latina al presidente Chávez como símbolo de nuestra dignidad de pueblos y nuestra vocación fundamental ala libertad.

Parafraseando lo que, en fines del siglo XIX, el grande José Martí afirmó sobre Bolívar, podemos decir: Una alta montaña de los Andes se hizo hombre yestehombre se hizo América Latina. Ese fueHugo Chávez.

En la Biblia, los evangelios dicen que Juan Bautista vino al mundo con el poder y espíritu del antiguo profeta Elías. Así podríamos afirmar que Hugo Chávez vino con la energía y el ideal de Bolívar.  

En el siglo IV, Santo Agustino decía que lo que caracteriza el martirio (el testimonio) es la causa por la cual la persona da la vida. Y esa causa no es solo una fe religiosa sinosi el compromiso con la realización del proyecto divino en ese mundo. En ese sentido, el martirio no depende de cómo si muere, (si la persona es asesinada por la fe), sino de una forma de vivir. Así siendo, podemos decir: más allá de la inmensa herencia institucional que el presidente Chávez dejó para Venezuela y para todo el continente, hay una herencia no material que es su testimonio de vida y el amor con lo cual cimentó su consagración ala justicia y ala verdad. Aunque siempre afirmósu fe cristiana y que tenía a Jesús Cristo como referencia de vida, su testimonio va más allá de una tradición religiosa. Es un testigo del reino de Dios que viene gratuitamente por don divino, pero pide de nosotros adhesión. Por eso, Hugo Chávez merece el título de “mártir que no han matado”: testigo de que la utopía de un mundo nuevo es posible, urgente y nosotros nos comprometemos a realizarlo.

El autor es monje benedictino y ha escrito más de 50 libros.

 

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