La renuncia del alcalde, un poquito de justicia

Con la renuncia del Alcalde Héctor O´Neill se cierra otra etapa de un caso que ha llamado la atención pública y que las mujeres continuaremos siguiendo de cerca.  Y es que apenas comienza a descubrirse un entramado de impunidad que combina hostigamiento sexual en el empleo, violencia de género y corrupción gubernamenental. Las agencias del Estado que bajo presiones y muy tímidamente han asumido las investigaciones correspondientes, han identificado una veintena de violaciones a leyes y reglamentos por parte de este funcionario.   El cartel de uno de los machistas intocables del PNP, con apegos politicos amplios y arraigo multisectorial se está desboronando en medio de la quiebra económica y social que vive el país.

O´Neill es representativo de la decadencia que sufren los líderes y las instituciones políticas que desde el poder publico imponen las prácticas patriarcales de dominio y control que degradan las vidas de mujeres a las que asumen tan propias, como los espacios que ocupan.  La renuncia del Alcalde es un logro para las mujeres, las estudiantes, las feministas, las trabajadoras, y con ellas, una multitud de personas indignadas  que por pura decencia denunciaron su violencia y exigieron su salida, día tras día. Es también un logro para la periodista que destapó los crímenes del Alcalde y estuvo dispuesta a asumir los riegos para la historia.

Se ha hecho hoy un poquito de Justicia. Está por verse la Justicia más grande, la radicación de todos y cada uno de los cargos que procedan ante los tribunales.  Seguiremos empujando porque la Justicia no camina sola en nuestro país. ¡Seguiremos!

La autora esPsicóloga y feminista

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