La Patria digna

Dedicado a Carlos Gallisá Bisbal

“Sin individuos profundamente dignos,

no hay patriotas.”

Eugenio María de Hostos

Escribo desde la melancolía. El fallecimiento de Carlos nos toca profundamente a todos los que hemos estado en esta lucha por décadas. Su muerte se une a las otras que ya hemos sufrido desde Juan Mari Brás, Lolita Lebrón, Carmín Pérez, Elliot Castro, José Alberto Álvarez Febles, Isolina Pérez González, todos y todas patriotas que como decía José Martí “las manos duelen de sujetar aquí el valor inoportuno.”

Han partido con la satisfacción del deber cumplido y con el dolor de no haber logrado su objetivo de lucha-vida: la libertad de la patria. No había llegado la hora en sus relojes de vida. Por eso lo inoportuno de su valor. Pero sus acciones acumuladas nos dejan con un gran acervo de patria digna, de recursos de lucha, de zapata de construcción, de hombros sobre los cuales levantarnos, de ejemplos a emular y de espejo donde mirarnos. En estos momentos en que no es solo el momento de la revolución de la cólera, es el momento de la revolución de la reflexión. (José Martí)

Carlos dedicó las últimas décadas de su vida a buscar salir de la cajita en que la lucha por la independencia de Puerto Rico ha estado metida. Yo lo veo en forma de círculos concéntricos, donde los independentistas-socialistas estamos en ese círculo del centro, como un ojo de buey (bulls eye), en donde somos el objetivo que apuntar por todos. La persecución desatada desde la década de los treintas encarcelando al liderato nacionalista; la Ley de la Mordaza en los cincuenta; el programa de COINTELPRO en los sesenta, el cual nunca ha dejado de existir aunque tenga otros nombres; la casi eliminación de las voces de los independentistas en las ondas de radios, la inexistencia en la televisión, la ocultación de nuestra historia de lucha en el sistema de educación, la negativa a cubrir conferencias de prensa y eventos organizados por independentistas, han dificultado el objetivo de educar al pueblo, pero no han podido detenerlo.

Los jóvenes han creado espacios creativos en las redes sociales desde donde transmiten sus ideas críticas y de oposición sin tapujos. Pero conociendo las limitaciones de alcance de las redes sociales, esto no resulta suficiente para romper el cerco mediático, porque allá donde tenemos que llegar, al residencial, a la barriada, esos medios no necesariamente están al alcance de las grandes mayorías.

Por eso la voz de Carlos en Fuego Cruzado era de una importancia extraordinaria. Durante 23 años estuvo aportando con sus análisis críticos a la interpretación de la realidad de Puerto Rico, desde el conocimiento profundo y amplio de una persona que se movió por el mundo y conocía la ubicación de nuestra patria en la geopolítica internacional. Tuvo numerosas participaciones como militante del PSP en eventos y organismos internacionales, como el Movimiento de Países No alineados, que le daban una perspectiva realista y global de nuestra realidad. Por eso la importancia de que nuestros jóvenes participen y se capaciten en el trabajo internacional, que es el que abre sus mentes y amplia su visión de lo que es posible y lo que es probable conseguir como objetivos de lucha.

Carlos tenía una enorme facilidad de relacionarse con personas de todas las esferas de la vida. Así lo atestiguan las relaciones de un profundo respeto y admiración que forjó como representante en la Cámara de parte de sus enemigos políticos. He oído siempre decir que Carlos iba preparado a todas las comisiones, a las vistas y que trabajaba incansablemente como legislador. Su verbo claro y honesto comprometido con su pueblo, su honestidad e integridad en su desempeño legislativo son espejos en que deben mirarse los que aspiren a servir desde esas lides políticas.

Asimismo Carlos tenía la facilidad de relacionarse de igual a igual con las personas de los sectores más marginados y humildes de nuestro pueblo. Su amistad con Carlos La Sombra es legendaria. En los años de estudiante en la JIU, Carlos era el líder del PIP mas accesible. Compartía lucha y socializaba, daba consejos, sacaba de problemas y hasta daba por así decirlo, “asistencia en la carretera”.

Carlos trató de salirse del círculo concéntrico de muchas formas: Fuego Cruzado fue una, su lealtad y esfuerzos por Claridad y sus columnas, y su incorporación al Movimiento Unión Soberanista (MUS) fue otra. Creía que era necesario salirse del círculo puramente independentista (segundo círculo concéntrico donde trabajó desde el Nuevo Movimiento Independentista Puertorriqueño (NMIP)) y formar alianzas mas allá hacia el círculo que conforman los distintos tipos de soberanistas (libres asociacionistas, autonomistas). Mantuvo amistad toda la vida con líderes de otros sectores como Rafael Hernández Colón. Carlos es el ejemplo de que lo cortés no quita lo valiente. Así como Mandela no titubeó en sentarse con los asesinos de su pueblo y de promover la reconciliación en vez de la venganza, Carlos nunca tuvo problemas en escuchar a los que eran enemigos de la libertad de su patria, sin por ello rendir ni un milímetro de sus principios.

Por todo lo anterior y de seguro muchas mas que otros y otras darán testimonio, puedo decir sin temor a equivocarnos, que se nos va el Carlos de carne y hueso pero el que queda, el que celebraremos todos los días que luchemos, el que surgirá en las palabras que de él se escribirán, el que emotivamente llorarán sus familiares, sus queridos amigos como Jaime Córdova, Rei Segurola, Luis Carrión, Florencio Merced, Alida Millán, Maribel Franco y el Colectivo de Claridad, María de Lourdes Guzmán, Ignacio Rivera, Néstor Duprey, es el Carlos inmenso, el que nos acurruca a todos y todas, el que nos conmina con serenidad y confianza a continuar, a luchar, a ser mejores personas cada día, hasta alcanzar para todas la Patria Digna.

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