La Parguera quiere retener su escuela Alejandro Tapia y Rivera

 

 

CLARIDAD

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“Los padres estamos deseosos de que se abra la escuela para que esos estudiantes puedan tener sus clases de lunes a viernes en horario regular”.

Lourdes Rodríguez, madre de tres estudiantes de nivel intermedio, se expresa entre urgente y enérgica para que el Departamento de Educación (DE) de una vez se disponga a llevar a cabo los trabajos de reparación que requiere la Escuela Alejandro Tapia y Rivera en el conocido poblado La Parguera de Lajas. Junto a la líder comunitaria, Marangely Torres Mercado, ambas contaron sobre los esfuerzos para la reapertura de la escuela y la labor de custodio de la comunidad durante los años en que estuvo cerrada.

La Escuela Tapia y Rivera data de antes de los años 50 del siglo pasado y es la única que había en La Parguera. El plantel fue cerrado en el 2018 por la entonces secretaria, Julia Keleher. Torres Mercado destacó que la comunidad siempre se ha ocupado de mantener sus áreas verdes y los alrededores. Denunció que la excusa para cerrarla fue la baja en s la matrícula, pero antes del cierre habían trasladado 100 estudiantes a la Escuela Superior Urbana.

“La comunidad nunca dejó que la escuela estuviera abandonada, aquí no hay vandalismo para nada, el patio siempre estuvo arreglado. Hace poco más de un año hicimos una alianza con Para la Naturaleza, que nos ha ayudado en el manejo de la flora, la poda de árboles y nos construyó un domo para un salón sin paredes”.

En la actualidad, el problema es que a pesar de que el secretario del DE cedió a la reapertura de la escuela bajo el programa Montessori, los trabajos de reparación que se necesitan todavía no se han realizado. Torres Mercado precisó que desde junio 23 se autorizó a la Oficina de Manejo de las Escuelas Públicas (OMEP) a hacer las reparaciones necesarias para la reapertura y que dos ingenieros fueron a evaluar la escuela por dentro y por fuera. En sus informes se dio el visto bueno para la utilización de dos salones. Esos informes los tiene el DE. Como sucede en otras escuelas, las reparaciones mayores que requiere la Tapia y Rivera es el de las llamadas columnas cortas, en dos edificios de los seis que tiene la escuela. Los otros cuatro son de una sola planta.

Torres Mercado, quien es psicóloga escolar y residente de La Parguera, aclaró que ahora mismo hay tres salones que están en buenas condiciones y que han sido los padres quienes los han reparado, pintado y  limpiado para poder facilitar el  regreso oficial a la escuela.  Se supone que la escuela figura  como que abrió, pero como no se le han hecho las reparaciones de OMEP, no puede recibir a los estudiantes.

El Comité de Padres también ha estado solicitando donaciones a ferreterías de la comunidad y la comunidad misma ha donado pintura para los salones, zafacones para la basura, piletas y fuentes de agua. Hasta el presente, el trabajo de la OMEP se ha limitado a ir a la escuela a abrir los salones, porque no se encontraban las llaves e instalar algunas cerraduras; otras las donó la comunidad.

Además de la reparación de las columnas cortas, el trabajo que se supone le corresponde a OMEP es el empañetado de paredes y los trabajos de plomería y electricidad, en particular los contadores, debido a que hay partes que no tienen luz o agua. Rodríguez destacó que fue un padre de la escuela quien pagó la fianza para la instalación del servicio de luz eléctrica.

Torres Mercado sostuvo que el problema que ha habido es que aun cuando el DE escucha,  incluso se han reunido con la Secretaría del Programa Montessori y no ha habido una negativa a sus peticiones, no  dicen cuándo van a tomar acción. También denunció y reconoció que OMEP tiene muy poco personal.

Se conoce que para esa región sur la agencia tiene solo 14 empleados a medio tiempo para atender a 18 municipios. Dijo no saber si es lo mismo para otras regiones.

La Escuela Montessori Alejandro Tapia y Rivera

La portavoz de los padres y madres de los estudiantes, Lourdes Rodríguez, describió que los estudiantes de nivel intermedio y superior trabajan de forma alterna de tres a dos días en la semana.  Por ejemplo, una semana los estudiantes asisten lunes, miércoles y viernes y  la otra van martes y jueves.

En Lajas hay una sola escuela superior tradicional, la Escuela Superior Urbana, que es la que comparte su espacio con la Tapia y Rivera.  La mudanza a la comunidad La Parguera tiene el propósito de desarrollar la escuela especializada en ciencias marinas y agricultura bajo el modelo Montessori. Para esto, las líderes comunitarias ya tienen alianzas con el Departamento de Ciencias Marinas del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (RUM), que dirige el doctor Roy Armstrong, y con el Instituto para la Investigación Social Ecológica. También cuentan con la colaboración de los profesores Ilse Sanders y Richard Appeldoorn, ambos biólogos marinos, para desarrollar el proyecto de un museo marino. Cuentan, además, con la colaboración de la Fundación Para la Naturaleza para la parte ecológica.

CLARIDAD conversó con Sanders y Appeldoorn, quienes se encontraban de visita en la escuela. Estos informaron que el proyecto contempla un museo de arqueología marina, ya que entienden que hay suficiente material en el área e que incluso se sabe que hay dos yacimientos subacuáticos. Aunque todavía no han tenido la oportunidad de tener contacto con los estudiantes, expresaron que esperan que haya entusiasmo por parte de estos con el proyecto, que les serviría de apoyo al proceso de aprendizaje. Respecto a lo que se requiere, dijeron que hay que preparar el salón con los anaqueles de exhibición para lo que  igual requieren de donaciones.

La escuela ya tiene  la facultad  Montessori y los estudiantes son de la matrícula que sale de la Escuela Elemental Urbana hacia los niveles intermedio y superior. De hecho, estos tuvieron su primera semana de clases del modelo Montessori, conocida como Semana Vivencial, al aire libre en los predios de la escuela. Otra iniciativa en torno a la escuela es Biblioteca Solidaria, a cargo de las maestras Carla González Cobos, maestra de Taller III y  de Leslie Ostolaza.

Rodríguez y Torres Montalvo plantearon que otra  escuela superior es una necesidad en el sur y que la Tapia y Rivera  tiene espacios abiertos con gazebos que se pueden utilizar ahora en la pandemia. De hecho, ya tienen estudiantes de otros pueblos, como Cabo Rojo, Hormigueros, Guánica, San Germán y Yauco. Incluso hay un lista de prematrícula que no se pudieron aceptar por la falta de equipo, como mesas y sillas, debido a que cuando se cerró la escuela, el DE se llevó todo, incluido un equipo nuevo de cocina.

Las líderes comunitarias reiteraron la necesidad de que el DE les ayude a agilizar el proceso de las reparaciones para poder ocupar la escuela. También subrayaron la necesidad de que los estudiantes regresen los cinco días a la escuela para minimizar el rezago académico. Ambas insistieron en la importancia de que la comunidad La Parguera retenga su escuela.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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