La profecía sigue presente entre nosotros

 

Especial para En Rojo

Hace una semana clausuramos nueva sesión del Foro Social Mundial, esta vez celebrada de forma virtual.  Más de diez mil personas de 128 países se han inscrito. Sin embargo, unas 20 mil personas pudieron participar en las diversas actividades auto gestionadas que reunieron a grupos, movimientos y organizaciones sociales, comprometidos con la transformación del mundo.

En Brasil, han participado del Foro, frentes amplios de movimientos sociales y partidos políticos que han publicado manifiesto sobre puntos comunes de estrategias y perspectivas. También entidades de países diferentes si han reunido en dos actividades que han denominado de Multiconvergencia de las Redes internacionales. Se han puesto de acuerdo sobre la campaña para que la Organización de las Naciones Unidas decrete la gratuidad de las vacunas contra el virus y se pronuncie contra las patentes que quieren comercializar la vida. También se han organizado para una carta en defensa de los bienes comunes de la humanidad.  Bienes como el agua, el aire, la salud y la educación son derechos de todo ser humano y tienen que ser garantizados.

En Brasil, celebramos, hoy, la memoria valiente y estimulante de Hélder Camara, obispo y profeta que, en toda segunda parte del siglo XX, fue uno de los más importantes profetas de la non violencia activa y de las luchas de liberación de los pueblos.  Él fue arzobispo de Recife, en tiempos terribles de una cruel dictadura militar. En esa situación, consagró toda su vida a la defensa de los más pobres. Denunció las torturas y enfrentó diversas veces amenazas y persecuciones. Nos enseñó que cuanto más oscura es la noche, más brillante será la aurora que anuncia el nuevo día.

Él sabía que el mundo no va a cambiar por la acción aislada de líderes iluminados, sino por el compromiso y el trabajo continuado de grupos de base que resistan y ensayen una forma diversa de vivir. Somos todos llamados/a  a ese nuevo esfuerzo conjunto de esperanza y solidaridad en el mundo. En 1994, Hélder Camara envió ese mensaje al movimiento italiano Mani Tesi (Manos extendidas): «… no estamos solos. Por eso jamás aceptaré la resignación o la renuncia a la esperanza. Un día, el hambre será vencida y hará paz para todos los seres humanos. En ese mundo, la última palabra no puede ser la muerte, sino la vida! Nunca más podrá el odio, sino el amor! Tenemos que actuar para que la desesperación ceda paso à la esperanza. Que nunca más las manos si presenten rígidas y cerradas. Que todos nuestros movimientos sean la práctica de lo que ustedes tienen como nombre: Manos extendidas! Unidas en la solidaridad y el amor para todos «.

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