Las planteas nucleares no pueden ser la alternativa

Por Cándida Cotto/claridad

ccotto@claridadpuertorico.com 

No había pasado ni un mes tras la visita de varios ejecutivos de compañías de energía nuclear estadounidenses a varios legisladores cuando el legislador Gabriel Rodríguez Aguiló se aprestó a presentar una resolución (el seis de noviembre) para “investigar sobre la conveniencia y necesidad de establecer en Puerto Rico plantas nucleares para producir energía”. 

CLARIDAD confirmó que los ejecutivos de las compañías GE Hitachi, David Sledzik; Holtec International, Myron M Kaezmarsky; NU Scale Power, José Reyes; PAR Systems, Scott Singer; Westinghouse, Abdull Pulloo; X Energy, Jeffrey Hayper fueron quienes, el 30 de octubre pasado, hicieron una ronda de visitas a los legisladores, tras una reunión con el alcalde de San Sebastián Javier Jiménez. En el grupo participaron además los ingenieros puertorriqueños Ángel Reyes, Jesús Núñez, Olgamarie Toledo y Thommy Santiago. CLARIDAD había dado a conocer sobre la reunión con el alcalde en su edición del 8 al 15 de noviembre de 2018. El grupo de ingenieros puertorriqueños son firmantes de la ponencia The Nuclear Alternative Project, en la que exponen sobre la nueva tecnología de plantas nucleares modulares presentada en vistas públicas de la Comisión de Gobierno el pasado 27 de febrero.

Mientras el legislador Rodríguez Aguiló actúa muy diligentemente para dar paso a investigar la conveniencia del uso de la energía nuclear, atribuyendo su motivación a los daños causados por el huracán María, esto parece ir en contra de los planes trazados por la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). La AEE acaba de presentar su Plan de Recursos Integrados (PRI) ante el Negociado de Energía (NEPR), el cual descansa en el uso del gas natural y el carbón. (Ver edición CLARIDAD del 28 de febrero al 6 de marzo 2019).

En un memorial explicativo sobre la medida, sometido a la Comisión de Gobierno, con fecha del 25 de febrero, la AEE dice de manera explícita que su personal técnico ha estudiado las nuevas tecnologías para producir electricidad mediante plantas nucleares, en específico, las plantas modulares que se interesa introducir al mercado mundial. Describe que estas son más compactas, de menor capacidad de generación, tienen noveles sistemas de enfriamiento, de seguridad en casos de averías y nuevas estructuras para almacenar el combustible, pero repara en que: “A pesar de las ventajas, debemos colegir que en este momento la Autoridad no avala la instalación de plantas nucleares en Puerto Rico”.

La AEE además desmiente el que las plantas nucleares eviten la falta de servicio luego del paso de un huracán. A esos efectos dice: “La imposibilidad de nuestras centrales y unidades remotas de proveer el servicio se debió a los daños que experimentó nuestro sistema de transmisión y distribución. Por lo tanto, ante un evento como el ocurrido con el paso del huracán María, una planta nuclear estaría en la misma situación que el resto de nuestras centrales o peor aun, ya que estas plantas nucleares no deben estar expuestas a grandes fluctuaciones de carga o apagones masivos, producto de un sistema de transmisión y distribución frágil tras un evento atmosférico de la magnitud del huracán María”.

Por su parte, el NEPR, luego de exponer sobre la seguridad, es decir los peligros de la energía nuclear, y lo elevado de su inversión económica, trajo a la atención de la Comisión que antes de que en el país se apruebe cualquier medida relacionada con energía nuclear debe haber una evaluación sobre si esto es viable, tomando en cuenta si nuestra topografía y geografía es la adecuada para ubicar una planta nuclear.

No a la energía nuclear, al carbón y al gas

En entrevista con CLARIDAD, la ingeniera ambiental Ingrid Vila expuso que, tomando como marco el Plan Integrado de Recursos de la AEE, el cual se centra en el uso del gas natural y el carbón, tanto la energía nuclear como el uso del carbón representan riesgos a la salud y a la vida. La generación a base de carbón produce emisiones y cenizas tóxicas que impactan directamente la salud y el medio ambiente. Además, los gases de efecto de invernadero provenientes de la quema de combustibles fósiles, como el carbón, contribuyen a los efectos del cambio climático. La extracción de carbón representa un riesgo a la salud de los trabajadores en las minas y en muchas ocasiones es mortal.

En lo que respecta a la energía nuclear explicó que esta genera desperdicios radioactivos para los cuales todavía no existen métodos de manejo seguros ni sostenibles. Además, representa un riesgo catastrófico a la vida en el caso de un accidente nuclear o mal manejo del material radioactivo. “En el caso de una isla como Puerto Rico, no habría manera de contener el impacto de un accidente nuclear. La minería de uranio expone a los trabajadores a gases y contaminantes radioactivos con consecuencias perniciosas a su salud”.

En relación con el costo que conlleva la construcción de una planta nuclear, Vila, quien participa de la propuesta Queremos Sol, afirmó que sería difícil imaginar que hoy en día se pueda construir una planta nuclear para generar energía en Puerto Rico, debido a que la misma no cumpliría con los rigurosos criterios internacionales y federales de seguridad, dadas nuestras condiciones sísmicas, geológicas, climatológicas y de densidad poblacional. 

Más aun, destacó que, como isla pequeña, Puerto Rico tendría que disponer de los desperdicios radioactivos en el extranjero, lo que aumenta de manera significativa los riesgos y costos asociados con el manejo, transportación y disposición de esos materiales. Advirtió que, al igual que en el caso de las cenizas producto de la generación a base de carbón, la isla podría estar ante la posibilidad de no tener lugar en el extranjero donde disponer del material radioactivo y tendría que acumular o disponer del material localmente, lo que sería inaceptable por el riesgo catastrófico que representa.

A preguntas de CLARIDAD, de si los intereses de la industria de energía nuclear van en contra de los planes de privatización que ya tiene la AEE, la ingeniera expresó: “Desafortunadamente, los intereses pueden encontrar terreno fértil donde sea en nuestra realidad política, y por esto es que tenemos que rechazar enérgicamente estas propuestas, para que quienes gobiernan sepan que no son aceptables para el país”.

En tanto, otro defensor de la propuesta Queremos Sol, el profesor Agustín Irizarry, reiteró su oposición a la energía nuclear. El exrepresentante de los consumidores en la Junta de Gobierno de la AEE afirmó que la energía nuclear para generar electricidad es mucho más dañina que el carbón. “No hay una solución práctica para disponer de los desperdicios radioactivos. No hay dónde esconderse en Puerto Rico si surge un accidente nuclear. Aun un accidente menor, como derrame de agua contaminada, es un problema muy serio en una isla relativamente pequeña como Puerto Rico”, declaró. En cuanto a los intereses que rondan la privatización de la AEE, Irizarry censuró que la falta de un marco regulatorio claro y estable le va en contra a cualquier intento de venta. “No parece que la Legislatura comprenda esto”.

Se adelantó a la Resolución

El representante por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) Dennis Márquez Lebrón se adelantó a la presentación de la resolución de Rodríguez Aguiló al radicar el proyecto 1878 que busca prohibir la generación de energía nuclear. Además presentó la Resolución Concurrente 90 para que la Asamblea Legislativa exprese su rechazo a las propuestas de establecer una planta de energía nuclear en Puerto Rico. Las medidas fueron radicadas el dos de noviembre, tras Márquez Lebrón denunciar la visita de los ejecutivos de la industria nuclear a los legisladores.

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